PRETTY MAIDS + ROYAL HUNT – Domingo 21 de abril de 2002, sala Divino Aqualung (Madrid)

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CAPÍTULO 1. De los prolegómenos

Primera vez en 20 años que se acercaban por estas tierras. Evidentemente el que suscribe no se lo iba a perder, ¡uno de mis grupos importantes de toda la vida!, además con unos acompañantes de lujo como eran sus paisanos Royal Hunt… nada, que no. Así es que le encargué la entrada al S&P Mr. Starbreaker y quedamos un puñao de gente el domingo de marras para echarnos unas cañas y unas risas antes del evento.

Shan Tee, Viper y Alfonso están ya en el sitio de siempre cuando llego yo. Intercambio de material. Buscamos (y tanto que buscamos) un garito para probar la cerveza del pueblo y al rato llegan Starbreaker, Anaxides y dos amigos de Graná. Nos sentamos a comer algo, llamada de Javibackyard, y en los cafés se presenta Rust. Más besos. Cuchillá en el segundo espacio intercostal y buscamos otro sitio. Después de un par de fotos (a ver si las subimos) y cuando estamos en el ‘momento copazo’ desaparecen Shan Tee (peligro rodillo de cocina), Alfonso (peligro de ir andando hastatomalpolculo) y Viper (peligro familiar) y aparecen Nemesis y Kiky acompañada de Santi Barnuevo. Por cierto, Sinner no da señales de vida. A eso de las 20:00 horas besos y abrazos, unos al metro y otros aparcamos en la misma puerta de Aqualung y nos ponemos a la cola.

CAPÍTULO 2. De la actuación de ROYAL HUNT, by S&P Starbreaker

Entramos a buena hora a la sala para pillar un excelente sitio y degustar a las dos buenísimas formaciones danesas. Ya se veía en el escenario la disposición de la batería a la izquierda, con el logo de ROYAL HUNT en los bombos y en el centro un gran trípode con el escudo logo plateado (como en el disco “Fear”) del grupo. Y a la derecha del escudo los dos soportes que sujetaban los teclados del alma mater de la formación.

Casi me quedo dormido con el “Still got the blues” de Gary Moore (y mira que me gusta ese disco), que sonó durante un buen rato como música de fondo en la espera. A las 21:30 (media hora de retraso), sale a la palestra el quinteto del país de la sirenita. Suena el sampler del primer tema de su último disco “The Mission” (no cuento el “The watchers”), “Take Off” y despegan y despegamos todos los que allí nos encontramos. Uniéndolo como en el disco con “The Mission”. Podemos decir que la primera parte del concierto la basaron en los primeros temas de ese trabajo. La introducción al tema siguiente con “Exit Gravity” (samplers de nuevo), “Surrender”, chocando John West algunas manos de las primeras filas.

El sonido era excelente, se oían a la perfección todos los instrumentos. Eso si, un poco bajo el teclado del ruso/danés André Andersen y es raro, porque en los discos toma mucho protagonismo. El nuevo batería era un baqueteador muy potente, ataviada su cabeza con un pañuelo y con auriculares.

“Clean Sweep” y “Judgement Day” cerraron la primera parte de temas de “The Mission”. John West es un buen cantante y se mueve en escena con soltura.

Repaso a sus anteriores discos. Comenzando por el clásico en su repertorio “Wasted Time”, presentándonos el vocalista al guitarra Jakob Kjaer. El tema “Lies” del primer trabajo que grabó West con los daneses (“Fear”) fue el siguiente, con arrodillamiento en el solo por parte del guitarra.

El buenísimo “Running wild” de su primera obra hizo que el S&P de Alvar me comentara que utilizaban armonizadores en los micros. Utilizados por los de las seis y cuatro cuerdas que hacían los coros, además del micro inalámbrico que llevaba ajustado a su cabeza el teclista.

Nos presentan al nuevo batería (lo siento, pero no me quedé con el nombre) y al bajista Steen Morgensen. Y suena otro tema del primerizo “Land of the broken hearts”, “Day In Day Out”. Comienzan a tocar “River Of Pain” y al rato sale John Wets vestido de indio y con plumas en la barra del micro, marcándose un baile cual nativo norteamericano a mitad del tema. Y es que por su sangre corre sangre india de antepasados.

El público participó en el estribillo de “Last Goodbye”. John Wets es un buen cantante, pero prefiero este tema cantado por el anterior cantante D.C. Cooper. Al terminar el bajista presentó al vocalista.

Llegamos al final del concierto con el último tema del “The Mission”, el cañero “Total Recall” con aire a Rainbow.

Despedida de los músicos juntos y no sé cómo se le ocurrió al batería pegarse al teclista. Aquel chiquitajo y este una torre, vamos eran la una y media.

La próxima vez espero que regresen como grupo principal.

CAPÍTULO 3. De la actuación de PRETTY MAIDS, by S&P Alvar de flack

Una Introducción con retazos de temas del propio grupo me pone los dientes largos y empiezo a salivar descontroladamente (charco). Advierto a Kiky (a mi izda) y a Starbreaker (a mi dcha) que si levito por encima de las cabezas de los presentes no se asusten, es producto de éxtasis. “Playing God” del último LP “Planet panic” abre el concierto, con un Ronnie Atkins que sale a cantar sin calentar y suelta un par de gallos considerables, pero advierto a los presentes que a medida que vaya calentando la garganta la cosa se arregla, y así fue.

El técnico de sonido va haciendo lo que puede hasta que ya en “Running Out”, segunda de la noche, la cosa suena bastante bien. El escenario no da para mucho, dos telones con el logo del grupo cubriendo los amplificadores a ambos lados de la batería de Michael Fast, y unas luces que aunque pocas están colocadas con muy buen gusto. Kenn Jackson luce un Music Man Sting Ray rojo a la altura de las rodillas a la izquierda de las tablas. A la derecha Ken Hammer y su guitarra, y al lado de la batería, donde debería estar Alan Owen tras las teclas, aparece André Andersen, el teclista de Royal Hunt ya que el de Pretty Maids tuvo que volver a Dinamarca por cuestiones personales.

Del LP “Spooked” tocan “Live Until It Hearts” y en el cambio de tonalidad de mitad del tema ya se nota que la voz está ‘caliente’. Las teclas siguen sin escucharse apenas y se nota en el siguiente “Face Of My Enemy”, del último, en donde la parte central suena parcialmente mutilada. Antes de este tema Ronnie Atkins explicó el asunto de su teclista, supongo que sería para curarse en salud. Siguen con “Scream” del disco de mismo nombre y vuelven a intercalar otro del último, “Natural High” en el que acompaña el cantante de Royal Hunt, con los que demuestran a lo largo de la actuación tener muy buen rollo, y la verdad es que suena redondo, incluso terminan con un reprise del “Radio Ga-Ga” de Queen que el público sigue cantando después del tema, pelos de punta oiga.

Pese a que el disco lleva en el mercado apenas un mes parece que el personal se lo sabe, aunque sea en espanglish. “Wouldn’t Miss You” fue la única que tocaron del disco anterior (“Carpe Diem”) que empalman con un mini-solo de batería y el tema que abre su último disco, “Virtual Brutality” con el personal entregado del todo. Empiezo a notar que mis pies se despegan del suelo con “Eye Of The Storm” del genial “Future world” de 1987, cuando termina el tema la voz melodiosa de Starbreaker a mi derecha me suelta un “¡magna!” apostillando los adjetivos que le intentaba poner a la ejecución del tema, ya desde las alturas. Y casi alcanzo la bola de cristales cuando siguen con “We Came To Rock” y los cachondos mentales de Royal Hunt apareciendo todos en escena, gorra al revés y vestidos cual raperos del Bronx y una pancarta que ponía “We came to rap”. Mucha risa, sí, pero yo pululando por el aire.

“Shelly The Maid” me devuelve al suelo a golpe de rock and roll. Con “Please Don’t Leave Me” la conexión grupo/público fue total, supongo que por lo pegadizo y fácil del estribillo, pero lo mejor estaba por llegar, porque tras la presentación de los músicos se marcan un “Back To Back” de escándalo, que fue el tema con el que terminaron la primera parte de la actuación. Eran las 12 y 10 de la noche, y llevaban desde las 23h., lo cual significaba que el concierto no iba a ser precisamente largo.

Cuando vuelven a salir empieza a sonar la intro de “Future World”, lo que me vuelve a despegar del suelo, y menos mal, porque Starbreaker estaba meneando la cabeza y me atizaba con los pelos en la cara como si fuera un nazareno. El siguiente adjetivo que suelta es un “¡Superior!”, lo cual, oye, pues me ayuda a describir lo que estaba viendo. A mitad del recorrido entre el suelo y el techo suenan los acordes de “Rodeo”, mi tema favorito del grupo, con lo que definitivamente me estampo contra los soportes de los focos. Emocionante.

Tras otro par de minutos dentro, vuelven a aparecer para ir rematando la faena con “Savage Heart” (del “Jump the gun”) con piano y voz únicamente acompañados por unos focos de luces azules realmente espectaculares, otra vez los pelos de punta. “Cumpleaños feliz” para uno de los pipas y terminan los dos grupos al completo en el escenario con el tema “Red Hot And Heavy”, con caras de felicidad (todos, supongo que yo tendría que ser un cuadro también) demostrando el buen rollo entre los dos grupos, y además con el detallazo de nombrar a los Road Crew en los agradecimientos.

CAPÍTULO 4. De la despedida y cierre.

Bueno, creo que queda claro que me gustó el concierto. Se encienden las luces, una visita al señor Roca para vaciar la vejiga y antes de irnos me paso por el tenderete de las camisetas a ver, pero son muy caras y además no me gustan un pijo, así es que me ahorro 22 talibanes para la próxima.

Salimos a la calle, otro par de fotos, reparto de más material (al más puro estilo del rey Baltasar), besos y hastaluegos. La 1 de la mañana del… ¡lunes!, joder, que tengo que currar dentro de un rato. Salgo pitando y me pongo el primero de Manzano (años ha que no me lo echaba a la oreja) en el coche por aquello de desengrasar, pero me lo pienso, porque tengo una hora de camino hasta casa, tiempo suficiente para escucharme el último de Pretty Maids again.

Texto: Alvar de Flack