Justo cuando los rumores del posible regreso de Rob Halford a Judas Priest están en alza llega este DVD en el que Ripper se encarga de demostrar con hechos que de momento, el único cantante de Judas Priest es él, y la verdad es que se lo ha ganado a pulso.
Este vídeo en directo fue grabado en la conocida Brixton Academy el 19 de diciembre del 2001 en un show especial que contó como invitados especiales con los también míticos Saxon en el marco del Demolition Tour. Es cierto que últimamente la banda no goza de su mayor nivel de popularidad, pero los Priest son los Priest, y ante este cartel de lujo vemos el recinto abarrotado para disfrutar de un par de horas de buen heavy metal.
Un menú bastante feo permite movernos a través de los diferentes contenidos que ofrece este DVD, el concierto en sí, el soundcheck, e imágenes de backstage y entrevistas. Una vez más, no hay subtítulos a nuestra disposición, con lo que nos tendremos que esforzar bastante para entender las divagaciones de los miembros de la banda.
Con un atronador “Metal Gods” comienza el espectáculo, emergiendo Ripper Owens con una “llamativa” camisa plateada, Downing y Tipton con los colores rojos y negros de toda la vida bastante animados, Ian Hill en su lugar de costumbre, sin menear los pies en ningún instante, y Scott Travis con cara de pocos amigos demostrando su clase como batería. Desde el primer instante ya podemos disfrutar del gran sonido que se ha conseguido, cristalino, limpio y distinguiéndose los instrumentos a la perfección. Owens canta a las mil maravillas tanto sus propios temas como los viejos clásicos, aunque creo que abusa un poco de efectos y ecos (totalmente innecesarios a mi parecer).. El show es muy atractivo visualmente, con pasarelas a ambos lados de la batería y un juego de luces muy bueno. Además contamos con un numero de cámaras considerable, por lo que podremos ver a Tipton y compañía desde casi todos los ángulos posibles. En este aspecto no se le puede poner ninguna pega a este DVD, que además cuenta con bastantes opciones de visionado y audio.
La segunda canción del directo es “Touch Of Evil” (un inicio algo extraño, quizá muy lento) y la poderosa “Blood Stained”, que queda muy bien gracias al genial juego de luces utilizado, con multitud de focos intermitentes azules, aumentando si cabe la sensación de brutalidad de este tema (afortunadamente parece que los temas de “Jugulator” empiezan a cuajar entre los aficionados), para desembocar en el clásico “Victim Of Changes”, donde Ripper demuestra su increíble potencia vocal. El joven vocalista cada vez se siente más seguro de sí mismo, y asume más responsabilidad a la hora de animar al publico y atraer la atención aunque verdaderamente se siente que el jefe y verdadero líder de la banda es Tipton, animando a la concurrencia con un largo solo en la mitad del tema. “One On One” es la primera canción en caer del maltratado “Demolition”, sonando compacta y muy contundente, más rápida que la versión original de estudio. A continuación llega la sorpresa de la noche, “Running Wild”, recuperada para la ocasión, que suena perfecta, transportándonos a los albores del heavy metal.
Con el ya típico jueguecito de Owens con el público (what’s my name?…) comienza “The Ripper”, una de las mejores canciones de la primera época de la banda, con una gran ejecución de Tipton y Downing. “Diamonds & Rust” constituye para un servidor el mejor momento de todo el concierto. La versión acústica de este tema de Joan Baez pone los pelos de punta a cualquiera, interpretada con un sentimiento tremendo, simplemente excelente. Tras este descanso llega el riff machacón de “Feed On Me”, mi tema favorito de “Demolition”. Es en las canciones de “Demolition” y “Jugulator” donde podemos disfrutar al máximo de la calidad de Owens, demostrando su gran variedad de registros y personalidad, más allá de ser una mera imitación de Halford.
Aunque el concierto se desarrolla perfectamente, hay un detalle que no me ha gustado demasiado, ya que han cortado todos los momentos muertos entre canción y canción. Aunque estos cortes dotan de agilidad al concierto, ya que no hay descansos ni parones, le restan naturalidad. Realmente me hubiera gustado ver y escuchar los comentarios de Ripper al público, la gente coreando, etc, etc, aunque realmente se trata de un detalle menor.
“Burn In Hell” vuelve a poner al publico patas arriba, seguido de “Hell Is Home” que quizá se hace un poco monótona, constituyendo quizá el momento más flojo de este directo. Pero a partir de aquí la temperatura aumenta por instantes, y el escenario se convierte en un torbellino del mejor heavy metal jamás creado… El gran himno “Breaking The Law”, el viejo clásico “Desert Plains” (una de las mejores interpretaciones de la noche, donde Ripper simplemente lo borda, y donde verdaderamente se siente la magia de uno de los dúos de hachas más grandes del metal) y la endurecida “Turbo Lover”, que no queda nada mal, a pesar de que la voz de Ripper se muestra muy cargada de ecos. A continuación se apagan las luces, el escenario queda desierto, y Tim sale con la rugiente Harley, Travis golpea la batería y ya lo tenemos aquí, un “Painkiller” en el que lamentablemente Ripper no llega a los agudos con los que Halford inmortalizó este gran himno metálico (prácticamente la única canción del set en la que el alumno no alcanza al maestro).
Llegando a la recta final, la banda sale otra vez al escenario para descargar la mágica “Electric Eye”. A continuación tenemos “United”, una nueva incorporación en esta gira que suena perfecta, con mucha fuerza, y para acabar esta gran fiesta, dos clásicos inmortales en la historia del Sacerdote… “Living After Midnight” y “Hell Bent For Leather”, dos temazos interpretados a toda potencia que dan por concluido un gran concierto, al que solo se le puede poner una pega, y es que este DVD, por razones inexplicables, hay menos canciones de las que realmente tocaron (falta “Beyond The Realms Of Death” entre otras) y hay alguna que otra ausencia sonada, como “You’ve Got Another Thing Comin’”.
Se ha incluido en este lanzamiento, como ya he comentado antes, la prueba de sonido anterior al concierto, en la que podremos ver a los Judas tocar unas cuantas canciones tranquilamente, en concreto “Turbo Lover” (donde Ripper se equivoca en un estribillo), “Lost And Found”, “The Sentinel” (realmente bueno, aunque lo dejan a mitad y no llegan al solo), un “Machine Man” que no llega a alcanzar la contundencia de la versión original incluida en “Demolition” y “Desert Plains”. En las imágenes de backstage y de la gira, de unos veinte minutos de duración, podremos ver a los Judas en el día a día, en los camerinos, charlando con los fans (salen dos aficionados españoles de Almería, bastante curioso), en el autobús, etc. Una vez más repito que poner subtítulos hubiera sido todo un detalle.
“Live In London” es un gran DVD, que quizá no tiene esa sensación de grandeza de otros videos como “Priest Live” (eran otros tiempos…) pero si que desborda fuerza y buena música por los cuatro costados. Los últimos discos de estudio de Judas han sido muy criticados, pero una vez más han demostrado que en directo son los de siempre, por lo que ya sabes, si te interesa esta banda, no creo que este DVD te decepcione. Un producto muy recomendable.
Juan Pérez “Gizmo”