V LORCA ROCK FESTIVAL: MANOWAR + SLAYER + GAMMA RAY + MÄGO DE OZ + DORO + HORA ZULÚ + HEBREA + SUFRIENDO Y GOZANDO – Sábado 13 de julio de 2002, Antiguo Cuartel (Lorca, Murcia)

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Este año el murciano festival de Lorca vestía sus galas más heavies e internacionales en su quinta edición, y el combo sentinelero no iba a perdérselo de ningún modo (o al menos eso creíamos). Más propio de viaje organizado que de excursión de colegas, arrancábamos ocho alipendes a eso de las dos del mediodía del sábado en un furgón cargado de metralla (en todos los sentidos), una vez hechos los cálculos de la duración aproximada del viaje y de los horarios de los grupos (quién se iba a imaginar que ni los horarios se cumplirían ni la entrada sería propicia).

A la escasa hora de viaje, cómo no, parada para estirar las piernas (y el codo) y meterse algo en la panza en un área de servicio próxima a Crevillente, que de todos es sabido el desgaste de este tipo de eventos, y una vez dentro… Tras la foto de turno de la expedición al completo y haber repostado en todos los sentidos, diviso a lo lejos un claro cada vez más preocupante entre una mata profusa de pelo. A su lado, otra cabellera más corta. Y blanca. No hay duda, son Carlitos y Fernando, la guitarra solista y la flauta del Mägo más conocido del heavy español. Sin demasiado entusiasmo por mi parte aviso al personal de que el grupo se dirige hacia la cafetería, así que si alguien quiere echarse la típica foto de gasolinera yendo a un concierto en la que el grupo también va de camino está a tiempo. Finalmente nos asomamos unos cuantos, más que nada porque es de suponer que a los de Oz les haría ilusión ver a media tropa sentinelera dirigirse a uno de sus conciertos. Nada más entrar interrumpo al Sr. Txus, que se estaba empollando el catálogo video de Private de que disponía la estación, y nos echamos unas fotillos. “Vais siendo demasiados en el grupo”, interjodo, “ya no cabemos en las fotos”. Tras las mismas volvemos a nuestro autobús de gira, que es tarde.

A la entrada de Lorca ya es palpable que un festival heavy se cuece dentro. Tanto las señales como las crines así lo indican. Una vez evacuado el furgón y según nos aproximamos al recinto la sorpresa: “I Rule The Ruins” está sonando, y me da que no es grabado. Y para más inri la punta de la cola ni siquiera se divisa… Esto no puede estar pasando. La que ha sido laaargos años nuestro icono metálico en forma de hembra está descargando a escasos metros de nuestras narices y nos da que no lo vamos a ver. Y nos da bien (por culo). Pero como no solemos perder las formas tan fácilmente aguantamos estoicamente la cola y apechugamos, a ver si pillamos algo (el ciego, porque de la Dorothy ni la sombra). Menos mal que ahí estaba kikytrueno para contárnoslo… (bueno, lo de Doro y demás melenudos)

Texto: Bubba

HORA ZULÚ + HEBREA + SUFRIENDO Y GOZANDO

Casi derretidos por el abrasante calor del pueblo murciano de Lorca, retenido aún más por el cemento del antiguo cuartel, comenzaron HORA ZULÚ, exactamente a las 15’30 h. Sonaban muy potentes, con unos riffs pesados y estruendosos, aunque no se vieron beneficiados por un buen sonido. Me llamó la atención que llevaban un DJ haciendo ritmillos y la voz era medio rapera y muy rasgada. La verdad es que, para los que les guste ese estilo de metal, no estuvieron nada mal.

Tocaron muy poquito, apenas 20 minutos, al igual que los que les seguían: HEBREA. Éstos empezaron a las 16 h. Hacían un heavy mucho más tradicional que los anteriores aunque quizás pecaban de monótonos. La voz, heavy y chillona no sonaba demasiado bien y, a pesar de ir mejorando durante el espectáculo, no era nada del otro mundo. La verdad es que es muy difícil encontrar buenos cantantes hoy en día, si nos centramos en la típica voz heavy, claro.

Eran bastante cañeros, con riffs muy clasicotes y batería un poco aburrida, aunque he de reconocer que los solos de guitarra me gustaron mucho, si no hubiera sido porque sonaban algo distorsionados. La verdad es que esos punteados eran lo más original del grupo. Su última canción (no recuerdo el nombre, lo siento) gozaba de mucha influencia de los alemanes Helloween, cañera y potente, posiblemente la mejor de esta joven banda que puede tener futuro, aunque le falta aún encontrar un estilo propio y diferente.

A las 16’30 apareció Mariano Muniesa (Rock Hard y RockStar) para animar un poco a la peña y presentar a SUFRIENDO Y GOZANDO como el grupo que cuenta con el peor cantante del mundo (y doy fe de que así era…). Eran un grupo de versiones o, mejor dicho, de destroza-canciones (je je… qué mala soy…). Tocaron temas más emblemáticos de grupos sobradamente conocidos como “Symphony Of Destruction” de Megadeth, “Desperate Cry” de Sepultura, “The Trooper” de Iron Maiden, “For Whom The Bell Tolls” de Metallica o “Cowboys From Hell” de Pantera, a cada cual peor… Los gritos de gato estrangulado con los que nos deleitaba este cantante llegaban a ser tan penosos que incluso te hacían gracia. Supongo que fue por ese motivo por el que una gran cantidad de público se apelotonó ante el escenario para alzar sus cuernos y corear tan estropeados himnos. Eso sí, la música sonaba muy potente y el sonido ya iba siendo mejor. No logro hacerme una idea de lo que podrá deparar el futuro a este grupo.

Media hora después de que terminaran Sufriendo y Gozando, a eso de las 17’30 h. llegó mi momento: DORO. Para presentarla, subieron al escenario Mariano Muniesa y el Pirata. A pesar de que el calor estaba a punto de nublarme la vista y que mi cuerpo estaba al rojo vivo, me daba igual, ahí estaba yo, esperando ansiosa que Doro hiciera su aparición. Allí estaba la diosa del metal, tan preciosa como siempre; igual de joven, igual de guapa, igual de heavy y con una voz impresionante.

Comenzó con “I Rule The Ruins”, la cual formaba parte del “Triumph & agony”, disco que sacó con su anterior banda Warlock. Tema bastante cañero y conocido para dar comienzo a este espectacular concierto y comenzar a poner al público a tono. La gran mayoría de la gente que ya se encontraba en el recinto se fue dirigiendo hacia el escenario.

Ya no sólo es de elogiar la potente y rasgada voz de la diva metalera, sino que el grupo también contribuyó en gran medida a que este fuera uno de los mejores conciertos del evento. El bombo te penetraba el pecho en temas como “When East Meets West” o “Hellraiser” y el bajista a lo Joey DeMaio también era bastante bueno. Lo malo es que el teclista/guitarra sólo pudo demostrarnos sus dotes con las teclas en “Für Immer”, pues en el resto de las canciones no se oía absolutamente nada. Este tema, personalmente, fue uno de los que más me gustaron del concierto. Una intro de teclado seguida de esa voz… ¡pelos de punta! La tocaron más rápida que en el disco, mucho más rabiosa y con más fuerza. Además, contó con el aliciente de que, en el estribillo, todo el público coreaba con los brazos en alto.

También es de destacar “Metal Tango”, pero sin duda, la canción estrella de aquel caluroso espectáculo fue “All We Are”. Unos músicos que no paraban de moverse por el escenario y los brazos y las voces del respetable (animado por Doro a cantar con ella) hicieron de aquel tema un momento mágico. Allí estaba yo: viendo a mi ídolo cantando como los ángeles (o como el diablo…) y una masa de melenudos flipando tanto como yo. Realmente sonó increíble, potente, con garra y, sobre todo, muy especial. Desde luego, lo mejor para terminar un concierto. Eran las 18’30 h. y tuve que ir a beberme un litro de cerveza de un trago para combatir el calor y la emocion.

A eso de las 19’10 h. salieron los esperados MÄGO DE OZ. Me chocó bastante el nuevo escenario. Estaba todo lleno de tumbas y ellos iban vestidos en plan Conde Drácula. Todo igual que en su último (y único) disco en directo: “Folktergeist”. Para presentarlos, salieron los dos Marianos (Muniesa y García). He de decir que el segundo me llegó a dar vergüenza ajena las veces que salió al escenario, pues debía ir pasadísimo y no dejó de decir memeces, de ponerse pesado y de acaparar micro cuando no tenía que hacerlo.

En fin, vayamos a lo que nos ocupa. Comenzaron los Mago con “Santo Grial”. La verdad es que me sorprendió, pues ya me esperaba la típica “Satania” para abrir el espectáculo. Las guitarras sonaban bastante distorsionadas y el sonido, en general no era muy bueno.

Continuaron con “Satania” (ahora sí…), para no dejar de dar caña. El sonido seguía sin mejorar, pero la voz de José sonaba como en sus mejores momentos. Se les notaba muy entregados, sin parar de moverse por el escenario y disfrutando tanto o más que los que estábamos allí viéndoles.

Para los que aún no se habían decidido a pegar botes siguieron con “Molinos de viento”, lo cual también me sorprendió, pues la esperaba al final. El escenario se vistió de fiesta con los fuegos y el público no dejaba de cantar este emblemático tema.

Con una preciosa intro de teclado, sonó “El que quiera entender que entienda”, en la que se echó de menos a Pacho (Ankara) y seguidamente tocaron “Santa Compaña”. Fue una pena que el mal sonido no nos dejara estremecernos con los solos de violín y flauta. Y para no dejar de cantar, tocaron “Hasta que el cuerpo aguante”.

Acto seguido vinieron las presentaciones. La verdad es que me encanta ir a conciertos de Mago de Oz porque, además de que la música te da un buen rollo y una fiesta increíble, ver cómo ellos se lo pasan tan bien te motiva mucho más. Son un grupo que se les ve que disfrutan a tope en sus conciertos.

“La Leyenda de La Mancha” sirvió de pretexto a José para hacer que todos nos sentásemos y nos levantásemos al unísono. “Si hemos conseguido que los alemanes lo hagan, vosotros también”– decían. Con “Maritormes” meneamos las cabezas todo lo que quisimos y más y para terminar: “Astaroth”. La verdad es que esperaba ver a Mar con su dulce voz encima del escenario, pero en su lugar, tuvimos que cantar los allí presentes (ni punto de comparación, claro.)

Eran las 20’10 h. y volvieron para hacer un bis de dos temas más: “La danza del fuego” y “Jesús de Chamberí”. ¿Pero dónde está la “Fiesta Pagana”? La verdad es que me encantó ese final, pues además de estar un poco hasta el… de la “Fiesta Pagana”, es que “Jesús de Chamberí” es uno de mis temas favoritos, con lo cual disfruté como una enana. Y para asegurarnos de que el concierto había finalizado, la ya usual “Ancha es Castilla” comenzó a sonar por los altavoces. Un concierto lleno de sorpresas en cuanto a set-list y con unos Mago de Oz muy entregados y un José que se salía por todos lados. Lástima que el sonido fuera tan malo…

Texto: Clara González Lobo “Kiky”

Siempre que he visto a Gamma Ray han ido tapaditos en el cartel, esta vez tenían por encima de ellos a Slayer y a Manowar, digamos que para variar las huestes de Kai no eran la principal atracción del cartel, pero siempre se lo ponen muy difícil a los grupos que tienen por encima.

Telón de fondo con la portada del último CD del grupo, y con un sonido algo más que aceptable empezó el concierto con nada más y nada menos que “Rebellion In Dreamland”; el sonido ya digo que era bueno, nada que ver con el sonido que gozaron los Mägo.

La banda salió a echar toda la carne en el asador (acompañado de un buen vino). La siguiente en caer fue “Dethrone Tyranny”, tema potente que abre el último CD y que en directo gana muchísimo; y si no teníamos bastante, nos meten el “Ride The Sky” de los Helloween; os puedo asegurar que se me pusieron los pelos de punta, Lorca enloqueció por unos instantes, Gamma Ray estaban que se salían y el sonido ya era el deseado.

A partir de aquí ya no recuerdo el orden del set list, pero no se olvidó de los clásicos del “Land of The Free” como el tema “Land Of The Free” y el “Man On A Mission”, donde se fue la luz y la tocaron a oscuras; del “No World Orden” tocaron “Fire Below” y “No World Order” y del “Somewhere Out in Space” no faltaron el “Valley Of The Kings” y “Somewhere Out In Space” en una versión demasiado larga para mi gusto, ya que como viene siendo habitual hace participar al público con los coros, pero llega a ser pesado e incluso aburrido.

Para los bises nos deleitaron con otra buena canción de su etapa en Helloween, ni más ni menos que “I Want Out”. A destacar el buenísimo estado de forma que vi a la banda, desde el bueno de Kai (¡que vaya trago de vino se pegó el muy cabrón!), pasando por Dirk Schlachter, Henjo Richter y Daniel Zimmermann, sin duda nos dejaron con un muy buen sabor de boca, eso sí, si os soy sincero eché en falta el “Heaven Can Wait”.

Texto: Aguskill

Tras la inexpresable decepción de perdernos a Doro, el acople-concierto de unos archivistos Mägo (lo confieso, estoy hasta los mismitos de verlos, y encima nos los traen pa las fiestas de Benidorm –¿un cazo de Mägo, señor?-) y la boicoteada actuación de unos correctos Gamma Ray (muy bueno eso de “thank you for the dark” de Kai) venía la segunda de las razones principales por las que acudir al festival: esa pieza de ingeniería mecánica llamada Slayer. Y como la primera de ellas no se vio satisfecha esta la íbamos a aprovechar doble.

El cansancio a estas alturas se dejaba notar (máxime si tenemos en cuenta que la noche anterior también fue larga), y el ciego más. Pero había que sacar fuerzas de flaqueza. La banda más potente del planeta iba a hacer aparición en escena en breves instantes, así que un poco de caldo pal estómago y algo de 3 en 1 para el cogote y listos.

Por fin se apagan las luces y catapún: ahí tenemos a los cuatro jinetes del Apocalipsis (estos sí) descargando, tras la correspondiente intro, el corte que abre su último trabajo, “God Hates Us All”. Lo sé, un arranque con “Hell Awaits” hubiera sido la hostia, a la antigua usanza. Pero pensado fríamente se quitan un tema nuevo de en medio que luego estorbaría, y que ahora es indiferente (las miradas se agolpan en el grupo, y no puedes evitar contemplar cómo al cabo de los años la mala hostia y la caña sin tregua siguen ahí, inamovibles).

Tom Araya presenta a grito pelao un “War Ensemble” que ya asusta antes de empezar. Madre mía la que se nos viene encima (nunca mejor dicho, luego diré por qué). No puedo evitar dejar de mirarme las suelas por momentos y echar un ojo al escenario: Jeff Hanneman cubierto por su luenga melena rubia y rodilleras-espinilleras en ristre; Kerry King poseído (pos-eso) machacando el mástil como siempre, con el cuero cabelludo totalmente afeitado y dibujando una silueta intimidatoria al trasluz; Tom Araya llevando las riendas y meneando la cabellera en plan helicóptero como si tuviera quince años, y haciendo gala de una voz algo cascada esta noche, que no hace sino acentuar más la brutalidad del conjunto si cabe; y al fondo, ¿Dave Lombardo? A estas alturas todavía ignoro si fue él el que descargó sobre los parches (no me pareció él), pero de lo que no hay duda es que lo clavó. Brutal.

Lamentablemente de esa obra maestra de los ’90 llamada “Divine Intervention” no sonó nada, y sí de su siguiente “Diabolus In Musica” (“State Of Mind”). Creo recordar también un fragmento del “I Wanna Be Your God”, versión sui generis del “I Wanna Be Your Dog” de los Stooges de Iggy, pero no pondría la mano en el fuego, je je…

Y, bueno… a partir de aquí la locura. Avalancha de clásicos y la gente ya sobrevolándote la cabeza y aterrizando a tu lado (obviamente el sector más bruto de nuestra expedición en el ojo del huracán, cómo no). Cuando empiezan a sonar los timbales de “Rainning Blood” no puedes evitar sentir cómo se te dispara la adrenalina e incluso cómo cierto miedo se apodera de ti. Eso va a ser una auténtica masacre. Para ponerle un poco más de emoción al asunto empezamos a subirnos a hombros unos a otros, intentando aguantar el equilibrio entre el pogo bestial. “Hell Awaits” suena ahora (tampoco encaja nada mal aquí), como siempre y como nunca, claro… y venga a agitar las cervicales. “Born Of Fire”“Dead Skin Mask” (la utilizaremos de balada, je je), “Seasons In The Abyss”… en fin, los que estuvísteis allí (o habéis presenciado al grupo en otras ocasiones) sabéis de lo que hablo. No hay palabras. “Mandatory Suicide” suena que atruena, y “Chemical Warfare” vuelve a lo añejo más endiablado.

Uno de los momentos cúmbricos (no recuerdo a qué altura del concierto) sin duda el del ‘message in a bottle’. A algún desalmado se le ocurre hacer diana con una botella de Fanta en el cuerpo de Tom, el cual sigue descargando impasivo hasta finalizar el tema. A continuación, con un claro tono de mala hostia controlada pregunta: “¿quién tiró esto?”, con ese acento chicano que sólo emplea en contadas ocasiones. “No lo voy a tirar, sólo pregunto quién lo tiró…”. El viento silva, Araya rules. “Maricoooon!!!” atruena el veterano frontman, con una mala leche que se masca en el ambiente. Tengo miedoooo…

Para acabar “South Of Heaven” (que siga la crazy) y… sí, lo que todos esperábamos: “Angel Of Death”. Bestial, incluso demasiado diría yo. En frente mía veo a mi colega Sergio que me hace ademanes de subida a hombros. No puede ser que quiera subirme, no se tiene ni en pie. Ya reacciono (el alcohol retrasa lo suyo) y adivino que quiere elevarse como “el ángel de la muerte”, así que saco fuerzas de donde no las hay y allá que te va ese tío. Pogo brutal, ciego bestial y un tío acuestas (qué trabajos nos manda el Señor, con lo agustito que estaría yo viendo “Sábado Fiesta”), que tampoco dura mucho arriba (en el “fly free” se tira el muy suicida al suelo sin avisar, paberse matao).

Lo dicho, lo mejor del evento con creces. Y no me canso de decirlo, uno ha visto grupos de brutal death, grind-core, etc. etc., pero Slayer siguen siendo Slayer. Mi más sentido pésame al sector forero que optó por llenar el estómago en vez de ver esto. La próxima vez ya sabéis…

Texto: Bubba

Muchísimas ganas tenía de ver a los autoproclamados Kings Of Metal, ya que la vez anterior que les vi me dejaron totalmente defraudado, timado y estafado (La Riviera, gira de presentación del “Louder Than Hell”) y me consta que Manowar en esa misma gira hicieron buenísimos conciertos (me dijeron que en Murcia se tiraron casi 3 horas), y en la gira del “Triumph of Steel” en Madrid también me contaron que se salieron; así que tenía que sacarme la espina que tenía clavada de encima.

Iban de cabeza de cartel y la expectación era muy grande, dado que era su único concierto en España, y viendo que sus predecesores en el cartel le habían dejado las cosas muy difíciles, Manowar no tenían más cojones que darlo todo.

Las cosas empezaban mal, y es que ¿cuánto tiempo se puede tardar en retirar el montaje del grupo anterior y montar el de Manowar? Que dicho sea de paso, no llevaban nada especial, o sea, un montón de amplificadores; pués así empezó la cosa, no miré el reloj pero creo que a la hora llegaron (o a mí se me hizo eterno).

Pero cuando la gente más se impacientaba se apagaron las luces, puños en alto a lo Manowar y sonó una intro clásica para dar paso a la presentación del grupo y el mismo a tocar una frenética “Manowar”, como viene siendo habitual para empezar el concierto. El sonido era realmente bueno (por lo menos desde donde yo estaba), quizá demasiado alto, pero al fin y al cabo bueno, y digo lo de alto por el tipo de recinto en el que tocaban; aunque ya se sabe, todos los hombres tocan al 10 (los Spinal Tap al 11).

Sin cesar tocaron “Blood Of My Enemies”, ¡vaya subidón! Esta no me la esperaba! La respuesta de la gente fue bestial; seguidamente y sin parar tocaron nada más y nada menos que “Kill With Power”, con todo el público diciendo eso de “DIE DIE!”; Eric se dejaba la garganta, Karl y Joey estaban como siempre serios pero con ganas y a Scott apenas le vi tras los timbales; y otra vez sin dar ni un respiro descargaron el “Warriors of the World”, single de su último CD. A destacar la parte acústica con la espléndida voz de Eric.

Manowar estaban que se salían, de haber seguido así sin duda hubiesen estado en un nivel al menos comparable a Slayer, pero a partir de aquí… parón y Eric nos presenta a Karl Logan en la guitarra ¡huy, huy esto ya lo he vivido! Pensé yo… Efectivamente, solo extenso de guitarra; no es la primera vez que digo que odio que se metan solos en un concierto habiendo miles de canciones que tocar, habrá gente que le guste, pero a mí desde luego no.

Cuando Karl acabó creo recordar que llegó De Maio e hizo un mini solo para juntar con la balada “Heart Of Steel”, que sonó perfectamente y les quedó que ni bordada, pero de nuevo otro parón, esta vez con un solo mucho más extenso de De Maio, donde juntó trozos de “Black Arrows” con“Sting Of The Bumbelee”, pero alargando el solo hasta llegar a tal punto que tuve que salir de donde estaba. La verdad es que me mosqueé y mucho, yo no sé vosotros, pero a mí pagar por ver solos me parece un engaño, y más si el solo dura un cuarto de hora y además que cuando le mete distorsión al bajo no se entiende nada, sólo ruido y más ruido, así que me fui de donde estaba; mi idea era irme ya a casa (imaginaos hasta dónde llegó el calentón), pero Silvia supo contenerme, así que desde bastante atrás vi el resto del conciero (al lado de la barra, vamos).

Cayó el “Fighting The World” en una versión muy pobre, “Sign Of The Hammer” logró que me cambiase algo la cara, juntaron 2 canciones de las más cañeras “The Power” “House Of Death”, la verdad es que sonaron potentes y con mucha fuerza, “Kings Of Metal” sonó también algo pobre, pero volvieron a despertar con “Black Wind, Fire & Steel” y el concierto lo acabaron con “Hail And Kill” en una muy buena versión.

Entre medias me dejo el discurso de Joey De Maio, esta vez en castellano, que salió con unas castañuelas para demostrar que le gusta España; a esto hay que añadir que alargaron muchos finales de las canciones hasta llegar a aburrir, y el típico numerito de la cerveza; se dejaron para otra ocasión el de la chica. En fin, ya piqué una vez, piqué una segunda pero no habrá una tercera; es triste que una de mis bandas favoritas me dejen con este sabor de boca, pero no se le puede pedir peras al olmo (aunque se que alguna vez las han dado). En fin, para quien le gustó pues me alegro por vosotros.

Lo mejor del Lorca: Slayer y las 4 primeras canciones de Manowar.

Lo peor del Lorca: la organización y los bocadillos.

Texto: Aguskill