LÈPOKA – Sábado 27 de mayo de 2023, sala Wolf (Barcelona)

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Crónica originalmente publicada en catalán en El Rock-Òdrom

¡Buenas metaleros y metaleras! Hoy hablaremos del concierto del sábado 27 de mayo en la sala Wolf, que nos trajo al grupo Lèpoka.

Por si todavía no tenéis mucha idea del grupo, os pongo un poco en contexto: Son un grupo de Castellón de la Plana que se inició a finales del 2009. Hablar de estos chicos es hablar, sin duda, de una de las bandas de Folk Metal más prometedoras y que ha sabido marcar diferencia con sus antecesores, cargados de mucho ritmo que invita a bailar y, como dicen sus canciones, también invitan a beber para acompañar sus melodías.

Un año después de su anterior visita, vuelven a presentarse en Barcelona para despedirse de la gira “El baile de los caídos”, para concluir el tour de 2023 del disco “El último baile” antes de que empiecen de nuevo a girar con su inminente álbum que ya están gestando.

Los componentes de Lèpoka son: Dani (voz), Zarach (vientos), Dio (guitarra), Dani (violín), Popez (guitarra), Zaph (bajo) y Jaume (batería).

Este concierto tenía la particularidad de que se abría con un acústico a las 19:30 denominado “Folkohólica!” y al que obviamente entré para ver cómo se las gastan en este tipo de directos, para mí más complicados, pero sin ninguna queja digna de mención. ¡Al contrario! Estuvieron geniales y se hicieron con el público nada más empezar el show.

Con los miembros de la banda en el escenario y todo el público anhelando el inicio, Dani, muy educadamente, nos dio la bienvenida al público y las gracias por estar ahí.

Hicieron sonar sus canciones más emblemáticas, pero con mucho más relax… O eso pensaba yo… ¡¡Porque el público tenía ganas de fiesta!! Bailaron y corearon a pleno pulmón las canciones de la banda, calentando motores por la entrada del concierto que empezaría en una escasa ¡¡media horita!!

A pesar de que era la primera vez que disfrutaba de este grupo en directo, a la vez volvía a visitar la sala antiguamente conocida como Metalzone, después Señor Lobo o, como se denomina ahora, Wolf. ¿Qué decir de esta mítica sala de fiestas? Pues quizás que para conciertos no es la sala más idónea. Nos recuerda a un templo griego, pero sin ese encanto. Un montón de columnas, algún mini podio para subirse y mover las caderas y un escenario apoltronado en el fondo que te limita la vista. En definitiva, un puto tubo que, no obstante, no impidió que disfrutáramos del concierto.

Una vez apagadas las luces, y después de una visita rápida a la barra para cogernos una agüita amarilla con espuma, con una épica intro saltaban a la escena estos siete personajes para hacernos disfrutar con la irresistible “El baile de los caídos”. ¡Cómo se nota que estos chicos van a por todas! Arremetieron con las canciones la una tras la otra, confiando plenamente en este último trabajo con “Eternia”, el “Heavyátrico” y “Pandemónium”, con un público que, a decir verdad, estaba un poco parado. Eso sí, con los brazos en alto coreando todas las canciones.

Afortunadamente, a lo largo de la noche la cosa se fue calentando debido (o no) a una ancestral bebida hecha de cebada que hizo que empezaran a emerger las primeras “ollas” que tanto caracterizan este estilo más folclórico. A destacar sobre todo la juventud de los participantes, que rondaban la veintena de años y eran de lo más variopinto, con bastante público femenino. Una fiesta donde todo el mundo es bienvenido.

Hubo unas palabras de Dani para felicitar al asistente más joven de la sala, un pequeño muchachito de quizás ocho añitos que se estrenaba en su primer concierto y que iba subido encima de los hombros de su padre.

Lo siguiente a sonar fue un medley de “El picorcito” + “Skall” + “Resakoff”, canciones dedicadas a los más borrachos de la sala, continuando con la metalera “Sombra de libertad”, para luego meternos de pleno ante una de las sorpresas de la noche: “La batalla con los cueros de vino”, un cover que se incluía en el disco de los gaditanos Saurom (uno de los tres grandes padres del folk en España), “Mester de juglaría”. Hay que recalcar también el gran cover de los folk-metaleros Salduie.

Como casi todo concierto, siempre hay un momento más emotivo, y esta vez llegó con un Dani sumergiéndonos en “En este sueño”, el tema lento de este último disco.

Después de la calma volvió la tormenta con la irresistible “Bersekers”, con un pequeño sector de gente ya muchísimo más desatado, yendo de lado a lado, como si de barcos a la deriva se tratara.

Continuaron con “La huella del dragón”, otro de los temas más metálicos de este disco y mi favorito, con un breve guiño más festivo hacia al final que me recuerda a los míticos Celtas Cortos.

Prosiguieron con la irresistible “Samhain”, con algún bramido de Dani y una banda con un sonido más próximo al Thrash. Bien es verdad que la parte más instrumental de la canción me pareció un latigazo. Después, deprisa y corriendo nos invitaron a un breve “Chupito”, tema, también como el anterior, de su primer disco.

El final de la noche se fue acercando con otra ronda de temas cañeros, con el señor Zarach a la gaita llamándonos a filas, como si de una batalla al más puro estilo Braveheart se tratara, para atacarnos con la épica “Goliardos”. ¡Qué bien suenan los instrumentos de viento! Y el ritmo no decayó, con un Dani que nos obligaba a agacharnos durante la canción “Seguimos en pie”.

Y como guinda del pastel para cerrar esta jornada, después de la típica despedida de todos los grupos con el público coreando “otra, otra”, volvieron con “Contra viento y marea” y “Yo controlo”, para despedirse del público hasta la siguiente ocasión.

Sin duda, marché con un buen sabor de boca por haber disfrutado de una noche con una de las más prometedoras bandas de Folk españolas. Será un gran acierto si consiguen fusionar bien el Folk Metal con este sonido que nos traen de algunos temas con pinceladas más de Ska, manteniendo ambas partes en perfecta armonía para así ampliar el número de “goliardos” que les siguen.

Texto: Olga Rodríguez