Editorial Octubre 2023 “Incomunicación”

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Tienes un grupo. Incluso un grupo bueno con algo de nombre ganado a base de años de mostrarte al público. Pasas muchas horas estudiando y trabajando tu técnica, buscando inspiración para hacer canciones y sacando tiempo de donde no lo tienes para ensayar con tu grupo hasta conseguir que la banda suene bien. Grabas tus canciones y te dejas una pasta en editar los discos. Buscas una sala para tocar y tienes que reservarla con muchos meses de antelación y pagar un alquiler que sabes que difícilmente vas a recuperar. Haces un cartel chulo con el concierto y lo cuelgas en el Facebook del grupo. Y se lo dices a tu familia y a tus amigos.

Llega el día del concierto y la sala está casi vacía. Te encabronas y te quejas de lo mal que está la situación del Rock, que la gente no va a los conciertos.

¿Veis dónde está el fallo? ¿En qué punto se podría mejorar esta operativa, común en la mayoría de los grupos?

La respuesta es simple: Comunicación. Hay vida más allá de las redes sociales, mucho público potencial no utiliza habitualmente Facebook e Instagram, y aunque lo haga no está pendiente de todas las publicaciones que le llegan, aún en el hipotético caso que el dichoso algoritmo decida mostrárselas.

La realidad de la escena del Rock en España muestra que hay páginas web y programas de radio que ofrecen promoción gratuita (estás leyendo uno de esos casos). También hay otros medios, tanto virtuales como físicos, que ofrecen posibilidades de promoción por un precio en muchos casos irrisorio. Además de publicitar tu concierto ayudarás al sostenimiento de ese medio al que luego buscarás para una entrevista o una reseña de tu disco. Hay también otras opciones, como pegar carteles, repartir octavillas en los conciertos previos de grupos del mismo estilo musical, en las propias salas o en los garitos de nuestra música.

Personalmente conozco muchos casos de conciertos de los que me entero de rebote, a última hora o incluso ya pasada la fecha. Y si me pasa a mí, que llevo una web, un programa de radio y soy asiduo de las redes sociales, imaginaos lo que les llega a aquellos potenciales espectadores que no estén tan metidos “en la pomada”.

Hay que darse a conocer, publicitar el concierto para que todo el mundo lo sepa. Luego ya decidirán ir o no, pero quien no lo sepa seguro que no va a asistir al concierto. Una buena publicidad no garantiza el éxito de un concierto, pero una publicidad casi nula sí garantiza su fracaso.

Nos vemos en los conciertos

Santi Fernández “Shan Tee”