Reseña originalmente escrita en catalán en El Rock-Òdrom

Estamos ante un disco de Power Metal épico de los buenos, que probablemente deslumbre a aquellos que disfrutan de Blind Guardian, Manowar, Rhapsody y compañía.

El disco en cuestión se compone de 8 temas bastante inspirados a nivel melódico y ejecutados con el saber hacer que merece un trabajo de estas características. Todo esto acompañado por el particular hecho de que la voz del cantante es de tipo operístico, lo cual le da un rollete bastante fresco.

Por lo que sé, el cantante ha dejado el grupo habiendo grabado dos discos muy buenos. A ver como se lo montan en el futuro para encontrar recambio.

La canción que abre es “Pendragon”, mitos artúricos y doble bombo, ¿Qué más le podría hacer falta a una persona de bien? Nada, hacedme caso.

“Inquisition” es otro temazo, como el homónimo y todos los otros, pero no puedo evitar destacar “Blackened Sky”, una obra de unos 12 minutos que he escuchado una y otra vez en bucle durante semanas (alternando con otras cosas, evidentemente) y que, desde mi punto de vista, es una de estas obras superlativas que te lanzan a las calles en busca de batallas. Las cuales, por cierto, no encontrarás, hay que joderse…

En definitiva, otro de esos discos que salen últimamente y que hacen que merezca la pena estar al corriente de las nuevas generaciones de músicos “jebis”, de esos chungos y yonkinómanos.

Quico Vicens-Picatto Gual