El nacimiento del acero. El heavy metal como fenómeno cultural.

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Es bastante frecuente preguntarse por el origen del heavy metal, por sus bandas pioneras, por su fecha exacta de nacimiento, incluso por el particular nombre con el que este nuevo género de rock fue bautizado. ¿Quién usó por primera vez la expresión heavy metal? ¿Quiénes son los inventores del sonido heavy? ¿En qué año nació realmente el género? Éstas son algunas cuestiones que se suelen responder sin salir de la esfera estrictamente musical. Me explico: para hablar del nacimiento del heavy metal británico, por ejemplo, nos remontamos a las bandas anteriores de hard rock que inspiraron a Motörhead, Saxon, Judas Priest y compañía. Parece que todo queda entre los músicos. Y aunque es evidente que el rock presenta una continuidad en sus formas musicales, también es cierto que, desde el momento en que el heavy metal es algo diferenciado y distinto de otros tipos de rock, cabe preguntarse por qué se produjo esta ruptura, y en qué circunstancias.

reportaje_nacimiento1Estas circunstancias que propiciaron el nacimiento de un nuevo estilo de música distinto de los anteriores no son circunstancias estrictamente musicales, la mayoría de las veces. Para que un fenómeno musical y cultural como el heavy metal pudiera triunfar como lo hizo en su momento eran necesarias algunas condiciones sociales, históricas y tecnológicas previas. Por poner un ejemplo muy evidente, era necesario que buena parte de la población tuviera reproductores domésticos de música. Sin algo tan esencial como esto, el heavy metal nunca hubiera triunfado. Lo que hoy os propongo es ver algunos de los factores que, en mi opinión, fueron decisivos para la génesis del estilo más duro del rock.

El heavy metal es un estilo de música que, a diferencia de otros estilos, tiene tradicionalmente unos seguidores concretos. Uno puede escuchar rumba, flamenco, música de cámara o blues, pero difícilmente estos gustos musicales serán identificados de inmediato con una estética concreta. No así con el heavy metal, cuyos seguidores, en un inicio, eran rápidamente identificables. Esto significa que hablamos de una “manía”, una “moda” duradera que nace de los gustos musicales. En el siglo XX, la primera muestra de una “moda” asociada a la música popular se dio con los Beatles. La “beatlemanía” fue el primer fenómeno de masas identificado ya por la prensa del momento como tal. Una moda juvenil, ligada a un grupo concreto, que traspasó totalmente las fronteras de su país de origen. El heavy metal, en cierto sentido, es una repetición de un fenómeno de este tipo. Es un fenómeno de masas que nace de la música y por la música, a diferencia de otras eclosiones juveniles (la moda hippie, el punk, etc.) que contemplan la música como una faceta más, pero que incorporan además un ideario político. El heavy metal sólo podía nacer en un momento en el que los canales de transmisión de los fenómenos musicales de masas ya estaban transitados con anterioridad. Sin la posibilidad previa de crear una “manía”, una “moda” musical, el heavy metal hubiera sido impensable.

Como la mayoría de estilos de música relativamente recientes, el heavy metal tenía un público muy concreto en su franja de edad: la juventud. Si bien es y fue un fenómeno internacional, en su origen no era, en absoluto, intergeneracional. Esto significa que sólo los jóvenes escuchaban y disfrutaban con el heavy metal, mientras que las viejas generaciones lo veían como poco más que un ruido salvaje. ¿Por qué para unos era música celestial, y para otros un vocerío contundente y bárbaro?

reportaje_nacimiento2Es interesante remarcar un pequeño detalle. El heavy metal es un estilo cien por cien eléctrico que nace, en muchos casos, en metrópolis fuertemente industrializadas. Sus primeros seguidores estaban acostumbrados desde la infancia a los sonidos eléctricos, industriales, duros y contundentes provenientes de las fábricas de Detroit o Birmingham. Con el paso del tiempo, estos sonidos pasan a formar parte del “campo sonoro” habitual de la juventud y, eventualmente, los podrán concebir como estéticos y placenteros. La primera generación heavy, la que nació alrededor de 1950-1960 en Inglaterra o Estados Unidos, nació con toda una tecnología eléctrica bajo el brazo que, veinte años después, la música acabaría incorporando. Algo, por otro lado, difícil de entender y apreciar para las generaciones anteriores, que no estaban habituadas desde la infancia a este tipo de ruidos ambientales eléctricos.

Tenemos el factor masivo (la “manía”) y tenemos el “campo sonoro” del público del heavy metal. También hay, además, una tendencia que el heavy metal no inició pero que sí que confirmó, y que iría creciendo con el surgimiento de otros estilos posteriores de música: el estudio como hábitat natural. Por oposición a la música de orquestra, o al jazz y al blues y a sus improvisaciones en directo, el rock duro se concibe esencialmente como una música para ser grabada en estudio y reproducida por sus consumidores particulares. El directo siempre es importante, pero ni de lejos lo es tanto como para otros estilos de música anteriores como el jazz. Esto enlaza con la salida, a mediados de siglo XX, de reproductores domésticos de música asequibles para las clases medias. El heavy metal es una música pensada para ser fabricada y escuchada “en serie”. En este sentido, es hijo directo de los medios de producción del siglo XX.

Otro fenómeno, esta vez no económico, que fue decisivo para el nacimiento del heavy metal es el desplazamiento de la sede del rock and roll de Estados Unidos a Inglaterra. Hasta 1964 el rock and roll era un asunto esencialmente americano. No es hasta la irrupción mundial de los Beatles, The Who o Pink Floyd que se desplaza el centro de la vanguardia rockera hacia este lado del Atlántico. La llamada “British Invasion” y el hecho de que el rock and roll cruzara por primera vez sus propias fronteras en los años sesenta fue clave para la consolidación mundial del heavy metal veinte años después. Sin este primer “traslado” de estilo de un país a otro en los años sesenta, probablemente el heavy metal se hubiera quedado estancado en sus fronteras insulares. Para el éxito a nivel mundial de este nuevo estilo de rock era necesario que el rock fuera ya algo internacional y, muy importante, con sede en más de un país: el sonido duro de los americanos Metallica cruzó el Atlántico e influyó a todo el thrash metal alemán; el sonido oscuro de los suizos Celtic Frost cruzó el Atlántico en la otra dirección e influyó, por ejemplo, a los sureños Obituary.

reportaje_nacimiento3Hay otra característica que hace único al heavy metal, y es que es un nuevo estilo que no es, por lo menos en el plano musical, una fusión de estilos anteriores, sino una evolución de estos mismos estilos. El rock and roll de los años cincuenta era una fusión del country y del rhythm and blues; el jazz que triunfó en la Sudamérica de mediados de siglo XX era una fusión del jazz más clásico con la música latina; el heavy metal no sigue una historia paralela a éstas. Simplemente, se basa en exagerar y llevar al límite las pautas del rock duro anterior hasta crear algo nuevo y distinto. Por lo tanto, no es ni una fusión ni tampoco una ruptura, como sí lo fue el punk, por ejemplo. El heavy metal se concibe como una continuación del rock duro de los setenta, aunque se trate de algo ya distinto.

Por último, hay un par de factores que también quisiera comentar y que están relacionados. El primero es que el heavy metal no tiene un “padre” indiscutible e identificable por todos, como sí lo tuvieron el rock and roll (Elvis) o el jazz (Duke Ellington). Por supuesto que hay bandas de referencia, pioneros que influyeron muchísimo, pero esencialmente el heavy metal es uno de los primeros estilos de música popular que no es “propiedad” de nadie. Esto favorece la experimentación, la libertad compositiva y musical y la evolución del mismo heavy metal hacia todas sus variantes. Ligado a esto, y por obvio que parezca, el heavy metal no debió su éxito a una maniobra comercial planificada a priori, sino que fue un movimiento musical espontáneo que tuvo un engranaje y un “mundillo” posterior a su éxito (revistas, canales de radio, discográficas especializadas, etc.). Los dueños del heavy metal fueron y son las bandas, no grandes empresas. Fueron los grupos de heavy metal más notables quienes decidieron el rumbo que tomaría el género musicalmente hablando, o incluso la estética de sus seguidores (el cuero, popularizado por Judas Priest, o las bermudas, popularizadas por Anthrax). No hablamos, en ningún caso, de algo pensado para sacar dinero, sino de una génesis y evolución espontáneas capitaneadas por los grupos.

El hecho de que el heavy metal siga bien vivo y sea, todavía hoy, un fenómeno musical cambiante dificulta trazar su génesis y sus particularidades como fenómeno cultural, pero resulta interesante hacer el ejercicio. Además de lo comentado, no hay que olvidar muchos factores que incidieron en el desarrollo y consolidación de nuestro estilo: acontecimientos políticos como la Guerra Fría o tecnológicos como el avance en la creación de nuevos sonidos para los instrumentos y sus amplificadores fueron factores clave en la génesis del heavy metal. Con el presente reportaje espero haber aclarado algunos otros factores que me han parecido relevantes. Stay heavy, stay tuned.

Jaume “MrBison”