Editorial Septiembre 2004: “Requiem (we will remember)”

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Seguramente estas simples palabras han sido las más difíciles de escribir de toda mi vida. Recientemente un amigo murió, y como es normal muchos sentimientos y visiones pasadas acechan mi cabeza. Por un lado unos sentimientos por supuesto muy tristes y apenados por la perdida de alguien a quien tanto aprecias, pero por otro y con lo que me gustaría quedarme de él, los buenos momentos pasados así como las experiencias vividas en la vida, que es al fin y al cabo con lo que te quedas y por lo que merece la pena vivir.

Me quedo con aquella instantánea viendo a Slayer y Black Sabbath en San Sebastián (tu sueño hecho realidad, compañero), las buenas cervezas tomadas al unísono escuchando nuestras canciones y bandas favoritas. Me quedo con tu mirada seria y cortante con la que nos desafiabas a todos. Me quedo con muchas cosas, pero me arrepiento de algo de lo que no podremos volver atrás, el hecho de no haberte podido conocer interiormente más, muy a pesar de todas las vivencias vividas.

Las personas, querámoslo o no, te influencian en tu vida y Antonio en un espacio muy importante de la mía me hizo aprender y comprender muchos valores de ella. Hechos que por muy buenas letras que escribiera no se podrían explicar en un papel.

Antonio, allá donde estés, recuerda que siempre sonará esta canción en tu recuerdo:

“Do you want to take a life
Do you want to cross that line
‘Cause it’s a long way back from Hell
And you don’t want to go with me”

(Glenn Danzig´90)

Javier Sánchez “Javibackyard”

Ojalá nunca hubiese tenido que escribir esto, se me hace tremendamente difícil el sentarme frente a la pantalla y escribir algo.

Aún con el corazón en un puño me gustaría recordarte como lo que fuiste, un tío que no se perdía nada si estaba a su alcance. Compartimos muy buenos momentos, recuerdo especialmente las juergas que acabábamos en el “Marea”, ¡cuando valíamos! ¡Y esa del “Borrasca”! Buah! Cada vez que veía las fotos me entraba la carcajada tonta, y digo veía porque hace muy poco buscando una foto le volví a dar un vistazo a esas, pero ya no era carcajada lo que me salió, la vista se me nubló. No puede ser, aún hoy digo que no puede ser, parece mentira que hace 2 meses estuviésemos viendo a Helloween y Judas, ¡la que liaste en Helloween! ¡Casi nos pegan! Si es que eso de “Que se vayan ya estos a casa y salga Halford!” en primeras filas no era buena idea, al menos el decirlo a grito pelao.

Tristemente tengo que bajar de la nube y volverme a golpear en la cabeza para darme cuenta que nos has dejado. Quizá nos volvamos a ver y me tengas que preparar un vodka con sprite, mientras tanto y desgraciadamente las campanas también doblarán por ti. Un fuerte abrazo Antonio.

Agustín Galiana “Aguskill”

Es muy difícil hablar de alguien que te ha dejado para siempre, y más si lo ha hecho de forma brusca e inesperada y se trata de un amigo íntimo, de inquietudes similares y con toda la vida por delante, pero aún lo es más guardarse este nudo dentro, y dado el caso haremos el esfuerzo.

En el momento de escribir estas palabras se me ocurren infinidad de piezas musicales con las que aderezarlas, pero por una vez en la vida quizá sea mejor el silencio de una habitación en soledad, la misma que produce algo tan carente de sentido como lo es la muerte.

Nos conocimos en el ecuador de un frío bachillerato, que pronto se volvió cálido por la confraternidad que produce algo tan simple y tan complejo a su vez como el rock, y ya no nos separamos hasta el mismo día de tu despedida. Bebimos, saltamos, reímos y gozamos hasta el último segundo de esos días, y sólo el hecho de pensar que ahora ya son sólo recuerdos me produce una sensación de agonía y de tristeza que no la deseo en nadie más.

Quiero creer que ahora mismo estás en algún bar, hablando y riendo como siempre, sólo que mejor acompañado que de costumbre con Janis, Lennon, Allman, Hendrix, Bolan, Bonham, Brian y Moon, como decía aquella copla, pero una cosa es lo que se quiere creer y otra muy distinta es lo que se cree. En cualquier caso me queda el consuelo que aprovechaste la vida hasta el final, y sólo quiero que sepas que no pasará día desde hoy sin que tu imagen y tu persona se vuelvan a recordar.

Un fuerte abrazo. Descansa en paz, cabronazo.

David Fernández “Bubba”

– En memoria de Antonio Henares Navarrete (28/06/1976 – 10/08/2004) –