Crónica originalmente publicada en catalán en El Rock-Òdrom
La banda se presentaba en la capital presentando su obra más reciente, “Daimon”, dentro de la gira “Daimon Tour”, donde ya han recorrido países como Colombia, Guatemala, Ecuador, Honduras y Costa Rica, en algunas fechas colgando el cartel de sold out, además de anunciar recientemente que estarán en Chile y México el próximo año.
WarCry se presentaba ante su público español, tantas ganas había que colgaron el cartel de sold out, y mucha gente se quedó fuera sin poder ver el regreso de la banda.
Para España solo han anunciado conciertos en Madrid y Barcelona, como vienen haciendo desde hace un tiempo. Suelen hacer muy pocas fechas por territorio ibérico, aunque ya pudimos disfrutar de ellos en el Festival Leyendas del Rock, donde la banda nunca falla a su cita.
En la capital agotaron las entradas porque, evidentemente, había muchas ganas de ver el directo de la banda, y no había mejor emplazamiento para dicha presentación que en la mismísima Plaza de Toros de Las Ventas, un lugar acotado dentro de la plaza donde desde hace ya algún tiempo se celebran eventos y conciertos de toda índole.
Debido a su anuncio de “todo vendido” se habló incluso de ampliar el aforo, pero todo ocurrió tan rápido que no tuvieron margen de maniobra. Incluso se valoró la posibilidad de hacer doble fecha, como ya hicieron hace unos años en la Sala La Riviera de Madrid, donde tocaron dos días seguidos, pero como ya digo, no hubo margen para ello. Una pena, pero está claro es que había muchas ganas de disfrutar del regreso de la banda y sobretodo de su nueva obra, “Daimon”.
En esta ocasión los asistentes tenían dos horarios de entrada, dependiendo del ticket que hubieran adquirido: la entrada “Soundcheck Experience” (más conocida como entrada VIP) permitía estar una hora antes, asistir a la prueba de sonido y además, tener algunos regalos de la gira; La entrada “Early” era la entrada normal. Ambas opciones estaban, como ya digo, AGOTADAS.
Los que pudieron entrar una hora antes disfrutaron de la banda en un ambiente más distendido. Además de los obsequios, pudieron presenciar la interpretaron de varios temas e incluso ver en primera persona todo lo que conlleva la preparación de un concierto, interpretaron algunos temas sin la voz de Víctor, donde la banda se mostraba tal y como son, bromeando con el público y sobre todo haciendo participes a los asistentes. Además, se podían comprobar las charlas y anotaciones que hacían con los técnicos de sonido y escenario.
Las puertas se abrían para el público general a las 19:00 h., aunque tendríamos que esperar poco, menos de una hora, para la aparición de la primera banda. Porque sí, WarCry, no actuaba solo en Madrid, también estaban los míticos Dark Moor, que también presentaban su poderoso directo
Aunque no eran el primer plato, había mucha gente expectante y con ansias de la actuación de la banda y así poder disfrutar del lavado de cara de algunos temas, como la nueva versión de “Mío Cid”, un tema mítico que ya salió en su disco “Ancestral Romance” o “El último Rey”. tampoco faltó “Héroe del mar”, y cómo no, su versión de la épica y mítica “La canción del pirata”.
Lo que destacaría de la actuación de Dark Moor fue el sonido, quizás la voz algo saturada y muchas cosas que no estaban bien ecualizadas, pero que no impedía poder disfrutar de los madrileños, pues son un referente dentro de su género y que, sin duda, tuvieron una gran acogida.
Después de la correspondiente foto de despedida, el escenario se llenaba de gente para poder cambiar algunos aparatos, cables e instrumentos para el plato fuerte de la noche. No se harían esperar mucho, ya que como estaba previsto a las 21:00 comenzaba el concierto de WarCry.
Lo más destacable de la puesta en escena es el escenario decorado acorde a su última obra reciente y la ya mítica pantalla donde, a modo de intro en el primer tema de la noche, proyecta toda la trayectoria de la banda hasta presentar a sus miembros, así como los atuendos que llevan, todos ellos vestidos de igual manera, con una única diferencia variante que ya pudimos disfrutar en el disco: Y es que para la temática y el diseño de su última obra, cada integrante pudo confeccionar un símbolo o escudo que representara algo de la persona y en sus directos han decidido utilizarlo para sus ropajes, todo ello diseñado bajo la supervisión de una profesional del sector que ha trabajado en series de renombre como “Juego de Tronos”. Sin lugar a dudas, un punto muy favorable y uno de los grandes cambios de esta nueva etapa de la banda, mucho más renovada.
Además, la gran pantalla, que llevan utilizando varios años, va mostrando imágenes de los temas que están interpretando, inclusive el videoclip de alguna canción.
El set-list elegido fue algo que sorprendió a muchos, ya que aunque la banda presentaba su último disco, muy pocos temas de ese trabajo fueron interpretaron, dejando cabida a canciones de todas sus épocas y, cómo no, sus grandes éxitos.
Todo empezó con “A por ellos”, el tema de apertura de su reciente álbum, seguido de “Que se vaya”, que también presentaron a modo de videoclip y que se podía visualizar en la gran pantalla, tras el que vinieron clásicos como “Nuevo mundo”, “Alma de conquistar” o “Perdido”.
“Desde el dolor” era la siguiente, un tema cargado de simbolismo, un corte a medio tiempo, pero muy significativo, sobre todo para el propio Víctor, al que en algunos momentos se le vio especialmente emocionado.
Había que levantar los ánimos y tocaba el turno de temas con garra: “Quiero oírte”, “Siempre” o “Ardo por dentro”. En este último, Santi suele hacer un pequeño medley donde con su teclado interpreta pequeños fragmentos de canciones de la banda y siempre hace un pequeño guiño a su famosa “Nana”, que muy rara vez suele entrar en el repertorio.
“Cielo e infierno”, “Coraje” y “Cobarde” fueron las siguientes, seguidas de otro tema del nuevo disco y una de mis favoritas, “Para Siempre”, donde la letra es un agradecimiento a toda la gente que les sigue, y además hace un pequeño guiño a sus inicios, mencionando al “Pueblo maldito” (tema de su primer disco) y “Aquí estaré”, mítico tema compuesto por Víctor en su etapa con Avalanch.
No podían faltar otros temas como “Capitán Lawrence”, “Devorando el corazón” o la coreada “Tú mismo”, que haría las delicias de sus seguidores, seguida de “Solo sé”, el primer corte que presentaron de su obra más reciente, un tema que fue muy criticado en su día, pero que la gente lo coreó con ganas y que ya forma parte del repertorio de la banda.
Tras un pequeño descanso llegaron los bises, interpretando cuatro temas. Para mí la sorpresa fue “La maldición del templario”, un tema acompañado de una intro recitada, una de mis favoritas del disco “Inmortal”, seguido de “La vida en un beso” y, como colofón final, dos grandes mastodontes de su repertorio: “El guardián de Troya” y, sobre todo, “Hoy gano yo”.
Si tengo que destacar algo es el nivel que demuestra Pablo García, quien para mí es un reclamo para ver a WarCry encima del escenario: ver la felicidad de ese hombre, cómo toca su instrumento, las ganas que le pone, lo que disfruta y, sobre todo, las caras que pone, no tiene precio… En mi opinión sin desmerecer a ninguna de las bandas referentes del país, Pablo García está un escalón por encima del resto de sus compañeros, ya no por su calidad, sino por todo lo que proyecta, su puesta en escena y, sobre todo, por el show que ofrece en los conciertos, interpretando temas clásicos del Rock y Metal internacional, además del buen feeling que tiene con el público y sus bromas hacia Víctor García, al que hacían que por momentos se le olvidara el tema que estaba cantando. Sin duda, uno de los más grandes guitarristas que tenemos hoy en día en este género.
El resto de integrantes son una maquina muy bien engrasada, llevan ya muchos años recorriendo España y parte de américa y siguen dando que hablar. Aunque no se prodigan mucho por nuestra tierra, se notan las ganas que tienen de seguir y de mostrarnos lo que están dispuestos a dar. Por ende, Víctor García, aunque se le nota el paso de los años, sabe adaptarse a su banda y busca alternativas para poder seguir estando a un muy buen nivel. Lejos quedan ya esas notas altas desgarradoras las que nos tenía acostumbrados en épocas pasadas, pero ha sabido adaptar bien su música a su voz actual. En cuanto a Santi y Rober, se les ha visto su gran evolución en este nuevo disco y disfrutan como enanos encima del escenario. Completa la banda Rafa Yugueros a la batería, una persona tranquila, tímida, sosegaba, incluso despistada, que en el escenario se transforma, lejos de ser una batería que en directo impresione a primera vista, es un músico muy fiable donde cada golpe, cada timbal, cada nota, está donde tiene que estar. Un buen motor para esta máquina llamada WarCry.
Si tuviera algo malo que destacar, no sería la banda sino el recinto. Entiendo que estamos en un espacio acotado, una especie de carpa instalada dentro de Las Ventas, pero estábamos como sardinas en lata. Quizás podrían ampliar el espacio algo más para dejarnos disfrutar el concierto sin tener que estar agobiados. También hubo quejas en la zona de personas con movilidad reducida y su poca visibilidad, donde los asistentes no tenían opción de poder “reservar” esa zona en la compra de las entradas, por lo que el recinto se vio superado ante la cantidad de gente con ese problema. Además, a eso le sumas la ubicación de dicha zona y su entablado, a ras del suelo, haciendo imposible para estos los asistentes tener algún tipo de visibilidad. Esas cuestiones se deberían de resolver cuanto antes para futuros eventos.
Texto y fotos: Hugo Martínez