Viernes 6: SOL LAGARTO + ULTRACUERPOS + THE REVOLVERS + SPEEDBUGGY USA + BACKDRAFT + SEWERGROOVES + FIVE HORSE JOHNSON + NASHVILLE PUSSY + HANOI ROCKS
Me encontré con un cartel que gozaba de grupos con una larga trayectoria musical y, a pesar de ser, la mayoría, desconocidos para mí, era una buena ocasión para abrirme horizontes en el mundo del Rock ´n´ Roll. No podía evitar que me atrajese ver a Ross the Boss con su banda de Punk-Rock, a los glamourosos Hanoi Rocks o a los escandalosos Nashville Pussy. Así que me aventuré en un largo y pesado viaje con la mentalidad totalmente abierta, sin prejuicios y con ganas de aprender.
Desgraciadamente, la gran mayoría de los viajes organizados se suspendieron por falta de gente. No sé si será por los exámenes o por el poco público rockanrolero que tiene España, pero lo cierto es que uno de los pocos viajes que quedó sano y salvo fue el de la revista “Los + Mejores”. Así que me tocó desplazarme hasta Madrid para coger desde allí el autobús.
Salimos de allí sobre las 7’45h de la mañana. La verdad es que me sentía un poco rara viéndome rodeada de gente sin muñequeras de pinchos o camisetas negras con las mangas rotas. En ese aspecto, había de todo, desde camisetas de Motörhead, vaqueros ceñidos, botas de punta y cadena hasta pantalones anchos, zapatillas converse “all star” y camisetas de diversos grupos.
Llegamos allí a eso de las 16’30h de la tarde y cada uno se perdió por su cuenta para acomodarse (bien en el camping, bien en hoteles) y ponerse fresquitos para aguantar el sol de justicia que caía sobre Jerez. Lamentablemente, nuestro alojamiento estaba bastante lejos de los conciertos (concretamente, en el pueblo de al lado) así que sólo pudimos llegar a los tres últimos grupos: Five Horse Johnson, Nashville Pussy y Hanoi Rocks. Y os aseguro que mereció la pena estar descansaditos para esas tres pedazo de bandas.
A las 10 de la noche daban comienzo los rockeros FIVE HORSE JOHNSON, que nos presentaban su último trabajo, grabado el pasado año 2001, “No.6 Dance”. Y qué mejor forma de comenzar que con uno de los mejores temas de este disco: “Lollipop”, tema a medio tiempo cargado de fuerza, potencia y buen rollo.
El grupo estaba compuesto por 2 cantantes (uno tocaba la armónica y el otro la guitarra), un bajista y un batería y conseguían hacer un Rock and Roll garajero que invitaba, sin duda alguna, a bailar y a mover la cabeza. Continuaron con “Fly Back Home”, de su anterior álbum “Fat Black Pussycat”, donde la armónica destapaba las raíces bluseras de la banda. Lo que no me gustó, quizás, fue el estatismo y frialdad de los músicos, pues si bien no dejaban de mover las cabelleras, el único que se movía del sitio y hablaba con el público era el cantante Eric Oblander, el cual iba de acá para allá con su armónica.
Y para blusera, la siguiente canción “Downstone Blues”, procedente de su primer disco y cantada por la voz rota y macarra del guitarrista Brad Coffin. Realmente fue un temazo, con un largo tramo instrumental y unos solos que te ponían los pelos de punta. Tras presentar al guitarrista, ambos cantantes comenzaron a cantar un tema a dos voces perteneciente al último disco.
La guitarra, la armónica, las voces, en definitiva, el Rock ´n´ Roll en estado puro se introducían por tus oídos y fluían por tus venas. Yo me sentía casi soñando. Creía estar en un bar americano bebiendo cerveza sin parar y con mi Harley aparcada en la puerta. Volvieron con un tema muy cañero de su anterior trabajo: “She don’t know” para terminar con un tema básicamente instrumental, que originó un éxtasis final. La música invadió todo el recinto y los aplausos llenaron a Five Horse Johnson de gloria. Eran las 11 de la noche y tras presentar a los miembros, entre ovaciones estremecedoras, se marcharon dejándonos con ganas de mas…
Pero no fue un problema que nos quedáramos con ganas de más, pues era el turno de los siempre explosivos y espectaculares NASHVILLE PUSSY.
A las 11’35 de la noche, los americanos salieron al escenario, hicieron una pequeña prueba de sonido y enseguida estalló “Say Something Nasty”, acompañada de una patada hacia el público de los 3 cuerdas. Empezaron con toda su fuerza, con toda su ordinariez. Desgraciadamente, el sonido no puso de su parte y de repente apenas se oían las guitarras y la voz era inexistente. No duró mucho, por suerte, y excepto al final del concierto, que volvió a suceder lo mismo, el resto del show tuvo un sonido bastante bueno.
Con toda la gente apelotonada en las primeras filas, casi sin poder moverme ni un milímetro, comenzó ese tema del nuevo disco cuyo título le costó decir al mismo Blaine: “I’m Going To Hitchhike Down To Cincinnati And Kick The Shit Out Of Your Drunk Daddy” y continuar después con “She’s Got The Drugs”. Todo un derroche de sexo, drogas y Rock ‘n´ Roll.
La nueva bajista, Katielinn, sin ser tan escandalosa como lo era Corey Parks, provocaba al público con sensuales movimientos de cadera y la desvergonzada guitarrista, Ruyter, se deshacía de su transparente camisa, dejando a la vista su sujetador, que enseñaba más de lo que escondía.
El público andaba como loco, no sé si por lo cañero de los temas o por el espectáculo que realmente estaban dando. Sabían perfectamente cómo mover a la gente, gritando todos a la vez, haciendo los solos restregándose por el suelo, en definitiva, dándoles lo que querían ver: caña, descaro, ordinariez. Y siguieron acelerando con “The Bitch Just Kicked Me Out”, donde se podía ver la perfecta compenetración entre el matrimonio de guitarristas, que hacía que hubiese muy buen rollo en el escenario. Éstos comenzaron a hacer una especie de blues, dando paso al tema que da nombre a su segundo disco, “High As Hell”.
Y le llegó el turno de uno de mis temas favoritos del nuevo disco, “You Give Drugs A Bad Name”, tema muy Rockabilly que fue debidamente presentado por Blaine diciendo que las drogas eran buenas, lo que no era bueno eran los yonkis, y en el que Ruyter se marcó un solo que nos dejó flipados a todos.
Siguieron temas como “Run Like Hell” o “Go To Hell”, muy potentes, con mucha fuerza, donde las dos mujeres se pusieron juntas para provocar a todos los hombres de las primeras filas. Es digno de destacar la actitud que este grupo derrocha sobre el escenario, con Ruyter haciendo solos en el suelo y Blaine bañando al público con cerveza , ¡hasta se puso a bailar al ritmo de las guitarras! Seguidamente se acercó a su mujer y comenzó a rociarle los pechos con cerveza e introducirle luego la botella en la boca (ya os imagináis de qué forma, no?)
Y tras hacer un poco la pelota y decir que España es mejor que América, la “chica nueva” nos sorprendió con una curiosa frase en español: “¡Sigue follando!”. Cómo no, era el título del siguiente tema: “Keep On Fucking”. Y para terminar esta primera parte utilizaron “Let’s Get The Hell Outta Here” y una extensa parte instrumental que hizo que a las 00’30h. estuviésemos todos deseando que ese show no acabase nunca.
Y supongo que tendrá que haber un final, pero aún no había llegado el momento. No se podían ir de ahí sin hacerles homenaje a sus ídolos. Blaine pidió al público que deletreara Rock ‘n´ Roll y todos respondimos a una: AC/DC. Fue, para mí, uno de los momentos más emotivos de todo el concierto, donde todos, artistas y público, arriba y abajo del escenario, alzábamos las manos para venerar a una de las bandas más grandes y míticas del Rock ‘n´ Roll.
siguieron recordando viejos tiempos, ahora con un tema propio, de su primer disco, llamado “Go Motherfucker Go”. Y aquí fue donde volvieron a tener problemas de sonido, pero se arregló pronto y pudimos disfrutar al máximo de ese desfase apoteósico final en el que Ruyter, cual posesa, comenzó a romper las cuerdas de su guitarra a la vez que se quitaba el pantalón. Mucho ruido y mucha actitud fue lo que hubo en ese final. Hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien en un concierto, aunque no pudiese ni respirar en las primeras filas. Desde luego que este grupo la monta bien y aunque no te guste ese rollo Punk Rock garajero que hacen, merece la pena aunque sea verlos.
Texto: Clara González Lobo (Kiky)
HANOI ROCKS
Michael Monroe y Andy McCoy, o lo que es lo mismo, los líderes de Hanoi Rocks, aquella formación finlandesa que desde principios de los ´80 y hasta mediados de esa década revolucionó el panorama del Rock ´n´Roll con esa mezcla de Rock macarra (The Rollin Stones) con Punk (Sex Pistols) y sus pintas glammies, causando admiración especialmente en USA, Inglaterra y Japón. Tras el fatal accidente de tráfico en 1984 de Vince Neil junto al batería Razzle (fallece a consecuencia del percance), el grupo se fue hacia abajo y en 1985 tiraban la toalla. Sus pautas fueron seguidas por un buen puñado de grupos, especialmente en Los Angeles, y en los últimos años también han sido influencia para las formaciones rocanroleras de Escandinavia. Tras los grupos y carreras en solitario sucedidas tras la separación, en el verano del 2001 Monroe y McCoy volvían a juntarse y actuaban bajo el nombre de Hanoi Revisited. Lógicamente el dinero y el nombre de un grupo añorado y querido por muchos también tiene su peso (aunque no tenga su formación clásica), desembocando en lo previsible: resurgen Hanoi Rocks. Graban un nuevo single, “People like me”, que aparece el 22 de abril de este año (subiendo directamente al primer puesto de las listas finlandesas) y que suponía la primera grabación en cerca de 18 años.
Por primera vez actuaban los finlandeses en nuestro país y qué mejor manera que cerrando el primer día del Festival Serie Z. A los miembros fundadores, Michael Monroe (cantante) y Andy McCoy (guitarra) le acompañaban el guitarrista Costello, el bajista Timpa (que ya había estado durante cuatro años con Monroe en su carrera en solitario), el batería Lacu (además de haber tocado también en la banda del cantante, era antiguo compañero de Timpa en la banda de versiones TheThree Cowboys, o lo que es lo mismo Colme Cowboyta en finlandés) y el teclista Pate.
Durante una introducción con sonidos de sintetizadores iban saliendo a escena los componentes, siendo el último en hacerse ver Mr. Monroe. Abrieron con “Delicious”, nuevo tema que me recuerda al sonido de los antiguos punks ingleses, Sex Pistols.
Ya desde el primer momento nos intentan contagiar su particular fiesta, con esos coloridos en sus indumentarias (Monroe con sombrero, fular de cabaret de color amarillo que yo “bauticé” aquella noche como “bananera”, chupa con flecos negros, pantalones negros con estrellas plateadas y McCoy con un amplio sombrero de mujer y un tres cuartos rojo), esa imagen ambigua, esas poses de chulería, ese descaro, ese “speed” con el que salió el rubio cantante, enrollándose el cable del micrófono alrededor de él y comenzando a tirarse ya en el primer tema por el suelo.
La primera de la noche es seguida sin respiro por “Highschool”, volviendo a dar el cantate espectáculo, lanzándose de nuevo a las tablas y despojándose de la chupa (vamos, que el cabrito la sacó para lucirla nada más). “Lucky”, primer tema en sonar aquella noche del nuevo single. Los coros eran apoyados principalmente por el decrépito McCoy, las teclas no se oían y el cantante sacaba el saxofón y lo hacía sonar. Al finalizar, McCoy se dirige al público y después Monroe.
Introducción a ritmo de swing cachondo para el clásico y fiestero “Malibu Beach”, de nuevo el saxofón que llevaba colgado el andrógino cantante es tocado, pidiendo también palmas y oyéndose algo el teclado al final. Vuelve a pedir chocar las manos para la siguiente canción, “I Can´t Get It”, volviendo a un roadie loco al tirar el micrófono el hiperactivo voceras, que se hace acompañar esta vez con una pandereta.
Continúan con “Don´t you ever leave me”, con ese inicio de balada y cantada por el guitarrista Costello, luciendo Monroe trapitos nuevos, chupa azul de lentejuelas y jugando con su fular lila. Andy presenta al cantante y con saxofón en ristre arremeten con “Oriental Beat”. Ahora le correspondía el turno al tema título de su novedoso single, “People Like Me”, golpeándose la cara el loco de Michael con el micro.
“Until I Get You” y “Motorbatin´” fueron las siguientes en preceder a la maravillosa “Tragedy”, tirando el fular por los aires y subiéndose por las torres derechas de altavoces (temiéndose servidor que le sucediera una desgracia al “electrón” de Monroe).
Hacen ademán de retirarse, pero no tardan nada en volver con “Taxi-Driver”, rodeando el frontman su cuello con el cable del micro, trepando de nuevo a los bafles y haciendo sonar la armónica. Acabando el tema todos juntos y el batería en pie. La versión de Creedence Clearwater Revival y que apareciera en su último disco de estudio, “Two steps from the move” (1984), “Up Around The Bend” sonó de maravilla y acabaron friamente con la balada “Million Miles Away” sobre las 02:54 de la madrugada.
No estuvieron nada mal los finlandeses, aunque el peso del grupo lo lleva Michael Monroe. McCoy está muy jodido y bastante es que aguanta la actuación arrancando de su guitarra buenas notas. Me gustaron, pero me dejaron un poco frío. Ahora a esperar su nuevo disco “Twelve shots on the rocks”.
Texto: Starbreaker
Sábado 7 de Septiembre: THE NUGGETS + SEÑOR NO + P.P.M. + RAGING SLAB + THE BELLRAYS + THE NOMADS + SOUTHERN CULTURE ON THE SKIDS + DIAMOND DOGS + SUPERSUCKERS + THE DICTATORS
Tras levantarnos y darnos una reconfortante ducha, decidimos acudir al festival a primeras horas de la tarde. Así que nos volveríamos a perder a los primeros grupos, pero necesitábamos reponer fuerzas tranquilamente a base de exquisitas tapas y refrescante cervezuela. Dirigiéndonos hacia Jerez nos temimos lo peor, comenzó a chispear por el camino, menos mal que se quedó en una simple y fugaz llovizna.
RAGING SLAB
El cuarteto americano no son unos recién llegados al circo del Rock ´n´ Roll. Lo formaron en 1985 el guitarrista y vocalista Greg Strzempka y Elyse Steinman, guitarrista y vocalista. Al año siguiente el bajista Alec Morton llegaba a la banda para pertenecer con la pareja (sentimental y de guitarras) hasta nuestros días. Siendo una constante el cambio de baterías, desde 1999 les acompaña Rob Cournoyer. Desde 1987 (“Assmaster”) andan sacando discos, contando con diez trabajos en su carrera. Es un grupo que no ha tenido la suficiente suerte para ser más tenidos en cuenta. Llegaron a catalogarlos como “cuando Lynyrd Skynyrd conoce a Metallica”. Lo que destilan es Hard Rock clásico con influencias de Blues y Rock Sureño.
Entré al recinto cuando ya estaban por su cuarto tema. Strzempka me recuerda al loco guitarrista Ted Nugent, vestía con unos pantalones y especie de frontal de piel con flecos de color anaranjado y un sombrero de cowboy. Se le veía muy flipado, como en una nube (al igual que a Elyse), algo habrían tomado los viciosillos.
La fémina, con pantalón vaquero corto adornado con cola de zorro en el culo (al estilo Nugent), al igual que en las botas que llevaba, presenta el clásico blues (Sonny Boy Willianson), “Good Morning Little Schoolgirl”, haciéndose ella cargo de la voz. Continuaron con “Boogaloser”, tema que abre su obra de este año, “(pronounced eat-shït)”, sacando Elyse una peculiar guitarra con el cuerpo (marrón) con la silueta del mapa de USA y tocando con el tubito en el dedo (bottleneck).
Tras otro tema del cual no tomé buena nota, volvieron con una composición reciente que pudo ser (no estoy muy seguro), “Hell Yawns Before Me”, acabando su corta actuación con su clásico “Don´t Dog Me”, perteneciente a su tercera grabación “Raging Slab” (1991), y que la gente cantó, dejando al cantante y guitarrista alucinado (si ya de por si lo estaba).
Me gustó lo que vi de esta gente, espero verles de nuevo en su próxima gira. Por cierto, al igual que otras bandas (The Bellrays, Diamond Dogs…), aprovecharon para realizar sus giras por tierras hispanas, a parte del festival.
THE BELLRAYS
Grandiosa actuación que se marcaron estos americanos. Para mi, fueron uno de los grupos triunfadores del festival. Vaya ciclón que es la vocalista Lisa Kekaula, haciéndose acompañar por una pandereta en algunas canciones, no paraba de moverse, cantando con furia, garra, sentimiento, pura sensualidad, ganándose al público, poniendo a la gente eufórica, una Tina Turner a lo salvaje. Vamos, es que me quedo corto con lo que puedo decir de esta grandiosa vocalista.
El grupo con sus rabiosas actuaciones y buenos temas de Rock ´n´Roll + Punk + Soul (ellos lo catalogan como “Maximun Rock & Soul”), está ganando seguidores a pasos agigantados, logrando así ser más conocidos y saliendo del underground.En sus cincuenta minutos de actuación interpretaron temas de sus dos primeros discos de larga duración, “Let it blast” y “Grand fury”, y que en el presente año han salido recopiladas las mejores composiciones en “Meet The Bellrays”.
Nos alucinaron muy gratamente, entre otras canciones, con “Stupid Fuckin´ People”, “Changing Color”, “Warhead”… hasta un total de catorce incendiarios cañonazos. Al final Kekaula se despedía presentando a los demás componentes del grupo, Ray Chin a la batería, Bob Vennum (marido de “la pantera”) al bajo y el guitarrista Tony Fate que tiene una cara muy peculiar y que durante toda la actuación parecía que tuviese los ojos cerrados, pero es que los tiene muy rasgados.
Acabé muy emocionado con el conciertazo que hizo el cuarteto. La próxima vez que vengan por estas tierras no te los pierdas por nada del mundo, pueden hacer arder los locales.
THE NOMADS
En el pasado año 2001 estos suecos celebraban su 20 aniversario. Bastantes años fieles a su sonido de garagero Punk-Rock auténtico. Formados por Nick Vahlberg a la voz y guitarra rítmica, Hans Östund a la guitarra solista (ambos miembros originales desde aquel mini-Lp “Where the wolf bane blooms” de 1983) y a la base rítmica Joakim Ericson (batería) y Björn Fröberg (bajista), que entraron en la banda en “All wrecked up” (1989).
Comenzaron con “Can´t Keep A Bad Man Down” de su última obra de estudio “Up-tight” (2001) y en este trabajo y en el anterior, “Big sound” (2000), basaron la mayoría de su repertorio, con temas como “Crystal Ball”, “Don´t Pull My Strings”… un “16 Forever” del “Hardware” (1987)…, acabando con “In A House Of Cards”.
SOUTHERN CULTURE ON THE SKIDS
Poco sabía y conocía de esta panda de freakies. Se hacen llamar los reyes del pollo frito. Su guitarrista y vocalista Rick Miller iba con una camisa estampada, pantaloncillos cortos y fez en la cocorota (como nuestro difunto Emilio el Moro, ¿alguien lo recuerda?), la bajista y vocalista Mary Huff parece salida de los años ´60, con su pelucón platino y su camisa del “7 Eleven”, el teclista Chris “Cousin Crispy” Bess, parece un granjero de la america profunda y gordo pa´reventar y tocando su set de percusión de pie está Dave Hartman.
Su coctelera de estilos (Rock, Country, Swing, Soul, Surf…) no me gustó nada. Dentro de su actuación tocaron temas como “Firefly”, “Run Chicken Run”, “Banana Pudding”, “Soul City”, “Shotgun”, “House Of Bamboo”, “Just How Lonely”, “Liquored Up And Lacquered Down”, “Viva del Santo!” (dedicada al luchador mejicano y que durante su interpretación apareció en escena un encapuchado imitándolo y haciendo que subiera un espectador que también iba disfrazado de este personaje), Me parecieron horribles, ¿deberé prestarles atención de nuevo?
DIAMOND DOGS
Bastantes medios especializados hablan muy bien de estos suecos y especialmente de su último disco, “Too much is always better than not enough” (2002). Maman mucho de antiguas formaciones como Faces, The Rolling Stones… y lo que hacen ya lo hicieron anteriormente Quireboys, Dogs D´Amour, Black Crowes… No me convencieron, sus temas me parecieron clichés de las anteriores bandas citadas. Su cantante Sulo me suena a Spice (Quireboys) y este ¿a quién se parecía?… sí, al magistral Rod Stewart. Faltó el teclista de Hellacopters, Anders “Bobby Lee Fett” Lindstrom, que en este grupo toca la guitarra. Lo sustituyó el Dogs D’amour Darrell Both que formó pareja a las seis cuerdas con Stevie Klasson, completándose el grupo con Stefan Bjork al bajo, Jesper Karlsson a la batería y el teclista Henrik (Honk) Widén, situado en el lateral derecho del escenario, vestido de traje y que daba bastante espéctáculo.
Su primer tema de la noche fue “Every Little Crack”, perteneciente a su último disco, además de tocar otras del mismo como: “Blues Yet To Come”, “All Strung Out”, “Sad To Say I´m Sorry”, “Charity Song”… alternando con “coplas” de sus anteriores discos: “Poison Honey”, “Goodbye, Miss Jill”, “Singin´ With The Alley Cats”, “Anywhere Tonight” y rematando su actuación con la versión de New York Dolls, “Pills” (grabada en el “Shortplayer” del 2001).
SUPERSUCKERS
Buen concierto el que dieron estos rockeros y cachondos cowboys supermamones que llevan dando guerra desde 1988.
Tras la introducción, el bajista Eddie Spaghetti, con su sombrero de cowboy, soltó un “Somos puta madre”. Acto seguido a rockear cerca de una hora, empezando con “The Evil Powers Of Rock´n´Roll”, y otras como “Born With A Tail”, “Creepy Jackalope”… . Presentándose como The Greatest Band. Teniendo el detalle de tocar un nuevo tema, “Motherfucker´s Been Trippin”, bastante cañero y que aparecerá en su próximo disco. Versionearon el “Get It On” de Turbonegro y la fantástica “Cowboy Song” de los magnos Thin Lizzy, interpretada de manera maravillosa (¡emocionaico!, señoras y caballeros) y con un estupendo trabajo de los guitarristas Ron Heathman y Dan “Thunder” Bolton, además de la base rítmica de Spaghetti y Dancing Eagle.
THE DICTATORS
Si la anterior noche cerraron Hanoi Rocks con una actuación decente pero que le faltó algo más, esta última noche cerraban los históricos newyorkinos The Dictators y pusieron el fin de fiesta de manera impresionante. Un sobresaliente para estos veteranos que aparecieron en 1974 y que han sido para muchos grupos de Rock y Punk una gran referencia. Tras separarse en 1978 y teniendo apariciones esporádicas, volvieron definitivamente a finales del siglo pasado y de qué manera.
A las 01:15 suena la introducción con sonido de piano. La primera andanada viene con “New York, New York”, tema perteneciente a la anterior banda que formaron “Handsome Dick” Manitoba y el bajista Andy Shernoff (luego se les unió Ross “The Boss”) tras la disolución de The Dictators y que se hicieron llamar Manitoba’s Wold Kingdom. Otro tema más de “…and you?” con “Haircut And Attittude”. Interpretan otra canción que no logro anotar bien. Era el momento de empezar a desgranar temas de su último disco de estudio “D.F.F.D.”, comenzando por “Avenue A” y ya la gente estaba en el bolsillo de los americanos con cánticos de “oeoeoeoe…”.
Seguían con “Baby, Let´s Twist” de aquel “Bloodbrothers” de 1977, con los coros del bajista Shernoff y del batería J.P. “Thunderbolt” Patterson. Lamentablemente siempre hay algún imbécil que tiene que dar por saco y hacerse notar, en este caso lanzando un vaso de litro al escenario y pasando cerca de la cabeza de Manitoba (con chupa de cuero y gorro de lana negro). Menos mal que este no hizo el más mínimo caso.
El vocalista dice que una de las cosas importantes eran… “Pussy And Money”, con algún problema en el monitor de Ross “The Boss” Funichello, guitarra que estuviera con Manowar durante un buen tiempo (grabando sus seis primeros discos) tras la ruptura de Dictatos, y que salió huyendo de la compañía de Joey de Maio y los suyos cuando empezó a cansarse de las tonterías de estos. Tras un tema del cual no tomo buena nota, recuerdo a su primera obra, “Go Girl Crazy” (1975), nos sacuden “The Next Big Thing”.
Vuelta a la actualidad con el muy cañero “It´s Alright”, “Who Will Save Rock ´n´Roll?”, de reciente factura y ya todo un himno, al igual que “Burn, Baby Burn!!”. Presentación del batería, el bajo y el guitarrista apodándolo “El Toro” y “Manos de piedra” (juas) y que él solo se bastó para tocar todos los temas sin la ayuda del rítmica Scott “Top Ten” Kempner que ha abandonado el grupo. “What´s Up With That?” fue cantada por Andy. Otra vez se me pasa un tema. Ahora, su primera versión de la noche, de los punks Dead Boys, “Sonic Reducer” (que también versionearan Overkill en su primer disco de larga duración). Seguidas de “I Am Right!” y “Stay With Me”, mostrando el pasado y presente. Sorprendiéndonos Ross con riffs del “Back in black” (AC/DC) y de “Iron man” (Black Sabbath), para unir con la rápida (como su título bien indica) “Faster And Louder”.
Como bises: Para acabar su fabulosa actuación dos versiones logradísimas, “Blitzkrieg Bop” de sus amigos compañeros y desaparecidos Ramones (llegaron a abrir para las huestes de Manitoba en su época) y “California sun” (The Riveras). Se despiden a las 02:43. Clásicos veteranos en una genial forma, y golpeándonos de manera muy efectiva con grandes temas antiguos mezclados con nuevos, los cuales estaban a la altura de los de antaño. Como dice el título de su más reciente trabajo, “Dictator forever, forever Dictators”!!!!!!.
Así terminaba la primera edición del Festival Serie Z. Destacar las muy buenas actuaciones de la mayoría de los grupos, el buen sonido para todos… y la localidad donde nos alojamos, El Puerto de Santa María, buen sitio, con agradable gente y buenos baretos con ricas, ricas tapas. Si se mejoran algunos aspectos negativos del festival (servicio de inodoros, precios de bebidas y bocadillos, así como algunos nefastos e ineptos empleados que “trabajaban” en las barras) el año que viene puede ser bestial, a no perdérselo. Y algunos dirán: “es que no hay grupos de Heavy”, ¿y qué?, ya les gustaría a muchos grupos de los que enarbolan su “autenticidad ” metálica dar conciertos tan buenos y enérgicos como algunas de estas bandas.
Texto: Starbreaker
EPÍLOGO
Con la mayoría de viajeros sin haberse acostado todavía, cogimos el autobús de vuelta hacia Madrid. He de decir, en cuanto a la organización, que tuvieron algunos fallos. No te ponían pulsera, con lo que, hasta bastante avanzada la tarde, no se podía salir. ¡Y tenían que acordarse de tu cara! El camping era bastante pequeño, aunque no sé si suficiente para la poca gente que venía de fuera. Con respecto a lo del garito ese donde iban a pinchar Rock e iban a estar los famosos, tengo entendido que estaba bastante lejos y no cabía un alfiler. Y en cuanto a la comida y bebida, excesivamente caro y muy lentos en hacer los bocatas. Esperemos que para la segunda edición del Serie Z Festival, se mejore un poco más.
El viaje fue largo y pesado, con la gente casi todo el rato durmiendo. En la última media hora se podía respirar un aire de melancolía. Todos ya despiertos, pero todos callados, escuchando a los Black Crowes y dándonos cuenta de que volvíamos al mundo real: el trabajo, las clases… Había terminado el espectáculo.
Texto: Clara González Lobo (Kiky)