Sergio Guillén Barrantes y Andrés Puente Gómez – Ed. Castellarte
No es fácil comentar un libro como este, y no lo es por varios motivos. El primero de ellos tiene que ver con sus autores, viejos conocidos de esta web desde sus inicios (algunos les conoceréis mejor por Adriangales y Chromatic Death) y colegas del ciberespacio que luchan por hacerle un hueco al Rock en las más variadas de sus vertientes a través de su web Renacer Eléctrico, aparte de otras muchas actividades que tienen que ver con la música que les/nos gusta.
En segundo lugar porque es una obra que trata sobre un tema del que existe poca o prácticamente ninguna bibliografía anterior, lo cual dota al libro de mayor mérito en cuanto a la recopilación de datos y notas biográficas, a la vez que le hace ser pionero en una materia difícilmente localizable en las estanterías de las librerías, al menos en castellano.
Y en tercer lugar por lo original de la propuesta, ya que se trata de una visión muy personal de la historia y evolución del Rock de vanguardia, en forma de eje cronológico y cargado de opinión, lejos de lo que pudiera ser un libro histórico-imparcial o el típico compendio de aventuras y desventuras de los principales grupos del género.
Tras una buena portada que recrea el inexorable paso del tiempo (y lo actual que puede llegar a ser una Ibanez ArtCore aunque se inspire en las clásicas), y con una encuadernación manifiestamente mejorable, se encierran 40 años de Rock vanguardista condensado en reseñas de discos, anécdotas y otros retazos históricos comentados por años, de más de doscientos grupos de entre lo más florido del progresivo mundial, y aunque alguno se coló “de rondón”, se echan de menos algunos nombres importantes, aunque es fácil entender lo complicado de estar todos los que son (mucho más que ser todos los que están).
Como decía, el texto está impregnado de opinión. Esto ni es bueno ni malo, sino todo lo contrario, más bien creo que es algo inevitable que introduce al libro en el universo del ensayo más que en el de los textos puramente históricos. Hay que sentarse a escribir un libro (y terminarlo… ¡y publicarlo!) para entender las dificultades que entraña plasmar una serie de hechos sin darles la visión particular del autor. Evidentemente, unas veces se estará totalmente de acuerdo, en otras se matizarían algunos aspectos, y en muchos otros casos la opinión del lector será totalmente la contraria. Al menos ese ha sido mi caso, y al final se valora la síntesis histórica y la visión de los hechos, puesto que se brinda la oportunidad de contrastarla con las de uno mismo, cuestión que se antoja difícilmente posible en otro tipo de libros, menos críticos y dirigidos hacia un tipo de público mucho menos introducido, experimentado y, por tanto, menos exigente.
No entraré a valorar, ni siquiera a comentar, el estilo literario. Cada uno tiene el suyo y utiliza el lenguaje o las ideas como quiere o como puede. Tampoco es un libro en el que este aspecto sea fundamental, ya que no se trata de una narración continuada o el relato novelado de unos hechos, aunque a veces de la sensación de “ir y volver” si seguimos la línea del tiempo de algunos grupos.
Se hace más fácil la lectura si ya se conoce la música de los grupos de los que se habla, y se mejora mucho el resultado si se acompaña la lectura con cualquier disco de Yes, Genesis o King Crimson. Por cierto, también hubiera mejorado bastante si las portadas de los discos que se muestran al inicio de cada capítulo/año hubieran sido impresas en color, y si con el libro se regalara un CD-sampler con algunos de los nombres que se mencionan ya sería para nota… en fin, que no sea por no dar ideas para futuras ediciones.
Probablemente sea una obra incompleta por lo que podría dar de sí un estudio mucho más extenso del contexto y de cada disco (no quiero ni pensar los tomos que podrían salir del tema) pero, en resumen, se podría decir que su confección tiene gran mérito y que es un libro que deberían leer no solamente los amantes del Rock progresivo, sino también cualquiera que tenga inquietudes históricas, una mínima curiosidad por cómo se gestaron algunos de los mejores discos de la historia, o, simplemente, quien quiera saber sobre este arte/afición que se llama música.
Salud y que no sea el último.
Alvar de Flack