Cuenta la historia que Fray Luis de León, cuando volvió a su cátedra en la Universidad tras 4 años de cárcel, empezó su primera clase con la frase “Decíamos ayer…”
Pues eso, que “decíamos ayer” que la carrera de Asfalto es brillante y variada, y con su nombre se han escrito algunos de los mejores capítulos de la historia del Rock español. El último de ellos fue en 1994, con un excelente disco llamado “El Planeta de los Locos”, tras el cual se ha dejado reposar el nombre de Asfalto durante 14 años. En este intervalo, Julio Castejón, único miembro de la banda que ha estado en todos sus discos, no se desligó de la música, facturando un par de discos como “Julio Castejón y los Trípodes”, de una calidad excelente pero que pasaron bastante desapercibidos para la mayoría del público.
Ahora, Julio Castejón ha puesto en marcha un nuevo proyecto. Su intención era llamarlo Arihan, pero las circunstancias le han convencido de la conveniencia de recuperar el histórico nombre de Asfalto, y esta resurrección se ha plasmado en un nuevo disco, “Utopía”, que es de lo que vamos a hablar ahora.
Ninguno de los componentes de la formación que acompaña a Julio Castejón en esta nueva etapa perteneció nunca a etapas anteriores de Asfalto, pero en ella nos encontramos a un viejo conocido, Carlos Parra, excelente teclista que sí acompañó a Julio como miembro de “Los Trípodes”. Los demás son músicos profesionales que se han ganado la vida tocando en bandas y grupos-orquesta como Hobbies o Tráfico, adquiriendo una solvencia que ahora plasman en este disco. Así, Raúl Santana (guitarra y voz), Viti Ilarraza (batería y voz) y Juanvi García (bajo) completan estos Asfalto del siglo XXI en el que, a pesar de no participar en la composición (responsabilidad exclusiva de Julio Castejón en este disco), sí dejan su impronta personal en una interpretación brillante, tanto a nivel instrumental como vocal.
Por que ese es precisamente uno de los valores que más destacan en este disco. Asfalto ha recuperado la diversidad vocal. Un grupo en el que cantan 4 de los 5 componentes (excepto el bajista Juanvi García) y que sus voces se armonizan de forma extraordinaria, logrando una versatilidad y una combinación que vuelve a ser seña de identidad de este grupo.
“Utopía” es un disco variado y valiente, que no se recrea en el estilo que le dio éxito en épocas pasadas, sino que mira hacia delante, mostrando la evolución de su mente creadora en estos años. Es valiente porque no es habitual que un disco se abra con una suite progresiva de casi 12 minutos, y porque su propuesta está lejos de las modas que, también en el Rock, nos invaden y pretenden marcarnos el camino a seguir. Y es variada porque el disco alterna temas comerciales y asequibles con desarrollos instrumentales más complejos. Y, sobre todo, la alternancia de la voz en los temas imprime al disco frescura y dinamismo. Raúl Santana demuestra ser un excelente cantante, con una voz versátil y bien modulada, que se hace cargo por completo de la parte vocal en algunos de los temas del disco. Del resto se ocupa, evidentemente, la cálida voz de Julio Castejón. Carlos Parra y Viti Ilarraza cantan eventualmente algunos versos, dando aún más colorido a la parte vocal del disco, como digo una de sus mayores virtudes.
En su conjunto es un disco maduro, que exige una atención a lo que se escucha. Y es un disco tranquilo, lo que no quiere decir que todos sus temas tengan un tempo relajado. Un disco adecuado para escuchar tranquilamente en el sofá de casa, o mientras se conduce por rutas poco estresantes, poniendo atención a cada detalle, cada arreglo, o entendiendo el sentido de los siempre acertados textos que siempre han caracterizado a Julio Castejón.
Un disco destinado a complacer tanto a los antiguos seguidores de Asfalto como a aquellos que se quieran acercar ahora a la música hecha con el corazón, con calidad y con sentimiento.
Santi Fernández «Shan Tee»
Lo primero es felicitarnos por tener la oportunidad de comentar un nuevo disco de uno de los nombres más queridos del Rock hispano, aunque bien es cierto que este disco sale como Asfalto de la misma forma que podría salir como Arihan, Julio Castejón o el nombre que quisiera ponerse. Digo esto porque no sé la idea de Asfalto que ha perdurado en vuestro subconsciente en los casi catorce años que han pasado desde “El planeta de los locos”, pero os puedo asegurar que esta nueva etapa no se parece demasiado a ninguna de las anteriores. Sin embargo tiene elementos de todas. Podría incluso ser un producto con la base principal de “El corazón de la manzana” de Castejón con los Trípodes, con una mezcla de matices de cada disco anterior de Asfalto, con más querencia hacia lo progresivo, eso sí, y algunos momentos que me recuerdan a gente tan dispar como Bloque, Magdalena, Toto, Eduardo Bort y más de ese palo.
Llama la atención el envoltorio, tanto la portada como las fotos interiores. Un trabajo muy imaginativo y en línea con lo que hacen los grandes grupos del progresivo de por ahí fuera o el mismísimo equipo de Hipgnosis. Quizá un estilo poco utilizado por los grupos de por aquí, pero con un resultado visual que acompaña perfectamente la escucha del disco y la lectura de las letras del libreto interior, que también incluye los músicos que han participado en cada tema con su instrumento respectivo, información que personalmente agradezco aunque generalmente pase desapercibida.
Pero lo que realmente sorprende es lo que se escucha, un disco redondo en todos los sentidos del adjetivo. El sonido me recuerda mucho al de “El corazón de la manzana”, y los músicos son más que solventes. No hay temas de relleno, las letras son tan buenas como siempre, y además tiene otros añadidos que lo hacen atractivo, como por ejemplo las voces, más cuidadas que en otras ocasiones. A esto contribuye el hecho de que, de los cinco miembros del grupo, cuatro canten, lo hagan bien y además tengan buenas voces y las armonicen adecuadamente, que puede sonar a cosa obvia o de perogrullo, pero sólo tienes que fijarte en lo que se graba por aquí para entender lo que digo.
El disco consta de 12 canciones, por lo tanto, cuando digo que tira hacia lo progresivo no estoy diciendo que se trate de una obra con temas larguísimos de interludios y solos interminables. Son canciones con estructura sin cuadricular, de letra bien encajada, con su estribillo y sus cosas, pero con partes instrumentales que hacen de cada canción una obra con altas dosis de imaginación, sin entrar en terrenos jazzísticos o experimentales. Tampoco estoy diciendo que no sean accesibles, todo lo contrario. Por ejemplo “Nunca está de más” o “Lusitania Express” están construidas de forma que se van repitiendo en tu cabeza quieras o no. Por cierto, y aunque no venga a cuento, yo soporté con mucha frecuencia ese tren hace ya década y pico y no le veía la gracia por ningún lado…
La variedad es otra de las características del disco. “Utopía suite” es una ídem con tres partes que entra de lleno en el concepto clásico de lo sinfónico. “El pescador de sueños”, que huele que tumba a Pink Floyd, dicho sea como alabanza, “Cambios”, “Utopía reprise” o “Transparencias”, con ese final corta-pega de “Shine On You Crazy Diamond”, también tienen un cierto tufillo a diferentes clásicos del género. Y, por supuesto, también hay mucho de las anteriores etapas de Asfalto. Vamos, que a cada escucha se va descubriendo un sonido o un detalle que recuerda a cosas ya escuchadas, pero con el sello personal de Julio Castejón, que dota a todo el conjunto de la personalidad necesaria para hacer de este disco algo original y con estilo propio, entre otras cosas porque todos los temas los compuso él.
Por último añadir que se grabó entre julio de 2006 y enero de 2008 en el estudio que tiene Viti Ilarraza, batería del grupo, en cuyos controles estaba él junto a Julio Castejón y su hijo Paul, quien también hizo algunos arreglos de cuerda. Las mezclas las hizo el propio Julio (por eso recuerda a lo que recuerda), y el magnífico concepto gráfico es obra de Fernando Navarro. Para completar la retahíla de datos, Asfalto ’08 lo completan Carlos Parra (teclados, viola, voz y demás), quien ya formó parte de los Trípodes que acompañaban a Julio en su anterior etapa discográfica; Raúl Santana (guitarra y voz) y Juanvi García (bajo). Todo un grupazo.
Se abre una nueva etapa en la historia del grupo que, esperemos, sea larga y fructífera. Además lo hacen colocando el listón muy alto, de forma que van a necesitar mucho trabajo e inspiración para igualarlo, por lo tanto mi deseo para ellos es que les llegue esa inspiración y no decaigan las ganas de trabajar, a ver si dentro de poco nos vuelven a obsequiar con otra maravilla parecida a este “Utopía”, un gran disco de un gran grupo.
Alvar de Flack