Que Obús den un concierto cada año en el Abraxas se ha convertido en una tradición y ya me tocaba asistir a dicho ritual después de varias intentonas fracasadas.
Arribamos sobre las once y pico a la sala, prontitud excesiva dado el carácter familiar del encuentro. Más que un compromiso de agenda, Obús vienen aquí a pasar un buen rato en compañía de viejos colegas, eso es todo, y se nota en todos los aspectos, precio de la entrada (seis euros) y horario incluidos.
Tras una hora larga de espera que sirvió para que el lugar presentara un mínimo decente de asistencia, los madrileños AMSET subían a este escenario, que ya pisaran antes de publicar su debut discográfico. Ni este dato ni el fenómeno mediático multidireccional que ha provocado el susodicho lanzamiento hicieron mella en los allí congregados, a juzgar por las reacciones que se vieron.
El grupo trajo parte de la parafernalia que gastan: las vestimentas, las pinturas y el miembro extra encargado de la performance que con mayor o menor acierto tratan de recrear en sus conciertos. No se les puede achacar apatía, ya que tanto el guitarra-cantante, que no cesó en el empeño de que participáramos de los temas de su “Amset”, como el resto de la banda le echaron ganas y moral. Como comentaba antes, las decenas de personas que no conocían a estos chicos respondieron finalmente a su propuesta con los mismos aplausos tímidos que obtiene cualquier formación novel que edita su primer disco con muchos flancos que pulir y una personalidad por concretar. Musicalmente no me transmitieron nada especial y la revisión en castellano de “L.O.V.E. Machine” de W.A.S.P. me pareció bastante floja. Factores exógenos aparte, aún deben trabajar duro para que su música sobresalga y su espectáculo visual pase de lo meramente inocente. Como muchos otros que están empezando su andadura, sin más.
Los cuatro “obuses” al completo rondaban por el pub y no tardaron en agarrar los respectivos instrumentos para dar comienzo a una descarga que superó todas mis expectativas. El directo de Obús desprende la fuerza que captan sus discos elevada a la enésima y el estado de forma de Fortu es tan envidiable como asombroso. Estuvo a un nivel impresionante, no pasó por alto ni un solo grito de los que registra en estudio y dio una lección magistral de tablas.
Todos esperábamos un extenso repaso del nuevo trabajo de la banda (por la presentación del mismo mencionada en la entrada), pero prefirieron ofrecer el set que han venido manejando en la gira de “Desde el fondo del abismo”. De hecho se volcaron en su álbum de regreso, del cual sonaron “Que te jodan”, con la que abrieron, “Cualquier noche sale el sol”, “Cautivos”, “El crack”, “Siento ganas”, “Marilú” y una potentísima “Esta vida”. Tampoco faltó un recordatorio exhaustivo a “El que más”, algo que agradecí particularmente por tener el vinilo en mi colección años ha (dichosa nostalgia). Así, hice ejercicio de memoria con “Autopista”, “El que más”, “Juego sucio” y “La raya”. Las canciones de la segunda etapa se combinan con clásicos como “Pesadilla nuclear”, “Dinero, dinero” o “Dame amor” y a estas alturas se las sabe hasta el apuntador, lo que evita que la fiesta y los ánimos decaigan.
Fue un gustazo poder disfrutar de una actuación tan hogareña como ésta. Fortu tuvo algún desliz pasajero con ciertas estrofas, pero hasta eso se perdona en una noche en la que, ante todo, hubo complicidad y camaradería. El cantante nos concedía la voz en los estribillos o acercaba el micro a quien tuviese delante, cantó “Vamos muy bien” cubata en mano para brindar con la gente, no puso impedimento a la subida de espontáneos al escenario y se mostró encantado de acudir a la cita anual que los liga a Benidorm.
Como consecuencia de ese buen rollo, incluyeron un bis que no tenían programado con, ahora sí, dos adelantos en vivo del nuevo álbum. Haciendo gala del título, en “Esta ronda la paga Obús” repartieron varios litros de cerveza entre los asistentes. A continuación, subió el ex-boxeador y ahora manager/entrenador/promotor Sánchez Atocha para fundirse en un fuerte abrazo con Fortu y presentar el tema que da título al disco, “Segundos fuera”, durante el cual nos obsequiaron con multitud de guantes de boxeo tamaño llavero con el logotipo del grupo estampado.
Obús “le puede” al paso del tiempo.
Texto: J. A. Puerta