Lo ha vuelto a hacer. A pesar de las adversidades, de la precaria situación del rock en España, de la falta de atención de los medios masivos y de los cambios de músicos que restan estabilidad al grupo, Julio Castejón ha conseguido reinventar Asfalto por enésima vez y, cual Ave Fénix, resurgir de sus cenizas con un nuevo disco y una nueva formación, totalmente renovada con respecto a su anterior trabajo.
Estos nuevos músicos que forman este Asfalto de 2014 no son precisamente unos principiantes. Ni siquiera unos músicos contratados para hacer un disco como excusa para hacer conciertos con temas antiguos. A pesar de no ser muy conocidos para el público rockero, el pedigrí musical de José Agustín Guereñu “Gere” (bajo) y Arturo García (batería) es impresionante, habiendo tocado para artistas de primer nivel en otros estilos, prueba irrefutable de su alto nivel técnico y máxima experiencia. Y en este momento de su vida, han pasado a formar parte de Asfalto no como meros comparsas, sino con todas las consecuencias, asumiendo un protagonismo sorprendente para unos recién llegados, tanto en directo como en labores de composición de este disco.
También tenemos la enorme aportación de Paul Castejón, seguramente el vástago de Julio más dotado de talento musical, que además de aportar un soplo de juventud, participa de forma decisiva tocando no sólo guitarra y haciendo coros, sino demostrando su versatilidad con instrumentos que van desde el piano hasta los más exóticos chamaleo, maracas y bansuri. Y, por si fuera poco, ha ejercido las labores de productor, siendo responsable en buena medida del excelente sonido del que podemos disfrutar en este disco.
La grabación comenzó con Jorge García Banegas en la banda, pero mediada la manufactura del disco el histórico teclista de Asfalto decidió dejar el grupo, por lo que únicamente participa en los dos primeros cortes de este trabajo. El resto de teclados en este disco están a cargo de Julio y Paul Castejón, además del músico invitado Pachi Fuentes en uno de los temas.
A nivel vocal, además de la conocida y esperada voz de Julio Castejón, apoyada en los coros por su hijo Paul, hay dos temas en los que José Agustín Guereñu “Gere” (“Fallo del sistema”) y Arturo García (“Lleno de rabia”) ejercen labores de cantante solista, con excelente resultado en ambos casos. Eso sí, me quedé de piedra al escuchar por primera vez la voz de Arturo, con un timbre muy parecido a Miguel Bosé. Afortunadamente el tema que canta, compuesto por él mismo junto a Pachi Fuentes, está muy alejado del estilo de Bosé y se integra a la perfección en el estilo actual de Asfalto, al igual que ocurre con los tres temas que aporta “Guere”.
¿Y cuál es ese estilo de los Asfalto actuales? Pues está muy alejado de aquellos Asfalto de los ’70 y ’80. La banda evolucionó hace unos años hacia un estilo más pausado, siempre con el buen gusto por bandera (eso no ha cambiado) pero con la calma y la sofisticación que da el paso de los años. Para buscar referentes, es más acertado buscarlos en la “Vía cortada al paraíso” que publicó Julio Castejón en 2011, siendo este “El color de lo invisible” una continuación lógica de aquel trabajo.
Además, la aportación de los nuevos músicos es notable, consiguiendo unos temas en el que se combinan estilos e influencias sin prejuicios, a veces con compases complicados más propios del jazz, cambios de ritmo sorprendentes e incluso con la incorporación de una breve parte rapeada en el tema final “Nunca dejes de luchar”, que además luce una preciosa letra cargada de positivismo y ganas de vivir.
Y es que, como siempre, las letras es un apartado muy cuidado en Asfalto. Desde la preciosa y sentimental “Hoy te quiero escribir” hasta la historia de desamor de “Secuencia para un gran momento”, elegida como single y de la cual se ha hecho el video-clip que podéis ver al término de este comentario.
En el disco abundan los temas con tempo relajado (“La danza de los sin techo”, “Deslealtad”, la mencionada “Hoy te quiero escribir”), aunque también los hay más animados (“Es hora de vivir”), en un disco en el que ninguno de sus cortes se puede considerar de relleno, pues todos ellos tienen algo que aportar.
Aún así, todos tendremos nuestros favoritos, que pueden cambiar a medida que se insiste en el disco, ya que éste gana con las escuchas. En mi caso, además de la preciosa balada “Hoy te quiero escribir”, me han gustado especialmente “Primero de febrero” y “Lienzo pintado de amor”, dos deliciosas canciones que despliegan grandes dosis de sentimiento y buen gusto.
Siempre es una buena noticia que una banda tan histórica como Asfalto muestre que sigue viva. Pero lo es aún más cuando nos enseña que no se ha dormido en los laureles, que mira hacia adelante y que es capaz de ofrecernos trabajos tan interesantes como este “El color de lo invisible”.
Santi Fernández «Shan Tee»