Cuando vi que Bernie Marsden iba a dar un concierto cerca de mi casa, en una sala con capacidad para unos 300 espectadores no dudé en comprar mi entrada con antelación. No todos los días es posible tener a una leyenda del hard rock (el 50% de la mágica dupla de guitarras de los mejores tiempos de Whitesnake) dar un concierto contigo a dos metros de distancia.

El concierto tenía el aliciente de estar dividido en dos partes. En la primera, Bernie Marsden se subió al escenario con una guitarra acústica y fue intercalando versiones de Whitesnake (con mucha mejor voz que el David Coverdale actual), Fleetwood Mac o “Key To The Highway”, con respuestas a las preguntas que le hacia la gente y narraciones de diversas anécdotas de su carrera, en un ambiente de buen humor plagado de sarcasmo británico. Así, pudimos saber que Bernie no tiene a Phil Mogg en alta estima, que le desea buena suerte a David Coverdale con los actuales Whitesnake (jocosamente se preguntaba Bernie si era la formación del año 2019 de Whitesnake o la formación número 2.019), que no tiene problema alguno con las regrabaciones que hicieron de temas suyos (agradeció entre risas la cantidad de dinero en concepto de royalties que le han generado) y que trabajar con Micky Moody no era una balsa de aceite, precisamente (“Moody by name, moody by nature”; N. del T. moody = temperamental). El primer set concluyó con una versión de “From Me To You” tras decir Bernie que sin The Beatles él no hubiera sido músico.

Tras el set acústico hubo un intervalo de algo más de media hora en el todo el que quiso pudo hablar y hacerse fotos con Bernie en el puesto de merchandising y hacerse con copias firmadas de sus discos y de su autobiografía. Muy agradable y cercano, pude hablar con él sobre el disco de blues que grabara hace unos años con Adrian Smith de Iron Maiden. Bernie se deshizo en elogios sobre Adrian como guitarrista y cantante y me dijo que pensaba que era un gran disco pero que, lamentablemente, no sabe si verá la luz en el futuro próximo.

Ya de vuelta sobre el escenario, acompañado por un batería, un bajista y otro guitarrista, Bernie nos deleitó con un set eléctrico. Especialmente brillantes fueron los clásicos temas de Whitesnake (con la audiencia entregada cantando los temas de pe a pa) o la versión de “Oh Well” de Fleetwood Mac, con una desternillante anécdota sobre un reciente encuentro con Peter Green en el que Peter le dijo a Bernie que no estaba tocando bien el tema.

Para el bis Bernie Marsden había reservado un homenaje a un gran amigo suyo, con el que tomaba pintas de cerveza en el Marquee cuando eran jóvenes con el poco dinero que tenían. Dicho amigo no era otro que el gran Gary Moore y el tema en cuestión, “Walking By Myself”, con el que concluyó un estupendo concierto íntimo y poco habitual con una leyenda del hard rock.

Set acústico:

• Till The Day I Die
• The Time Is Right For Love
• World Keeps On Turning
• Key To The Highway
• Ain’t Gonna Cry No More
• From Me To You

Set eléctrico:

• Linin’ Track
• Born Under A Bad Sign
• Walking In The Shadow Of The Blues
• Trouble
• Kinda Wish She Would
• Oh Well
• Place In My Heart
• Fool For Your Loving
• Ain’t No Love In The Heart Of The City
• Here I Go Again
• Walking By Myself

Texto y fotos: Dani “GhostofCain”