Sin duda, José Antonio Manzano es uno de los cantantes con más carisma y prestigio del rock nacional, al menos si hablamos de aquellos añorados tiempos en el que el hard rock se codeaba de tú a tú con el resto de estilos tanto en ventas de discos como asistencias a conciertos. Sin embargo, a la carrera de José Antonio Manzano siempre le faltó pertenecer a un grupo que cuajara en el tiempo, esa banda definitiva que le diera la estabilidad siempre necesaria.
Tras sus primeros pasos en una banda de estilo titubeante llamada Tebeo con quien grabó dos discos, comenzó a fraguarse un nombre en el rock con Tigres de Metal, uno de los grupos catalanes punteros a principios de los ’80. Sin embargo, su paso por Banzai fue el espaldarazo definitivo de José Antonio Manzano, dejando para la posteridad ese disco llamado “Duro y potente” (1984) que ya es parte de la historia del rock nacional. Sin embargo, y pese a las buenas expectativas de Banzai, el grupo no dura mucho (ver detalles en nuestra reseña en la sección de Clásicos).
Tras la ruptura de Banzai, José Antonio Manzano une sus fuerzas al grupo U.M.O. (Unidad Móvil Operativa) para formar Zero, con quien graba el disco “En la batalla” (1985). De nuevo el intento se queda a medio camino y Manzano decide trasladar su residencia en Suiza, donde forma un grupo llamado Emergency con el que graba el disco “Boys will be boys” (1993), un gran trabajo no muy conocido por estos lados. Aún viviendo en Suiza, aquí no se le olvida y su voz es requerida para sustituir a Tony Cuevas en Niágara, con quien graba el disco “III” (1994). También decir que en 2012 se intentó una reunión de Banzai en un intento efímero del que quedó para la posteridad el DVD en directo “En vivo y potente” (2012)
Además de todo este recorrido, José Antonio Manzano ha ido intercalando varios discos en solitario con su propio nombre. Estos fueron “Manzano” (1988), “Al límite de la pasión (1990) y “Mi Religión” (2015), a los que ahora hay que sumar este “4” editado recientemente.
Para la grabación de “4”, Manzano se ha acompañado de Félix Barcojo (guitarra), Nico Martínez (bajo) y Danny Navarro (batería), contando con las colaboraciones puntuales del excelente guitarrista Tony Baena. Todos ellos grandes músicos que hacen un trabajo excelente de interpretación, mostrándose como una banda de gran nivel. Junto a ellos, José Antonio Manzano muestra su voz intacta con respecto a sus mejores años, tanto de potencia como de feeling, confirmando que ese gran cantante sigue estando ahí.
Sin embargo, el punto flojo del disco son las composiciones. Es una lástima que la calidad de los temas no corra parejo al buen hacer de los músicos que las interpretan. En general son temas simples en los que las musas de la inspiración han aparecido en contadas ocasiones.
A pesar de ello, hay temas atractivos: la frescura del tema inicial, “Sí, pero no”, elegido como single, la pegadiza “Este falso amor” y la trepidante “Nunca dejes de creer” son los cortes más destacables entre una colección de canciones algo anodinas en las que, eso sí, siempre podemos disfrutar de la gran voz de Manzano, los excelentes solos de guitarras y la potente y compacta base rítmica. En el otro lado de la balanza, temas como “Rocanrolear” o “Santo Tomás” no son dignos de aparecer en la carrera de un artista del prestigio de Manzano, por mucho que su interpretación sea buena, con voz excelente y, sobre todo, un espectacular trabajo de guitarra con solos fascinantes.
El resultado general es como un plato hecho con muy buenos ingredientes pero siguiendo una receta que no es buena. Ni siquiera la balada “Demonízame” consigue emocionarnos, de comienzo tierno para desembocar con la fuerza de una power-ballad pero que, como buena parte del disco, no termina de engancharnos. El resto de temas son hard rock de la vieja escuela con una interpretación más que correcta pero sin que nos toquen el corazón.
Por todo ello las sensaciones que nos deja este cuarto disco en solitario de Manzano son agridulces. Aunque por un lado siempre es una buena noticia volver a disfrutar de su gran voz, acompañado de muy buenos músicos, si las canciones no nos llenan siempre nos queda la sensación de que con estos mimbres se podría haber hecho mejor cesto.
Espero y deseo que la trayectoria de José Antonio Manzano siga adelante y que su próxima entrega mantenga las virtudes y pula los defectos que tiene “4”. Será una buena noticia para todos.
Santi Fernández “Shan Tee”