¡Qué se paren las máquinas! The Who vuelven a la carga con un disco de estudio después de, nada más y nada menos, que ¡¡¡23 años!!! Y lo hacen a lo grande, con un gran disco que devolverá a más de uno a la época dorada de la banda británica.

Tenía yo la duda de saber por donde iban a ir los tiros después de tantos años. De si iban a seguir la fórmula de un disco de coplas como pudieron ser “The Who´s Next” o “ The Who By Numbers” o si por el contrario iban a virar hacía terrenos más “operísticos” como hicieron en “Tommy” o “Quadrophenia”. Finalmente la cosa ha quedado más hacia esta última vertiente.

Portada con cierto sabor “ochentas”, producción pulcra y cristalina y unas coplas que si bien no pueden mirar a los ojos a los grandes clásicos de la banda, sí que son los suficientemente buenas como para mantenerse por si mismas y, más de una, hacerse un hueco en el repertorio como pudieron comprobar los que asistieron a su reciente gira española. Desde luego todos estos lustros han hecho poca mella en nuestros protagonistas; Townshend sigue rockeando y componiendo como siempre y si bien la voz de Daltrey no se mantiene como a principios de los setenta sí que está en perfecto estado de conservación.

Canciones no habría que destacar ninguna, entre otras cosas porque, de las diecinueve, las diez últimas componen una mini opera llamada “Wire & Glass” aunque no creo que nadie que ame a The Who oiga cosas como “Mike Post Theme”, “Its Not Enough” o “Sound Round” y se quede indiferente, son coplas con vocación de clásicos.

Nunca es tarde si la dicha es buena y aunque ha pasado demasiado tiempo, “Endless Wire” nos devuelve a una de las últimas grandes bandas. Ya debían saber que no les quedan otros veinte años así que esperemos que esto no quede como un oasis en el desierto y no tengamos que esperar mucho para ver la continuación.

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Pedro Salinas “Pears”