IRON MAIDEN + ENTOMBED + SPIRITUAL BEGGARS – Miércoles 19 de julio de 2000, Plaza de Toros de Las Ventas (Madrid)

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SPIRITUAL BEGGARS fueron los encargados de abrir el concierto. Con dos discos en el mercado, hicieron un repaso de ambos y deleitaron a la escasa gente que había concentrada a esa hora de la tarde. La banda del ex-Carcass Michael Ammoth suena muy heavy en directo y gusto a todos aquellos que los desconocíamos.

ENTOMBED fueron los siguientes. Petrov y compañia salieron al escenario al son de la marcha imperial de «Star Wars» y sus ganas de disfrutar contagio a la gente hasta la llegada de Maiden. Parece increíble que estos pioneros del death metal sueco más clásico no obtengan el reconocimiento que se merecen (apenas los conocía la gente que acudió al concierto).

Con «Heavens Die» y «Eyemaster» para empezar nos dejaron extasiados. A partir de ahí harían un repaso de su discografía al completo, desde «Clandestine» y «To ride, shoot straight and speak the truth» hasta el ultimo «Uprising» y «Wolwerine blues» (interpretando un fabuloso «Hollow Man»). Para el final, «Left Hand Path». Estuvieron impresionantes.

El año pasado IRON MAIDEN se pusieron el listón demasiado alto, tanto que en esta ocasión no pudieron superar lo ofrecido en el Ed Hunter Tour. Fueron las canciones de «Brave new world» las que mejor funcionaron o, al menos, aportaron aire fresco a la actuación. Al fin y al cabo de eso se trataba, de presentar el nuevo disco y no de vivir únicamente de rentas pasadas.

El comienzo fue trepidante: «The Wicker Man»«Ghost Of The Navigator» y «Brave New World», al igual que en el disco, abrieron la actuación de manera majestuosa. La elección perfecta para empezar, quizá es el mejor arranque que han tenido desde la gira del «Seventh son». Después llegarían «Wrathchild»«2 Minutes To Midnight»«Blood Brothers»«The Mercenary» (otras dos buenísimas opciones del ultimo disco para el directo), «The Trooper»«The Evil That Men Do», en resumen, las imprescindibles.

«Sign Of The Cross» ha sido recuperada de la época Bailey y, a pesar de la innegable calidad del tema, la incluyeron junto a «The Clansman» (ya convertida en clásico tras el éxito que obtuvo en el Ed Hunter Tour, aunque esta vez interpretada con una entrega y entusiasmo algo más apagados) y «Dream Of Mirrors», lo cual convirtió esa parte del concierto en demasiado densa, piezas demasiado largas y poco equilibradas para el set (mejor hubiera sido ir alternándolas de concierto en concierto en lugar de todas juntas como parte fija del mismo).

Tras «Iron Maiden» llegaron los bises oportunos, esta vez «Hallowed Be Thy Name»«The Number Of The Beast» y «Sanctuary». En cuanto al grupo en si, Dickinson ejerció el rol de líder una vez más. No paró de moverse, animar a la gente y amenizar el show. Al resto les noté algo más parados que en ocasiones anteriores. No se si se debería a la caída aparatosa de Janick Gers días antes, a la cantidad de shows acumulados o simplemente a uno de esos días poco inspirados, pero no vi la pasión que derrocharon el año anterior en La Cubierta de Leganés. Aun así y sin estar al 100%, incluso en los días mas bajos Iron Maiden son capaces de realizar actuaciones muy buenas. Repito, superar lo del Ed Hunter Tour hubiera sido demasiado y los nuevos temas sonaron a la perfección. Lo mejor? El comienzo, vaya comienzo…

J.A. Puerta