Debutaron con “Unexpected” en 2014, un trabajo intimista en el que volcaban lo más profundo de su alma en un trabajo tranquilo, de rock semi-alternativo hecho con gusto. Dos años después, y auspiciados ahora por la potente estructura de The Fish Factory, la banda regresa con “II”.

En este nuevo disco, Mathilda mantiene su esencia intimista, añadiendo un plus más rockero a su propuesta, consiguiendo un trabajo atractivo, para escuchar con atención ya que en sucesivas escuchas es cuando se van descubriendo las virtudes de estos temas.

La banda repite formación con respecto a su primer trabajo: Felipe Díaz (voz y guitarra), Antonio Pazos (guitarra), Rafael Fernández (bajo) y Pablo Lendínez (batería). Sin demostraciones de cara a la galería, ni vocales ni instrumentales, la banda se centra en lo importante: las canciones. Algo que algunos grupos parecen olvidar pero que Mathilda tiene presente.

Las influencias alternativas o de post-rock siguen presentes, así como ese tufillo a Pearl Jam que impregna muchas de sus composiciones. Así encontramos cortes como “I Will Not Bow” o “Black Hair Queen”, endurecidas con guitarras más crudas y, en el caso de “Don’t Regret”, además con una voz más agresiva que en el resto del disco.

La banda plasma con éxito sus emociones en cada corte, dotando de buena dosis de intensidad temas de carácter intimista en temas como “A Bitter Place”, “Love Don’t Lie” y, sobre todo, “If You’re Not There”, de comienzo suave al que van dotando de vigor en un in crescendo muy cuidado.

Para hacer el disco más completo tenemos temas más asequibles, más “comerciales” en el buen sentido del término. El buen gusto de “Forgiveness” y la frescura de “Just Anther Day” y “I Gotta Feeling” dotan de mayor optimismo a un disco que sin ellas se hubiera quedado un tanto melancólico.

El disco finaliza con una bonita balada a guitarra acústica y voz, “And Now I Know”, broche de oro a un disco que debe consagrar a Mathilda como un grupo a seguir. Interesante, sin duda.

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Santi Fernández «Shan Tee»