Me encuentro ante el habitual reto de dirigirme a los lectores que me honran con su visita a la web en esta ventana habitual que se abre cada mes en modo de editorial. Y lo hago en la tarde del 31 de octubre, horas antes de la noche de Halloween, esa tradición yankee que hemos adoptado en España a base de “tragarnos” series y películas de Hollywood.
Nunca me ha hecho especial ilusión la celebración de esta fiesta, no lo siento como algo propio. Sin embargo, la realidad impera desde hace mucho tiempo y, como si fuera una enfermedad (o una obsesión), la música también me acompaña en estos momentos.
Siento pena por cómo este “Halloween” se ha llevado por delante a nuestra tradicional “Víspera de todos los Santos”, como bien cantaban Los Suaves, tradición centenaria en nuestro país que ha sucumbido ante unas «lentejuelas que brillan demasiao» (Barricada).
Hay muchas canciones adecuadas para este momento. Buena parte de la historia del Rock usa el miedo y el shock como leitmotiv de sus composiciones, cuando no aludiendo directamente a esta festividad en sus temas, como hicieron Saurom en su “Noche de Halloween”, Muse en “You Make Me Feel Like It’s Halloween” o la opción más evidente, el “Halloween” de Helloween, quienes hicieron un juego de palabras con su nombre para dejarnos un montón de discos imprescindibles en sus inicios para luego terminar siendo clones de sí mismos.
Muchos son los temas que se agolpan en mi cabeza buscando esta sensación tenebrosa tan adecuada en esta fiesta. Referencias tétricas al diablo, al miedo y a la oscuridad llenan muchos de nuestros discos. El sueño plasmado en “The Number Of The Beast” de Iron Maiden, la tormenta sonora de “Rainning Blood” de Slayer o la intensa “Burn In Hell” en la que Twisted Sister dejaron de lado su lado festivo para mostrar su cara más siniestra.
El metal extremo parece caldo de cultivo perfecto para estas sensaciones. Mi desconocimiento del estilo apenas me permite añadir opciones como “Black Metal” de Venom o “Arise” de Sepultura como dignas de estar en esta colección. Así mismo, el metal gótico y Doom también tendrían cabida por sus ambientes lúgubre, con temas como “Love You To Death” (Type O Negative) o la más delicada “Venus” de Theatre of Tragedy.
Además, gracias a la impactante escena de la serie “Stranger Things”, es obligado añadir ese “Master Of Puppets” de Metallica, abriendo la puerta a grandes clásicos que nos hacen levitar como “Stargarzer” de Rainbow, “Kashmir” de Led Zeppelin o “Riders On The Storm” de The Doors. Y, por supuesto, el rey de todos estos temas siempre será “Black Sabbath”, que da nombre al grupo que inventó el Heavy Metal.
Si no lo habéis hecho aún, escuchad estos temas a buen volumen en una habitación totalmente a oscuras. La experiencia es inolvidable y os hará descubrir sensaciones muy intensas con la única ayuda de la música.
Puede que esto sólo sean desvaríos de este viejo rockero en una lluviosa tarde del 31 de octubre, víspera de Todos los Santos, en la que, una vez más, descubro hasta qué punto el rock ha moldeado mi personalidad. Al fin y al cabo, hay magia en la noche cuando las calabazas brillan a la luz de la luna.
Santi Fernández “Shan Tee”