LUJURIA: “Somos Belial” (2019)

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Como es sabido, Óscar Sancho no es de las personas que se aburran. Siempre al pie del cañón y peleando por levantar la escena nacional, su actividad incluye un programa de radio, artículos esporádicos en revistas y webs especializadas (incluido The Sentinel) y colaboraciones con multitud de bandas en sus discos y conciertos, siempre que le invitan (que es muy a menudo). Sacando tiempo de donde no lo hay, Óscar ha sacado adelante un nuevo trabajo de la banda por la que todos le conocemos.

Han pasado siete largos años desde el último L.P. de Lujuria, aquel “Sexurrección” que vio la luz en 2012. Hago hincapié en lo de “L.P” (Long Play = Larga Duración), ya que en este intervalo tuvimos un “E.P.” (Extended Play = Mini LP o Maxi-Single) de cuatro canciones con el romántico título de “Esta noche manda mi polla” que ha servido de enlace hasta llegar a este nuevo trabajo, “Somos Belial”, que devuelve de nuevo a Lujuria a la actividad discográfica.

Debo reconocer que, hasta la llegada de este disco, yo desconocía el término “Belial”, así que picado por la curiosidad indagué para averiguar su significado y por qué “todos somos Belial”. Mis pesquisas me llevaron a varios resultados:

– El de ganancias corruptas

– El desobediente

– El rebelde

– “Señor de la arrogancia” o “Señor de orgullo” y “el hijo del infierno”

Su nombre apareció por primera vez en los manuscritos del Mar Muerto y por última (por ahora), dando título al último trabajo del grupo de heavy metal por excelencia de Segovia, 25 años después de la publicación de su primer disco, “Cuentos para mayores”. Ahí es nada.

La formación actual de Lujuria incluye, por supuesto, tanto a Óscar Sancho como a Jesús Sanz «Chepas» (guitarra), la dupla histórica que lleva manejando los designios de Lujuria desde principios de los 90. También tenemos a Santi Hernández (bajo), Maikel «El tanque» (batería) y Ricardo Mínguez (teclados), con la novedad de Nacho de Carlos como guitarrista principal, sustituyendo a Manuel Seoane, ahora en las filas de Mago de Oz.

El fichaje de Nacho de Carlos se muestra muy acertado. Guitarrista técnico y virtuoso, posee experiencia sobrada tras su estancia en grupos de renombre (Beethoven R., Ñu, Ars Amandi, Silver Fist…), además de ser autor de varios libros de temática didáctico-musical. Así, Nacho se une a una banda con músicos ya compenetrados que rayan a buen nivel. Tanto la base rítmica formada por Santi Hernández y Maikel “El tanque” como los teclados (muy presentes en varias fases del disco) de Ricardo Mínguez forman una máquina engrasada que hacen sonar los temas en su mejor versión.

La presencia de Nacho de Carlos llama la atención nada más pinchar el disco, ya que la intro “Nikkal” es toda una exhibición de su buen hacer.

Una vez superada la intro, lo que “Somos Belial” nos ofrece son los Lujuria de siempre, heavy metal directo con la firma de los segovianos. Un puñado de canciones escritas para enganchar al amante del metal en castellano, con una base musical compacta en la que cada músico tiene su sitio y, sobre ella, la áspera voz de Óscar Sancho cantando unas letras que alternan el mensaje y el buen humor.

El disco es Lujuria en estado puro. Buenos temas como “El amor está en el aire”, la declaración de principios que es “Siempre metal, invicto metal” o “Somos Belial”, que da nombre al disco, son lo mejor de este trabajo, al lado de otros temas más simples como lo son “Como puta por rastrojo” o la cachonda “Tapar agujeros”, bastante sencillo en lo musical, pero con una letra hilarante. Y es que la ironía y el buen humor nunca han faltado en el repertorio de Lujuria, como muestra la balada “Cuando estás conmigo”, subtitulada de forma jocosa como “la única balada sincera del mundo”, en la que Óscar utiliza una tesitura diferente y desconocida en él. No puedo decir que salga muy bien parado del intento, pero cumple sobradamente la intención de sacarnos una sonrisa.

No faltan los temas con temática sexual y “lujuriosa” (“Messe noire”) o el ataque a la Iglesia de otro de los temas destacados del disco, “Migas de Paz”, completando un trabajo en el que la banda segoviana muestra estar en plena forma tanto de inspiración compositiva como de ejecución.

Como es habitual en casi todos sus discos, tampoco falta un homenaje al metal clásico español en forma de versión. En este caso, el tema elegido para cerrar el disco es “El principio del fin” de Ángeles del Infierno, llevada a su terreno.

Una de las cosas que llaman la atención de “Somos Belial” es la producción. En unos años en los que cada disco compite por tener una mayor compresión del sonido con el objetivo de sonar lo más fuerte posible al ejecutarse en formato .mp3, nos encontramos con que “Somos Belial” ha elegido el camino contrario, recuperando la forma clásica de producción del pasado. La menor compresión del disco permite escuchar con mayor nitidez todos los instrumentos y elegir el volumen adecuado con el que queremos disfrutarlo, según el momento adecuado. Así, la consecuencia es que el oyente que elija un reproductor de baja calidad con auriculares baratos, únicamente notará que el disco suena más bajito de lo normal, debiendo subir el volumen considerablemente. Sin embargo, a medida que aumentemos la calidad del equipo de sonido utilizado, mayores serán las bonanzas sonoras que encontremos en la escucha.

Siempre es una buena noticia que grupos como Lujuria mantengan viva la llama del metal. Sus ganas, su pasión y su fervor por el heavy metal contagian al metal nacional (o lo que queda de él) para afrontar estos duros tiempos para nuestro tipo de música.

Que sea así por muchos años.

Santi Fernández “Shan Tee”