Entrevista originalmente publicada en catalán en El Rock-Òdrom

Bueno, empezaremos un poquito por conocer cómo se crea esta banda chicos, ¿qué hace que Nacho y Pedro os unáis?

Buenos días Olga, soy Nacho Fernández, vocalista de Reylobo y es un placer para mí estar contigo y con los lectores en esta entrevista. Pues como bien dices Reylobo lo fundamos Pedro Gallego a la guitarra y yo allá por 2019 con el proyecto de nuestro primer álbum, “El octavo pecado”. Hemos sido amigos desde que éramos unos enanos cabroncetes, desde la más tierna infancia en el colegio. Siempre hemos sido amantes de la música y juntos nos adentramos en este mundo de magos, avalanchas y llantos de guerra, así que ya desde muy jóvenes comenzamos a desarrollar esta pasión musical. Iniciamos algunos proyectos musicales y a cierta edad pausamos este ambicioso aspecto musical y nos centramos en los estudios y posteriormente en el trabajo. Una vez estabilizamos nuestras vidas en ese aspecto y sabiendo cada uno que el otro tenía esa ausencia en el corazón, la falta de hacer ese proyecto que desde pequeños deseábamos, hablamos de ello y decidimos darle salida a “El octavo pecado” y, con unas cervezas y cuanto más lo hablábamos, nos dábamos cuenta de que dicho sueño podía hacerse realidad, así que comenzamos a trabajar y a estudiar para sacar lo que teníamos en el alma y darle forma de disco.

Si no me equivoco, en los inicios teníais a Álex Molina como batería, ¿no? ¿Cómo llegan Guillermo (Momo), Wen y Miguel a vuestro equipo actual?

Una vez que teníamos el proyecto de “El octavo pecado” iniciado y la composición del disco, o la maqueta en aquel momento, mejor dicho, finalizada, decidimos darle forma a la banda e integrarla con grandes músicos que conocíamos y con los que nos unía una fuerte amistad, así que se unieron a nuestras filas Alejandro Molina a la batería, Wenceslao Miralles al bajo y Miguel Torralba al teclado. Al poco tiempo de estrenar “El octavo pecado” y dar nuestros primeros pasos por los escenarios, Alejandro se apartó del grupo y se unió el que venía siendo nuestro técnico de sonido y apoyo en todo, tanto musical como personalmente hablando, Guillermo Barranco, más conocido para todos ustedes como Momo.

También he visto que os definís como un grupo de Power Metal Melódico. ¿Qué os ha hecho decantaros por ese estilo?

Sinceramente creo que no puedo definirte bien, ni sabría hacerlo, el estilo que hacemos. Hay tantos estilos que ya me pierdo y ni siquiera sé muy bien dónde radican sus características. Creo que nuestro estilo es hacer la música que nos sale del corazón y seguramente nos integraremos en gran medida en alguno de los géneros, entiendo que por la influencia que han tenido algunos grupos en nosotros desde que éramos unos pequeñajos. Claramente no se puede uno despojar de lo que le ha hecho sentir la música y lo que le ha acompañado a ser la persona que es en el día de hoy, así que entiendo que por esas influencias tomamos cierto camino hacia el Power Metal, pero repito que intento que el género no sea algo que defina nuestra composición musical, sino que lo sea el corazón, buscando siempre que lo que creas haga que se te erice la piel.

Si tuvierais que elegir una o varias bandas de referencia ¿cuáles serían?

Avalanch, Saratoga, Mago de Oz… son bandas que nos han acompañado desde que empezamos a configurar nuestra personalidad musical y nos han dado mucho en qué pensar, así como grandes sentimientos. Grandes bandas del panorama español como WarCry, Saurom, Stravaganzza… y del panorama internacional, por supuesto, Helloween, Edguy, Rata blanca, etcétera. Aunque en lo personal por supuesto tengo mis placeres como Queen, U2, Scorpions, etc.

El primer CD, que lleva por nombre “El octavo pecado”, salió en marzo de 2021 con la pandemia del Covid por medio, contadnos un poco, ¿cómo lo vivisteis?

El disco “El octavo pecado” se produjo y masterizó en estudios Sanctuarium de Alberto Rionda. A causa de la pandemia, a la hora de las grabaciones finales, cuando ya lo teníamos todo preparado y organizado para grabar en los estudios Sanctuarium, llegó el confinamiento y se nos desbarataron los planes. Así que en vez de paralizar el proyecto decidimos reinventar un poco lo que teníamos organizado y desarrollar junto al productor un sistema de grabación telemática, donde, por ejemplo, en mi caso monté un pequeño estudio personal en casa para la grabación de todas las voces y coros y pudimos hacerlo monitorizando a distancia la grabación y puliendo y perfeccionando todo lo que necesitábamos gracias a ese sistema.

Nos gustaría saber cómo habéis llegado a tener de productor a Alberto Rionda ¿Cómo se produce este contacto?

Pedro ya tenía relación con Rionda, había dado clases con él y había asistido a algunos eventos en su estudio. Cuando teníamos compuesto el álbum, decidimos que para pulirlo y perfeccionarlo necesitábamos la mano de un maestro y no podía ser otro que Rionda, al que siempre hemos admirado. Nos pusimos en contacto y le presentamos el proyecto. Con “Infinito” sencillamente le comentamos que estábamos con todo preparado para empezar a producirlo, y que queríamos que siguiera con nosotros, si estaba de acuerdo. Y se sumó. La verdad es que sentir que te apoya y confía en ti un maestro de su categoría no tiene precio.

Y ahora con este segundo CD, de nombre “Infinito”. Hemos visto que habéis hecho estreno este pasado 6 de mayo en vuestra tierra, en Murcia, en la sala Garage Beat Club. ¿Qué tal ha ido? ¿qué planes de gira tenéis al respecto?

El primer concierto en el que estrenamos “Infinito”, aquí en nuestra tierra, la verdad es que fue espectacular. Llevábamos muchos meses trabajando en el show que queremos dar en esta gira de “Infinito”, hemos reunido muchísimos elementos para poder hacer que el público se integre en la historia que estamos contando y, por supuesto, lo pase genial. Así que este primer concierto salió espectacular y sé que los que están por venir van a salir igual de perfectos o más. Ya estamos cerrando varias fechas por toda España con bastantes sorpresas, así que os propongo que estéis pendientes de nuestras redes sociales, ya que en concierto no vamos a defraudar y vais a pasar una noche increíble.

Sin más preámbulos, vamos a hablar de estas 11 canciones, con mucho trasfondo. Si tuvierais que elegir una de ellas… ¿Por cuál os decidirías?

Es difícil elegir entre los hijos, ¿no? Creo que la canción que más me hace sentir de todas al final es “El adversario”, que es el epílogo del disco y la canción que cuando compuse más me despertó los nuevos registros y herramientas que ahora estoy utilizando como vocalista. Además, es la única canción de todo el disco que no tiene como inspiración una obra literaria, porque se desarrolla en nuestra realidad, las demás son el viaje de nuestro protagonista por distintas realidades en busca de una persona perdida. Así que creo que “El adversario” lo contiene todo: el sentimiento, el dolor, el llanto, la aceptación y la esperanza.

Pongamos un poco en contexto a los oyentes, tenéis varias colaboraciones en vuestras canciones, cuatro exactamente si no voy errada, contadnos un poco sobre ellas.

Sí, más que colaboraciones son participaciones de amigos, porque finalmente es lo que son. Por un lado, tenemos la colaboración de Valentín Miralles al violín, instrumento con el que nos estrenamos y ha alzado con su profesionalidad ciertos temas del álbum; y de Rafael Lázaro, que hace un solo increíble de guitarra en “La escalera de la creación”. Y por otro lado tenemos la voz del gran Miguel Ángel Franco, de Saurom, en “Hidalgo”, que crea junto a mí un dúo quijotesco, y como segunda colaboración vocal tengo a mi cantante favorito desde que me inicié en estos lares, que es Leo Jiménez en “El hambre”, ha sido todo un sueño poder compartir una canción con él.

Ahora voy a hacer una pregunta en concreto a Wen, ¿Cómo se te ocurrió hacer ese canal de YouTube, interesantísimo por cierto, hablando de las canciones? ¿Qué finalidad buscas?

Hola Olga, soy Wen, bajista de Reylobo. La idea es acercar un poco el mensaje y la temática de “Infinito” a todo el mundo. Creemos que es una historia muy interesante, cargada de matices, y queríamos acompañar a la gente en esa escucha, para complementarla. Nos importa mucho que cada cual haga “Infinito” suyo, así que ofrecemos esta interacción para posibilitar que lo conozcan lo máximo posible y los oyentes sean también parte de Reylobo

Bueno, pues hasta aquí el pequeño interrogatorio al que os hemos sometido. ¡Muchas gracias por la atención y las respuestas a nuestras preguntas!

Muchísimas gracias Olga, y a todos los lectores. ¡¡¡Nos vemos en el Infinito!!!

Entrevista: Olga Rodríguez