Permitidme que empiece esta reseña hablando de fútbol. En el once que el entrenador pone a jugar sobre el césped, cada jugador desempeña un rol acotado por su posición en el campo y, de manera específica, sigue las instrucciones dadas por el entrenador antes y durante el partido. Aunque cada jugador realiza sus acciones a modo individual, éste nunca debe olvidar que juega para el colectivo, para formar equipo y, a pesar de que a veces se dice que X ha resuelto “él solito” un partido, qué duda cabe que eso es más una expresión que una realidad, ya que, sin la participación del conjunto, las estrellas no brillan por sí solas. Bien es cierto que las consideradas estrellas del equipo suelen copar los corazones y camisetas de los aficionados, el reconocimiento público y los mejores salarios pero… ¿son la pieza más importante del equipo? Sin duda puede ser así pero no necesariamente lo son. ¿Cuál es, por tanto, esa figura clave sin la cual el engranaje no puede funcionar tan suficientemente engrasado como convendría? El capitán. El capitán es ese jugador que ejerce de líder natural, de cohesionador del equipo, la voz del entrenador sobre el tapete y el compañero que sabe ejercer sus responsabilidades y echarse al equipo a las espaldas cuando conviene. Puede que no sea (o puede que sí) el mejor técnicamente ni ser el que más goles mete pero su figura es imprescindible. Un buen capitán se nota cuando está en el campo pero, sobre todo, se nota cuando no está. Pero este líder, a su vez, no es nadie sin su equipo. Porque no es líder “porque sí” sino porque es “su equipo” quien le concede ese honor, ese rol, esa responsabilidad.
Volvamos a la música. ¿Quién son Another You? Un grupo radicado en Alicante y que tiene un líder, un capitán, llamado Luis Tormo Larrosa. Another You nació como su proyecto personal hace ya diez años, debutando con “Five Seasons” (2008) y, tras tres discos más, llegamos a este “Evidence, hopes and rebellions” que salió del horno el pasado septiembre convertido ya en algo que va mucho más allá de lo que podríamos llamar un proyecto personal con músicos colaboradores para, ahora sí, tener en este disco un trío sólido al que podemos llamar grupo. Pero, ¿por qué entonces destaco el liderazgo de Luis? Pues sencillamente porque Luis es quien se encarga de casi todo: compone, arregla, toca las guitarras, los sintetizadores y produce la música y letras de las canciones de Another You pero, y ahí está una de las claves del disco, la participación en las bases rítmicas de Ramón Hernández Simarro y Jura Sarlin deviene fundamental en la solidez que se aprecia a lo largo de todo el CD. Probablemente sin Ramón y Jura no tendríamos equipo y el liderazgo de Luis quedaría cojo. Tendríamos un capitán sin barco ni tripulación.
“Evidence, hopes and rebellions”, es un disco que yo englobaría en lo que son estilos que cercan el Rock Alternativo y el Stoner, estilo este último que (al menos para mi gusto personal) requiere de unas bases muy sólidas y bien ejecutadas para poder sonar con solvencia. A pesar de que no me reconozco como fan de los estilos mencionados, sobre todo del primero, he de reconocer que he disfrutado de varios pasajes de este disco, destacando quizás aquellos más pesados y también de destellos metálicos con retazos progresivos que me han recordado un poco a los tejanos Galactic Cowboys quienes, en la segunda mitad de los ‘90 y con la explosión del Grunge y el Rock/Metal Alternativo, supieron dar una vuelta de tuerca interesante a la música proveniente del Nuevo Continente. Y es que, si quieres hacerte una idea de a qué suenan Another You, debes orientar tus orejas lejos de la “vieja” Europa y mirar hacia los EEUU de finales del siglo pasado.
Personalmente, y debido tal vez a que los estilos que combinan Another You no están entre mis preferidos, el disco va de más a menos, resultándome algo monótono en general, con unas melodías vocales que me suenan algo desganadas. Es decir, que tras el cuarto tema todo lo que venía después me parecía un poco más de lo mismo. Obviamente no es así, pero sin duda las preferencias estilísticas personales han hecho mella en quien esto escribe. Como contrapartida positiva, me quedo con el buen sonido que tiene el CD en su conjunto, la solidez de la base rítimica y el tercer corte del disco, “Losing My Control”.
Jebimetal