“La peor banda del planeta”. Con este calificativo solían referirse los críticos musicales de los años ochenta a Celtic Frost y a su embrión, la banda Hellhammer. Luego pasan los años, a las revistas de rock se las lleva el viento y más de un heavy se convierte en un hombre respetado de corbata y traje. Celtic Frost, sin embargo, permanecen como una de las bandas más influyentes en nuestra música hasta el día de hoy. “Ande yo caliente y ríase la gente”, decimos por aquí.
La verdad es que es difícil imaginar cómo debieron sentarle a Fischer y compañía las demoledoras críticas cuando justo estaban empezando. Ya sea por su cabezonería o por la curiosa diplomacia suiza, los de Zurich siguieron adelante. Visionarios como pocos, en medio de una escena repleta de “sexo, drogas y rock and roll” irrumpieron con maldad, oscuridad y riffs satánicos por doquier. Uno se figura que el odio vertido sobre la banda sólo consiguió autoconvencerles de hacer lo que realmente querían en cada momento, sin tapujos, sin esquemas. Siempre apostaron fuerte, porque poco tenían a perder.
“Morbid Tales” es un disco que no parece del ’84. Se trata de un trabajo de auténtica vanguardia, que recupera el sonido primerizo de Black Sabbath y abre las puertas a futuras bandas que consolidarían, casi diez años después, los géneros más extremos del heavy metal. Celtic Frost no eran virtuosos, ni pretendían serlo. Pero con imaginación, todo es posible.
Desde los aullidos iniciales de “Into The Crypts of Rays”, pasando por la sencilla contundencia de “Procreation of the Wicked” y acabando con la rabiosa “Visual Agression”, la creatividad y las ideas claras son marca de la casa a lo largo del plástico. Canciones generalmente planas y una producción muy marrana trazan las líneas maestras de lo que acabaría por convertirse en una clara profecía musical.
Pero escuchar “Morbid Tales” de principio a fin no es únicamente un ejercicio histórico: la banda suena sorprendentemente actual, en el buen sentido de la expresión. Hay miles de discos que, por muchas virguerías que encierren, han envejecido francamente mal. Celtic Frost puede presumir de haber grabado un disco debut que suena a flamante novedad. Huelga decir que inicialmente se trataba de un EP, pero con las ediciones posteriores la mayoría de seguidores consideran “Morbid Tales” su primer trabajo de larga duración. En definitiva, el disco entero rezuma odio, oscuridad y mala leche… desde Suiza sin amor, esto es Celtic Frost, señores y señoras.
“La peor banda del planeta”. Curiosa expresión. Claro que, una década antes, este calificativo ya había sido usado para referirse a Motörhead y Dios sabe a cuantas bandas más. Así pues, no hagáis mucho caso a los críticos y rendíos ante la maldad más pura… exclamad conmigo: ¡Uh!
[youtube]http://youtu.be/EaytIdLYtPc[/youtube]Jaume «MrBison»