1982-83: el Heavy Metal domina el panorama musical en Europa, Estados Unidos y Japón. Una banda alemana ha publicado ya tres álbumes, y se ha hecho con un nombre en su país. Pero Accept tiene aún que crecer en el continente europeo y se empeña en ello con la publicación de “Restless & Wild”.
En ese momento Accept es un quinteto constituido por Udo Dirkschneider a las voces, Wolf Hoffman y Herman Frank a las guitarras, Peter Baltes al bajo y Stefan Kaufmann a la batería. Grabado en su ciudad natal de Colonia, el elepé ofrece eso que ahora llamamos clásico Heavy Metal. Base rítmica de máxima potencia, riffs avasalladores y un vocalista que grita y grita sin parar. Un inicio aplastante, ese popularísimo “Fast As A Shark”, vertiginoso y también retomado por nuestro Muro poco después. Metal pesado y a la vez veloz el que corre por todos los surcos y que va a parar al final en “Princess Of The Dawn”, magnifico medio tiempo metálico.
Producía el propio grupo en los estudios de Dieter Dierks, hombre clave en el Rock Duro germano de los dorados ochenta. Un resultado magnifico: potente Heavy Metal que reclama su hueco en el panorama europeo. Fueron invitado especial de un Judas Priest pletórico en el tour de “Screaming For Vengeance”. Accept sentó las bases de su triunfo continental con el siguiente trabajo, el también aclamado “Balls To The Wall”. La maquinaria siguió funcionando a todo correr con “Metal Heart”, el quinteto conquisto también Japón, aunque no pudo con el mercado norteamericano.
Udo parecía estar pensando en otros horizontes, y de hecho no tardó (1987) en apartarse de sus compañeros. Sus ex hicieron una renovación que no fue a ningún sitio y hubo desbandada general en 1990.
Lo demás, sin sorpresas: la banda se reúne temporalmente para tres discos y varias giras, apariciones en festivales europeos, y un sostenido status de “grande” semirretirado. Mientras, UDO mantiene viva la llama con su presencia constante y esas canciones que siguen la línea marcada por el Accept clásico.
Pedro Giner