Hay días que son especiales. De esos que sabes con antelación que debes estar presente, de lo contrario te arrepentirás siempre. Cuando un concierto es más que un concierto, sino una oportunidad de unir pasado y presente, en compañía de muchos otros que, conociéndolos o no, comparten esa misma sensación.
Cualquier aficionado al Rock nacional de mi generación tendrá en Topo una referencia personal, más allá de lo musical. Y es que Topo, Asfalto, Barón Rojo, Leño, Ñu… entraron en nuestras vidas en un período crucial, con tal fuerza que son parte intrínseca de lo que somos hoy en día. Al menos yo lo siento así. Sus canciones y sus letras nos han forjado en lo personal, nos han ayudado a construir nuestra identidad hoy en día. Los propios Topo lo dijeron en su canción “Todos a bordo”: “Estoy oyendo justamente el mismo disco que mi vida revolucionó, tres minutos que pudieron más que quince años de educación”. No pudieron estar más acertados.
El primer disco de Topo se editó en enero de 1979, apenas unos meses después de la escisión de la primera formación de Asfalto. Por tanto, en este 2024 se cumple el 45º aniversario del nacimiento de este grupo clave en la historia de la música (no sólo del Rock) de este país. Con este motivo, Carlos “Nano” Hervás ideó la celebración de un evento en la que su grupo actual, Ron & Blues, recuperara este disco al completo en un concierto. La carrera de Nano Hervás siempre estuvo muy ligada a Topo, hasta el punto que el fallecido Terry Barrios, batería de la primera formación de Topo, también formó parte de Casablanca, banda de Nano en aquella época, y más recientemente Lele Laina formó parte de Ron & Blues durante varios años.
Esta idea inicial fue tomando forma y creciendo según se acercaba la fecha. Entre las visitas a los programas de radio especializados, yo tuve el honor y el placer de recibir no solo a los Ron & Blues al completo (incluido el reciente fichaje de José Barta), sino a José Luis Jiménez y Lele Laina, en una extensa charla de más de dos horas (me niego a llamarlo entrevista) que podéis recuperar aquí: Radio The Sentinel 09-09-2024 – Especial TOPO
Una vez llegado el día del concierto, una vieja y casi olvidada sensación me embargó el corazón antes incluso de acceder a la sala. Debo reconocer que, con el culo pelado de ir a tantos conciertos durante más de cuatro décadas, la ilusión de los primeros años ha ido desapareciendo y suelo ir con bastante tranquilidad. Esta vez, sin embargo, volvieron esas cosquillas en el estómago de la impaciencia, acrecentadas al irme encontrando con viejos amigos (y otros más nuevos) de camino a la entrada.
Una vez en el interior y elegido el lugar idóneo para no perderme detalle, sólo había que esperar a la hora indicada para disfrutar de un día inolvidable.
Con puntualidad exquisita, a las 9 en punto de la noche los miembros de Ron & Blues aparecieron tranquilamente en el escenario para hablar a todos los presentes en una emotiva presentación en la que cada uno de ellos tuvo su turno de intervención: Juanjo Temiño (guitarra y voz), Carlos “Nano” Hervás (bajo), Arturo Sanz (batería) y José Barta (teclados) expresaron sus emociones, lo que significa Topo en general y este disco en particular para ellos, además de anunciar que durante el concierto iban a participar también numerosos músicos que han pertenecido a Topo en algún momento de su trayectoria.
Tras este prólogo, muy bien recibido, y mientras la sala se iba poblando hasta casi alcanzar el lleno, Ron & Blues empezó el concierto con “Autorretrato” ya que, como se había anunciado, la primera parte del concierto iba a consistir en la interpretación, completa y en el mismo orden, del primer disco de Topo. Afortunadamente, este primer tema me sirvió para comprobar que la calidad de sonido iba a estar a la altura de las circunstancias y nos permitiría disfrutar del show en las mejores condiciones acústicas. También el esfuerzo de los componentes de Ron & Blues para acometer con éxito el complejo juego de voces del que hacen gala las canciones de este disco.
Como he comentado con anterioridad, el orden de los temas en esta primera parte del concierto estaba marcado por el disco original. Por ello, el siguiente fue “Abélica”, para el cual Nano nos anunció la colaboración de José Martos, quien ocupó una segunda batería colocada al efecto. En su extensa trayectoria, Martos formó parte de Topo a mediados de la pasada década, con los que grabó el disco “El ritmo de la calle”. El tema comenzó algo dubitativo, con algunos problemas con los teclados de José Barta, pero pronto se enderezó con fuerza, apoyados en la doble batería, con la enorme aportación de José Martos junto a Arturo Sanz. Llegada la parte central llegó también la sorpresa, apareciendo en el escenario José Luis Jiménez, recibido con la ovación que merece. Con una energía envidiable a su edad y una interpretación al bajo aún más envidiable, sí debo decir que sufrió en el apartado vocal, aunque solventó el problema gracias a su extensa experiencia. El tema terminó de forma espectacular a 5 voces (José Luis Jiménez, Juanjo Temiño, Nano Hervás, José Barta y Arturo Sanz), llevando a directo algo realmente difícil.
El siguiente tema fue “La catedral”, uno de los menos conocidos del disco y que ya fue interpretado en directo por Ron & Blues en un concierto reciente. En esta ocasión, la banda contó con la colaboración de Lele Laina, el otro músico histórico de Topo, y también con dos baterías, con la presencia de Miguel Ángel Bullido “Bulli”, que perteneció al grupo a principios de este siglo XXI. Pero, lo más llamativo y emocionante fue que el tema sería cantado por Terry Barrios, fallecido en 1992 y cuyas pistas de voz originales fueron aisladas para que la banda tocara con ellas. El resultado fue muy bueno y, sobre todo, conmovedor. Debo decir que los primeros nudos en la garganta empezaron a aparecer en muchos de los asistentes, yo incluido.
Algo parecido sucedió con el siguiente tema, el histórico “Mis amigos donde estarán”, con el piano de Víctor Ruiz (fallecido en 2005) recuperados para incluirlos en esta interpretación, a la que también se unieron Roger Castro (batería de la formación a finales de los ’90) y Pablo Salinas, guitarrista y teclista que perteneció a Topo a mediados de los 80, siendo muy joven y grabando el histórico “Ciudad de músicos”. Cabe destacar que Salinas se desplazó desde Córdoba, donde reside, ex profeso para su participación en el concierto. Por supuesto, el tema fue cantado a pleno pulmón por todos los asistentes, como corresponde a uno de los clásicos imperecederos del Rock nacional.
Tras esta sobredosis de emoción, el siguiente tema fue el delicioso y tierno “¿Qué es esta vida?”, con los dos componentes originales de Topo en escena, Lele Laina y José Luis Jiménez, en una interpretación maravillosa con un juego de voces excelso que nos sacó la lagrimita a más de uno.
Siguiendo con el emocionante repaso al disco, “El periódico” contó en el escenario con Lele Laina y desde la pantalla de vídeo con Kacho Casal, gran batería que grabó aquel “Ciudad de músicos” y al que un concierto con su banda actual, Rock con Ñ, le impidió estar presente. Para solventar este inconveniente el simpático batería urugayo grabó su parte de batería en un estudio y fue incluida en la interpretación, con gran trabajo de coordinación que a veces se desvió un poco del objetivo.
Siguiendo el guión marcado por el disco, el repaso a este trabajo finalizó con “Vallecas 1996”, con la participación de Luis Cruz, excepcional guitarrista que además de grabar aquel “Ciudad de músicos”, pertenece también a la formación actual de Topo, al igual que como Jesús Sánchez Almodóvar “Almo”. En esta ocasión también tuvimos la oportunidad de disfrutar de la voz de Terry Barrios, aislada de nuevo de la grabación original para unirla a la interpretación en directo del resto de músicos. Esta difícil tarea tuvo algunos fallos de sincronización que fueron solventados sobre la marcha y que no le quitaron un ápice de emoción. El tema finalizó con el espectacular solo de salida que Luis Cruz lleva haciendo en los últimos tiempos y nos deja, como siempre boquiabiertos.
La primera parte del concierto se había completado con un éxito absoluto. El primer disco de Topo había vuelto a la vida, con unos invitados de lujo, una interpretación emocionante y un recibimiento del público acorde a todo ello. Pero la noche nos iba a deparar muchas cosas más: Nano Hervás anunció que, evidentemente, la noche no había terminado y que el resto del concierto iba a consistir en temas de aquel año 1979, “algunos meses arriba y abajo”.
Los dos primeros que pudimos disfrutar pertenecen también a la carrera de Topo, como fueron el “Blues del dandy” y la exquisita “Colores”, tras la que hubo un recuerdo al primer disco de Asfalto con “Ser urbano”, todas ellas cantadas de principio a fin por el numeroso público presente.
Pero no sólo habría recuerdos a la historia de Topo (y Asfalto), sino pudimos escuchar otros clásicos de la época como el recuerdo a Miguel Ríos con “Rock and Roll bumerang” y una muy endurecida “Pongamos que hablo de Madrid”, con mucha más fuerza de la que concibió Joaquín Sabina al componerla, cerrando esta fase del concierto con la siempre aclamada “El tren” de Leño, con todo el aforo sacando el adolescente que aún llevamos dentro.
Llegado este momento, Nano Hervás desvela una sorpresa que muy pocos sabíamos: Ron & Blues saldría del escenario para dar paso a la formación actual de Topo, quien iba a regalarnos un pequeño set inolvidable. Y en efecto, José Luis Jiménez, Lele Laina, Luis Cruz y Almo se quedaron solos en el escenario para hacernos disfrutar con “Cantante urbano” (uno de mis temas preferidos de su repertorio) y “Trae contigo tu amor”, la adaptación al castellano del “Bring It Home To Me” de Sam Cooke que han hecho suya desde sus tiempos en Asfalto y que reflejaron en aquel disco “Pret a porter”.
Pero ahí no terminarían las sorpresas: cuando Lele Laina iba a continuar su mini-concierto, Nano Hervás le interrumpió para anunciarle algo que seguro no olvidará nunca. Su hija, Cintia Laina, venida expresamente desde Suiza para este concierto, apareció en el escenario con dos ramos de flores, uno para José Luis Jiménez y otro para su orgulloso padre. Con unas conmovedoras palabras que nos emocionaron a todos, puso el broche de oro a una noche inolvidable, que tuvo su colofón con “Mis amigos donde estarán”, esta vez con todos los músicos que participaron en el concierto juntos en el escenario, en un fin de fiesta que, seguro, no olvidaremos ninguno de los presentes.
Al término, las fotos de rigor y esa sensación de haber presenciado algo histórico que recordaremos siempre. Por ello, desde aquí quiero dar las gracias a Nano Hervás por haber ideado y organizado este concierto, a Ron & Blues por tanto trabajo para llevar este repertorio con éxito a un escenario, a todos los invitados que con su presencia enriquecieron un concierto único y, sobre todo, GRACIAS a José Luis Jiménez y a Lele Laina por haber llenado mi vida y la de tantos otros de tantas canciones, de tantas letras con las que sentirnos identificados y, sobre todo, para convertirnos en parte de lo que somos hoy.
Texto: Santi Fernández “Shan Tee”
Fotos: Ernesto Estébanez Boatas
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