DUNKELMIND “Memory II” (2018)

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¿Cuál es el recorrido, la vida, la capacidad impacto en el tiempo que tiene un lanzamiento discográfico hoy en día? Hace alrededor de un año, en una entrevista a Julio Castejón en el programa de radio de esta casa, éste comentaba que el concepto “novedad” tenía una vida de 15 días antes de quedar perdido en la inmensidad de la red. Ciertamente, a no ser que un trabajo discográfico vaya recibiendo un flujo de inversión constante que le permita estar frecuentemente en “la primera página”, la ola de novedades, acontecimientos y nuevas informaciones que diariamente nos inundan, hunden en multitud de casos en el olvido cantidades enormes de trabajos discográficos, independientemente de la calidad de los mismos.

Conocedores de esta circunstancia, el 99% de los grupos saben que no tienen más remedio que partirse la cara para despuntar, ser mencionados y quedar en la memoria de los aficionados al género. Teniendo en cuenta que todos están tan cerca y a la vez tan lejos de la distancia que marca un clic al enlace a su Facebook, Instagram, sitio web o portal de noticias en el que se les menciona con un breve, conseguir que sean los mismos seguidores del género quienes hagan esas menciones espontáneamente deviene fundamental para quedar en la memoria, empezar a tener un nombre que suene e ir logrando, con tesón, tejer una base de seguidores.

Desde mi punto de vista, las actuaciones en directo son un puntal. Ya sea ante una audiencia de 10 personas, 50 o 300, cada uno de esos asistentes a la actuación es una oportunidad que se debe aprovechar al máximo. Durante los minutos que el grupo disponga para mostrar sus credenciales sobre las tablas, y dado que el público no puede hacer un clic a media canción que les lleve a otro escenario, la actitud (¡qué importante!), la entrega, la interacción y, por supuesto, la calidad del sonido logrado y de las composiciones mostradas, impactarán más o menos favorablemente en las sensaciones de los asistentes y, por ende, en la repercusión popular del grupo. Si contra la invisibilidad de la red nada se puede hacer sin grandes inversiones económicas, patearse todos los escenarios posibles y dejarse la piel en cada concierto sí es algo que está en la mano de todos los grupos.

¿Y todo esto por qué lo digo? Además de porque cada vez que asisto a un concierto me reafirmo en esto que acabo de escribir, es porque los madrileños Dunkelmind parece que esto lo tienen bastante claro. Y es por eso que hoy comento este “Memory II” que salió hace ya más de un año y que, como novedad discográfica, hace ya milenios que quedó sepultado por la avalancha de nuevos trabajos publicados en los últimos trece meses.

Dunkelmind están logrando ser mencionados en medios y en bocas de aficionados gracias al impacto positivo de sus directos. A pesar de su aún corta discografía (los EP “Memory” y “Memory II”), actuaciones en salas madrileñas como Nazca Music Live o la Aperitoche de Las Rozas, aun siendo de hace ya unos meses y aún sin dejar de ser una repercusión modesta, abren la puerta a que, también desde la modestia, hoy The Sentinel hable de ellos.

El CD que nos enviaron Eduardo Vázquez (voz), Andrés López (guitarras), Alicia Martín Rivero (teclados), Raúl Villameytide (bajo) y Javier Paredes (batería), Dunkelmind, es una compilación de sus dos EP. “Memory II”, de cuatro canciones más una intro, editado en mayo de 2018, y “Memory” (a secas) como bonus EP con otras cinco canciones y que se editó independientemente en un ya lejano 2013.

Musicalmente, practican un metal que podemos ubicar cercano a lo sinfónico, pero sin grandes ampulosidades, con tintes progresivos que se aprecian sobre todo en el teclado. “Memory Of You”, el tercer corte, es probablemente la canción que más me ha gustado de “Memory II”. A pesar de que entre “Memory” y “Memory II” hay cinco años de distancia, no aprecio grandes diferencias entre ambos EPs, ni en cuanto al sonido de la grabación, ni en lo referente a las canciones. Si acaso, “Memory” lo he percibido ligeramente más duro, menos sinfónico y con más presencia de la guitarra ejerciendo de colchón en detrimento del teclado. Aunque me resulta complicado decantarme por uno de los EPs, tras varias escuchas me parece que, por escoger, me quedo con el primero por canciones como “Kingdom Lost” y “Fly”.

Espero que su trabajo de frutos y la buena acogida de sus directos les permita recorrer cada vez más puntos de nuestra geografía y que se acerquen por tierras barcelonesas. Iré con gusto a verles y espero confirmar en mi propia piel las sensaciones que he recogido de terceros sobre su excelente puesta en escena.

Jebimetal