Ronda estos días nuevamente la eterna polémica del pirateo musical y todo lo que ello conlleva, sobre todo a raíz de la presentación en la capital de la llamada “Mesa Antipiratería”, desde la que se quiere controlar la producción artística española y hacer frente a la distribución fraudulenta de música, libros, informática, cine y televisión.
Y digo yo, todo eso está muy bien, puesto que es obvio (cualquiera con dos dedos de frente se puede dar cuenta) que en un principio los que salen perdiendo son las discográficas y, como consecuencia, los artistas, que no ven renovados sus contratos debido precisamente al descenso de las ventas, pero en última instancia salimos perjudicados nosotros, los oyentes, que nos quedamos sin “nuestros grupos” y sus productos.
Pues bien, vayamos un poco más allá (tampoco es tanto). ¿No se da cuenta esta gente que el verdadero problema ha radicado siempre –y lo seguirá haciendo hasta que se le dé solución- en considerar a la música como un artículo de lujo? ¿No entienden estos señores que muchos de nosotros podemos pasar gran parte del día sin comer o beber, pero difícilmente sin deleitarnos los oídos? ¿No sería mejor perder una porción mínima de la tajada con una disminución en el coste e incrementar las ventas, que las cifras astronómicas de pérdidas que han resultado debido precisamente a lo que comentamos? Pues parece que no, que no entienden nada de nada, y por eso intentan dar una vuelta por lo más escabroso, en vez de atajar recto y seguro (y con el beneplácito del público, claro). Señores, la piratería siempre ha existido, entérense ustedes, y por mucha filigrana que hagan…
De lo que no cabe duda es que el público heavy es para darle de comer a parte. Nosotros compramos nuestros discos (yo al menos lo hago), pero puede que debido a un ansia desorbitada por conocer y adquirir más material del que realmente podemos costearnos, muchas veces recurrimos a la grabación fácil, únicamente con el fin de hacernos con ese “excedente” que también queremos poseer. No importa, el público rockero siempre se ha caracterizado por apoyar a “sus grupos”, y tarde o temprano acaba pagando aquello que no lo hizo en su día, bien sea asistiendo a conciertos, adquiriendo merchandising, etc. etc.
Y hablando de público heavy, ahora que cumplimos un año de vida y que son inminentes las 50.000 visitas, a todos y cada uno de vosotros, que nos visitáis dirariamente, que compartís vuestras vivencias y experiencias tanto musicales como personales con nosotros, que ya sóis como de la familia: GRACIAS. Y a los nuevos, que también los hay, bienvenidos. Esperamos que sigáis con nosotros el máximo de tiempo posible. Nosotros por nuestra parte seguiremos sacando el tiempo de donde sea para estar aquí, seguro que sin darnos cuenta estaremos celebrando el segundo aniversario de la web. Esperemos que así sea.
Un saludo metálico. Nos vemos en el foro!
Bubba