Viernes 26 de julio
Con la intención de no perderme ningún grupo, ya que tenía ganas de ver a muchos que no conocía, salimos del camping bien prontito. Dicho camping estaba muchísimo mejor que el año pasado, puesto que cabía mucha más gente y había toldos para un número bastante considerable de tiendas. La carpa en la que vendían las bebidas y la comida también me sorprendió. Era más grande, con un equipo de música impresionante (doy fe que desde las tiendas más alejadas se oía… ¡desde las 10 de la mañana hasta las 7!), aunque un poco desaprovechado, pues si no pusieron 30 veces el recopilatorio del Machina del año pasado no lo pusieron ninguna… La bebida estaba bastante barata, así como la comida y demás picoteos, cafés, etc. También habían muchas más duchas que el año pasado, pero no nos sirvió de nada, puesto que cuando ya estabas perfectamente enjabonadito y listo para aclararte… ¡se cortaba el agua! En fin, que estaba todo mejor montado que el año pasado, pero aún les queda por aprender.
Lo dicho, llegamos al festival a eso de las 13’20, puesto que NIGHTMARE tenía previsto el comienzo a las 13’30. Debido a la insoportable solanera que pegaba por aquellas tierras, nos dirigimos hacia los puntos de venta de los tickets para bebidas, a ver si refrescábamos el gaznate con una cerveza fresquita y combatíamos la resaca del día anterior… ¿Cómo? ¿Qué no hay tickets? No podía creérmelo. Otra vez como el año pasado. Lo menos 45 minutos haciendo cola bajo el sol y muertas de sed, esperando a que trajesen los dichosos tickets de bebidas. Señores, que ya son tres años de festival y estas cosas no pueden pasar ya… ¡Y encima el concierto no empezaba. Al fin conseguimos los tickets, un buen litro de cerveza y a eso de las 14’45h comenzaron a tocar los franceses. La verdad es que tienen bastante fama por ser de los mejores del país vecino y por lo visto en el disco se lo montan bastante bien… Pues yo no lo vi. El sonido era bastante espantoso, la verdad. Sólo se oía una batería machacona y una voz algo saturada. Ni guitarras ni bajo y de vez en cuando, un poco de teclado. No soy quién para juzgarles debido a este sonido tan penoso que les tocó sufrir, pero no me parecieron nada especial. Sólo me llamó la atención algún tema en el que hacían coros acompañados de una batería bastante elaborada.
Sólo tuvieron media hora para tocar, así que a las 15’15h, mientras preparaban las cosas para los RAWHEAD REXX, nos fuimos a repostar. Tras media hora de espera, este grupo alemán comenzó su show. Al principio el sonido seguía siendo igual de malo que con los Nightmare, pero aún así me llamaron la atención. Un cantante que no dejaba sus greñas quietas y un batería que se levantaba a cada canción. A medida que el sonido iba mejorando se iban distinguiendo unos riffs muy potentes, con bases claramente de metal clásico, pero evolucionado y sacándole todo el jugo. Un heavy/speed metal que nos dejó a todos con la boca abierta y que desde luego, ya estoy esperando que vengan en una gira más tranquila, con menos grupos y mejor sonido para volver a verlos. La gente que ya estaba por allí, flipaba con ellos y les pedía más y más, hasta que, de repente, cuando empezaban a tocar su canción de despedida y tras prometer una vuelta temprana, comenzaron a desenchufarles los amplis. Así, sin más, les cortaron el sonido y se quedaron tocando en bragas. Me pareció muy poco profesional por parte de la organización. Si has empezado tarde, apechuga con las consecuencias, ¡pero no cortes a un grupo a mitad! Aun así, Rawhead Rexx se portaron como auténticos caballeros y profesionales y se despidieron sin una sola queja.
A eso de las 16’40h y tras unos agradables manguerazos de agua fresquita, aparecieron los suecos FALCONER. Era un grupo muy esperado, según me dijo la gente con la que hablé y causaron dos impresiones opuestas: o entusiasmaron o decepcionaron. Para mí, personalmente, fue lo segundo. Al principio me molaron, pero poco a poco me fui aburriendo. Estaban muy parados en el escenario y a veces no se entendía apenas la música, pues sonaba todo demasiado apelmazado (también hay que tener en cuenta que, al parecer, era el segundo concierto de toda su carrera…). La voz me gustó, muy atractiva. La música era original, puesto que unos temas sonaban muy folk, otros más a himnos épicos… Pero lo dicho, les faltó puesta en escena.
Y justo una hora después comenzaba el cachondeíto del día. Los españoles NÖRTHWIND y su inolvidable tema “En los mares” dieron que hablar y cantar durante el resto del festival. La intro estuvo muy bien y sonaban bastante potentes, pero sus voces y coros dejaron bastante que desear. Desde luego les falta madurar y poner menos énfasis a su canción de cierre “en los maaareees”.
Me sorprendieron positivamente los finlandeses LOST IN TEARS. Fue el primer grupo oscuro de esta nueva edición del Rock Machina y desde luego fue un buen plato para comenzar, presentándonos su disco “Dialogue with mirón an God”. Ese vozarrón, acompañado de los medios tiempos tan potentes y las melodías de sus guitarras creaban un auténtico ambiente gótico. Fue su primera aparición por España y creo que no será la última, pues nos dejaron a todos con un buen sabor de boca.
Y seguíamos con grupos españoles. Debido a la caída del cartel de Sinergy decidieron meter otra voz femenina, cambiando a Kimberly por Elisa. Al principio estaba un poco decepcionada, pues a DARK MOOR ya los había visto y a Sinergy no, pero la verdad es que mereció la pena, pues dieron un concierto irrepetible. Comenzaron con la intro de “The hall of the olden dreams”, seguida de la canción que va a continuación en dicho disco: “Somewhere In Dreams”. Un comienzo muy animado y suficientemente conocido como para tener a todo el público cantando los estribillos puños en alto. La verdad es que sonaban bastante bien y, aunque un poco apelmazado en ocasiones, superaron con creces los grupos anteriores. Nuestra querida Elisa, tan heavy como siempre hizo su trabajo de “frontwoman” a la perfección, animando sin parar al respetable. También nos deleitaron con temas de su nuevo disco, como “Nevermore” o “A New World”. Y, cómo no, el asombroso medley de Queen que están ejecutando en toda su nueva gira. Este medley consta de tres tamazos: “We Will Rock You”, “I Want It All” y “Show Must Go On”. Con un sonido muy clásico, pero sin perder la personalidad de Dark Moor, fue de lo mejorcito del concierto y la gente quedó bastante prendada con ellos. ¡Y Elisa con nosotros! Se emocionó y todo de ver la gran respuesta del público. Y terminaron con su himno “Maid Of Orleans”. Chapó para Elisa y los suyos.
Y a las 20’20h. Pacho de Ankhara presentó a los que iban a ser, para mí, la gran sorpresa del festival: LOADED. Como ya sabéis, es la nueva banda de Duff Mckagan, el ex bajista de Guns ‘n Roses. Un grupo que se salía bastante de la línea del festival y que fue, por el contrario, de los mejores. Gozaron de un sonido excelente y de una caña excepcional. Allí apareció Duff, mascando chicle, pantalones de campana, sin camiseta y con el pelo a mechas y despeinado. Un auténtico punk-rocknrollero tanto en actitud como en la forma de cantar y tocar la guitarra. Partes solas de bajo o acompañado éste de la batería, momentos muy guitarreros, macarras, con distorsiones o punteos alocados. A mi modo de ver, rock n roll puro y duro, quizá simple, pero desde luego con mucha marcha y muy bien hecho. Presentaron su único disco “Dark Days” y, como era de esperar, se marcaron sus temas de Guns n Roses, como “It’s So Easy” o la versión de “Attitude”, de los Misfits. Sin duda, de lo mejorcito del festival.
Y a las 21’30 daban comienzo los holandeses ELEGY, un grupo también muy esperado por los machineros. Abriendo con “Under My Skin” pudimos apreciar un buen sonido, que nos permitió disfrutar de este grupo que mezclaba power metal con progresivo. Temas como “Inner Room”, “Principles Of Pain”, “Ice House” o “Metamorphosis” nos enseñaron unos buenos músicos, portadores de guitarras y batería elaboradas y cañeras.
Texto: Clara González Lobo “Kiky”
MOONSPELL
La noche nos acogía, la luna lucía espléndida en el cielo y cerca de las 23 horas suena la Intro del grupo portugués que hace que nos adentremos en el bosque que asemejaba el escenario, con troquelados que parecían hierba y el teclado en una plataforma que imitaba el tronco de un árbol, con un telón de fondo con el símbolo de la portada del “Darkness and hope”. En medio del humo surge la figura del gran Fernando Ribeiro (voz) ataviado con un gran gorro (al estilo de un brujo), un traje rojo y un tres cuartos negro, portando en una de sus manos un farol. Comienzo estremecedor e imborrable. Ya con todo el quinteto en escena comienzan con dos temas de su última obra, “Darkness and hope”, el último corte del CD (sin contar los dos bonus) “Than The serpents In My Hands” y “Devilred”.
Toca el turno a uno de los clásicos de su discografía y quizás el tema más conocido de ellos, “Opium”. Aquello sonaba muy bien, un juego de luces espléndido que combinaba a las mil maravillas con la oscuridad y las sombras, y un Fernando Ribeiro que para mi es uno de los mejores frotman que he visto en mi vida, cómo llena el escenario con su presencia, cómo actua, cómo canta con esa voz grave tan gótica y otras veces cómo lo hace con rabia. Y otro guiño a sus primeros trabajos, esta vez con “Wolfshade (A Werewolf Masquerade)”, seguido de “Magdalene” del “Sin/Pecado”, con voz gutural al final del tema.
La tonalidad de las luces azul y verde acompañan a “Butterfly FX”, con bastantes efectos de teclados, y el frontman que a mitad del tema se dirige en castellano, comentando que están encantados de estar allí y diciendo también el nombre del grupo y de donde vienen, por si hay algún despistado que todavía no se había enterado. Continúan el repaso a “Butterfly effect” con “Angelizer”, con Fernando llevando a sus espaldas unas alas y si añadimos una tenue luz y el humo… quedó de miedo la interpretación del tema.
Otro corte de su cuarto CD, “Abysmo”, con el cantante agarrando unos palos al final del tema. De nuevo vuelta a la actualidad con temas de su último trabajo, “Nocturna” y “Firewalking”. El teclista Pedro Paixao en algunos pasajes de las canciones, cuando no necesitaban parte de teclado, apoyaba a las guitarras al seis cuerdas Ricardo Amorim.
La ejecución de “Mephisto” fue increíble. La gente, rendida ante el gran conciertazo que estaban dando los lusos, entonaron el nombre del grupo una y otra vez. Y continuaron con el repaso a “Irreligious”, esta vez con el último corte de esa obra, “Full Moon Madness”. El fin de la descarga de los portugueses vino con “Alma Mater”, dando caña y con un final súper acelerado. El éxtasis.
Anteriormente había visto a Moonspell en la gira del “Butterfly effect” en una sala de capacidad media y me gustaron, pero este segundo encuentro con los lusos ha sido mucho mejor, apoteósico. Fueron el grupo que mejor puesta en escena llevaron en el Machina 2.002, y sin demasiado gasto, pero el ambiente sobrecogedor que crearon con el juego de luces fue buenísimo, además de algunos detalles como los candelabros, y si a eso añadimos el excelente concierto que dieron, pues unos de los triunfadores del festival.
Texto: Starbreaker
SUICIDAL TENDENCIES
Mucha gente antes y tras el festival se han preguntado qué pintaba este grupo acá, y yo me río por tal de no llorar. Señoras y señores, estamos ante un grupo que el año que viene cumplirá 20 años (aunque estuvieron disueltos desde 1995 hasta 1997) desde la publicación de su primer larga duración, “Sucidal Tendencies” (1983), pioneros del Hardcore y que luego fueron uno de los abanderados del Crossover (Punk+Hardcore+Thrash). Pueden gustar o no, pero lo que es innegable es que se merecen muchísimo respeto, pero acá en España seguimos como hace muchos años, aunque no se quiera reconocer, hay mucho cerrado de mente y si no se hace estrictamente “Jevi Meta”, ¿para qué ponen ese grupo en un festival de Heavy?, lamentable. Menos mal que este año ha sido la edición del festival con más variedad de estilos dentro del Metal o dejémoslo simplemente en ROCK, y los cerrados de mollera se han tenido que jorobar. Desde acá felicito que llevaran a los californianos y desde esta modesta página se reseña su concierto porque es un grandioso grupo y porque se lo merecen. Los medios de comunicación que no lo quieran ver así, pues nada que sigan en su caparazón de “auténtico Metal”.
El primer cañonazo de la noche de los de Venice Beach (California) fue con la melodía de guitarra que abre el temazo y la caña que le sigue a “You Can´t Bring Me Down”. Desde el primer tema hasta el último, en cada canción el líder Mike Muir (rapado, con pañuelo y camiseta de basket con el nombre del grupo y con el número “bendito” 13), era un torbellino en escena moviéndose de un lado a otro y gesticulando. Recuerdo a “Join the army” con el hardcoriano “War Inside My Head” y otro tema del cual tomé mal apunte, perdón.
Muir pregunta en castellano: “¿Qué pasa?” y nos pega una parrafada (en inglés, claro) como acostumbra en sus descargas, hablando rapidísimo y con mucha dificultad para pillar lo que dice. Y tras la charla tocan del penúltimo trabajo, “Freedumb”, “Ain´t Gonna Take It” y del último (“Free your soul and save my mind”) “Su casa es mi casa”, con bastantes toques de Rap en el tema y fácil de cantar el estribillo, en castellano.
De los comienzos del grupo sólo quedan el líder Mike Muir y el guitarra rítmica Mike Clark (entró en el grupo en el tercer disco, “How will I laugh tomorrow… when I can´t even smile today?”, título que me encanta y grandioso trabajo). Acompañados por el guitarra Dean Pleasants (del proyecto cañero funk de Muir, Infectious Grooves) y unos hermanos jovencísimos negritos a la base rítmica y unas máquinas de precisión y buen hacer, Ron Brunner Jr. a la batería y Steve Brunner al bajo.
A “Stay Confussion” (¿fué ese el tema?) le sigue “Send Me Your Money” con esa letra que arremete contra los telepredicadores televisivos.
El cantante nos hace gritar “S.T…” unas cuantas veces y suelta otra parrafada que parece un trabalenguas a la velocidad con la que habla y nos golpean con “Fascist Pigs” de su primer disco.
Otra charla (la verdad es que el joio abusaba ya) y después la funkera “Lovely”. En honor a los skaters, “Possessed To Skate”.
Siguiente tema dedicado al dinero y para concluir, además de la última charlilla, el himno “Pledge Your Allegiance”, donde se corea una y otra vez “S.T…”
Concierto intenso de Suicidal Tendencies con muy buenos músicos (hay que seguir a los hermanos de la base rítmica), pero sobró tanta parrafada del genio Muir. Espero poder volverles a ver de nuevo con más tiempo en escena, aunque lo veo difícil, por acá no se prodigan apenas desde que volvieron a dar caña.
Texto: Starbreaker
SAVATAGE
Las huestes del grandioso (como músico y de tamaño) y simpático Jon Oliva cerraban el primer día de esta edición del Machina. Con novedades en su formación, en la persona del guitarrista Jeff Waters (Annihilator) sustituyendo momentáneamente al hijo pródigo Al Pitrelli tras su paso por los desaparecidos Megadeth, sin contar al cantante Damond Jiniya puesto que lleva más de un año con la formación. Por fin iba a tener oportunidad de ver en vivo a mis queridos Savatage, especialmente porque les tengo gran cariño desde que los descubrí a mediados de los ´80 con sus primeros álbumes.
Con el telón de fondo con el logotipo del grupo se hace la oscuridad en escena, el humo invade las tablas y suena como Intro “The show must go on” (Queen) entera, segunda vez que sonaba ese tema este día, anteriormente había formado parte de la medley de Queen que habían tocado los madrileños Dark Moor. Empieza a oírse el comienzo de “Commissar” de su último disco “Poets and madmen”, pero grabado, aplausos del público al ver como los músicos salen a escena y cuando toma protagonismo la guitarra al principio del tema comienza la descarga en vivo. La canción la percibo más pausada que en el CD por el ritmo que impone el batería Jeff Plate. El cantante Damond Jiniya apoya en las voces a Oliva que canta tras sus teclados situados a la derecha del escenario. El guitarrista Jeff Waters de riguroso negro. En el segundo solo del tema mejora el sonido. Jeff Plate descamisado se pone de pié unas cuantas veces tras su kit de batería.
Jiniya se dirige al público en castellano con un “buenos días” y comenta que hay problemas con la electricidad abandonando el grupo el escenario, menos mal que es muy poco tiempo. Mientras tanto el guitarrista rubio Chris Caffery y Oliva a las teclas se marcan la instrumental “Temptation Revelation”. Cuando vuelven todos a escena descargan la rabiosa “Of Rage And War” y las voces del principio del tema las hacen Jiniya y Oliva a duo, el bajo de Johnny Lee Middleton cruje que da gusto y en este tema Oliva se come a Damond.
Comienzo de sonido de piano en el tema “Chance” (única canción que tocarían del “Handful of rain”) el nuevo vocalista lo interpreta bien aunque en la parte que repite “Look away” se va un poco en el tono.
Nos preguntan si estamos cansados y la gente responde negativamente regalándonos a los oidos “The Wake Of Magellan” uniendo parte de “Edge Of Thorns” y de “Dead Winter Dead”.
Oliva dice que es tiempo de una canción antigua de los ´Tage del “Hall of the mountain king” y nos sorprenden con “Beyond The Doors Of The Dark”. Y tiempo para “Sirens” con el tema título cantando por Oliva (no podía ser menos), acá me dio un subidón y una alegría tremenda, por fin podía escuchar y disfrutar en vivo el primer tema de los de Florida que oí a mediados de la decada de los ´80. Incluyeron en mitad de la canción “Strange Wings” finalizando con los gritos del final de “Sirens”. Oliva nos agradece el apoyo diciéndonos que nos ama.
Sonido de tormenta y piano, “Sarajevo” unido a la emotiva “This Is The Time (1990)”. Jiniya no lo estaba haciendo mal, imitaba la voz en los temas de Zack Stevens y los temas de Oliva que le dejaba los afrontaba bien, pero en este tema al final no llegaba.
Segundo y último tema que sonó esa noche del último trabajo, el extenso “Morphine Child”, cantando entre los dos vocalistas.
Turno para parte de la Opera Rock de “Streets”, con la potente “Agony And Ecstasy” (Damond Jiniya se va del escenario) y la entrañable “Believe”, con Oliva solo en escena, y al final de la canción sale el grupo sin Jiniya. En las últimas estrofas vocales Oliva se oye un poco cascado. Unen con la magistral “Gutter Ballet” cantado a medias por los dos vocalistas, el que no haya escuchado este temazo todavía, ya tarda, se unen melodía, delicadeza y sentimiento con rabia. Acaban a las 03:49, pero no nos pueden dejar así, queremos más y… la repanocha con el clásico “Power Of The Night”, en esos momentos me emocioné y me vino a la memoria el malogrado y fallecido guitarrista Criss Oliva. Finalizando con otra vieja joya cantada por Jiniya, “Hall Of The Mountain King”. Fin de concierto histórico.
Muy buen concierto de los americanos, aunque al principio me cansaron un poquillo (no sé si por las horas de fatiga acumuladas durante todo el día por servidor), con Jeff Waters integrado totalmente en el combo, cualquiera diría que llevaba poco tiempo en la banda. Y en cuanto al nuevo vocalista pues lo que he dicho, no lo hizo mal, pero en mi opinión le falta todavía un poquito y un poco feo que se fuera del escenario en algunos temas del final. Próximo objetivo Savatage: verlos en su gira.
Texto: Starbreaker
Sábado 27 de julio
Por suerte (o por desgracia para las borracheras del día anterior), los alicantinos BLOOD sí que comenzaron puntuales ese día. Un tipo de metal que quizá fuese de lo que menos pegaba en aquel festival, el industrial, sorprendió y gustó a muchos. Con su estilo totalmente Rammstein, nos hicieron olvidarnos por completo de la siesta y empezar a bailar y a movernos. Desde luego, una buena forma de empezar el festival, aunque tuvieran algún que otro problemilla técnico…
Y del metal más actual pasamos al hard rock más clásico. Los suecos SHAKRA nos hicieron retroceder en el tiempo y recordar aquellos grupos tan queridos de los ’80. Con una batería muy simple y unas guitarras muy melódicas combinaban perfectamente canciones cañeras con otras más lentas, aunque potentes. Me recordaban a los discos de Bonfire de los 90. Toda la gente con la que hablé me recomendó que no me los perdiera y la verdad es que me alegro de no haberlo hecho. Un grupo de gran calidad y con mucho mérito, pues se alejan muchos kilómetros de la música de moda de su país. Su nuevo cantante, a lo Mike Tramp, gustó mucho, tanto por su registro como por su feeling. Demostraron que hoy en día, aun con la invasión del power o de lo más extremo, se puede seguir haciendo buen hard rock.
Otro giro de 180 grados. Les tocaba el turno a los madrileños AVULSED. No se cortaron nada y el cantante se lució con un: “se acabaron las mariconadas!! Ahora llega la caña!”. La verdad es que caña sí metieron. La típica batería death-metalera, rápida y potente se combinaba con guitarras melódicas. Me sorprendió mucho la voz del cantante, auténtica furia, rabia, con unos dejes muy animales. Lo único malo de aquel concierto fue el sol que pegaba a esas horas de la tarde, que seguramente hizo que los melenudos más death de las primeras filas agonizaran del calor. Aun así, los músicos no paraban de moverse por todo el escenario, sobre todo el cantante, que acompañaba sus gruñidos de saltos y carreras. Quizá pecaron un poco de ser los típicos death, con sus medios tiempos, redobles y partes más cañeras, pero la verdad es que estaba muy bien hecho. ¿El tema que más me llamó la atención? “Exorcismo vaginal”.
Y llegaba ahora otro grupo que tenía muchas ganas de ver en directo: BRAINSTORM. Su power-metal agresivo y diferente merecía una especial atención en aquel festival. Comenzaron, cómo no, con la intro de su nuevo trabajo, seguida de “Blind Suffering”. Se les veía muy buenos en directo, ya no sólo porque el pelirrojo cantante no paró de moverse durante todo el show, sino por la calidad musical. Pero, como casi todos los primeros grupos de todo el cartel, tuvieron un mal sonido. Es una pena, porque las guitarras sonaban pesadas, la batería contundente… Toda una tralla, vamos. El público estaba ya dándolo todo a pesar del increíble cartel que nos esperaba a lo largo de la velada. Como era de esperar, tocaron muchos temas de su nuevo disco, como “Shadowland” o “Checkmate In Red”, aunque no olvidaron temas antiguos como su himno “Tear Down The Walls”. Desde luego, y sin olvidar la caña, la frescura y la energía que tiene el grupo, lo mejor, en mi opinión, es el cantante Andy B. Frank, pues es capaz de mezclar agudos, graves y voces rasgadas con un chorro de voz impresionante. Desde luego el directo no me decepcionó.
Texto: Clara González Lobo “Kiky”
TRISTANIA
El astro rey, más conocido como “Lorenzo”, estaba en todo lo suyo. Picaba de lo lindo a esas horas de la tarde, es un poco demencial que haya conciertos a esas horas y ni hablar de los grupos que tocaron el día anterior y hoy a horas más tempranas. Y el turno no le tocaba a un grupo acostumbrado más o menos a este tipo de clima, “el premio” le tocaba a los noruegos Tristania, creo que recordarán en sus vidas esa actuación como si fueran bollitos tostándose en un horno, además del mal trato que le dieron con el sonido.
Los seis noruegos (Moen, Olsson, Osterhus, Ingebrethsen, Hidle y Stene), luego se añadiría el otro vocalista masculino Osten Bergoy, arrancaron con el primer tema del “World of glass”, “The Shining Path” y de primeras se percibe el pésimo sonido en los micrófonos, la voz gutural de la última incorporación a la banda, Kjetil Ingebrethsen no se oía nada y luego igual pero la de Vibeke Stene. Empezamos bien, esperemos que se solucione, pero no fue así, tristemente.
“Wasteland´s Caress” del primer trabajo es la siguiente en sonar, seguida por “The Beyond The Veil” con los coros disparados por el teclista Einar Moen con la aparición de Osten Bergoy aportando su voz gótica y normal en contraposición a la operística de Vibeke, que poco se oyó “gracias” al técnico de sonido, y a las guturales de Kjetil (bautizado cachondamente por mi amiga Beatriz de Granada como “El Rascacio” dado su parecido a este tipo de pez, por la cresta que llevaba en la coronilla y la cara encendida a causa del esfuerzo al cantar y por el calorín que estaba cayendo) y del guitarrista Anders Hidle apoyando vocalmente.
Segundo tema en sonar esa tarde de su último CD, “Tender Trip Of Earth” continuada por “A Sequel Of Decay”. Ya que la hermosa Vibeke apenas se percibía vocalmente, nos deleitaba con sus movimientos al bailar, cimbreándose de muy buenas maneras. El vocalista Bergoy bromeaba con una toalla secando el sudor de la frente a varios componentes. De nuevo un tema de su reciente obra y finalizaron con “Aphelion”.
Destrozaron el concierto de los noruegos desde la mesa de mezclas porque una de las características que atrae de ellos es el juego de voces normales y guturales con la voz de Vibeke y es penoso que un grupo tenga que aguantar estas cosas, a pesar de eso cumplieron perfectamente.
Texto: Starbreaker
ANNIHILATOR
La noche anterior vimos el buen trabajo que hizo el guitarrista Jeff Waters supliendo perfectamente a Al Pitrelli en Savatage, pero esta tarde le tocaba demostrar la garra y furia que desprende su banda en vivo con sus ritmos y riffs heavies y thrashicos.
Comienzan frenéticamente con dos temas seguidos de su obra de 1994, “The Box” y el tema título, “King Of The Kill”. El ex–cantante de Liege Lord y ex–guitarrista de Overkill, Joe Comeau tras grabar los dos últimos trabajos con los canadienses está integrado totalmente en el grupo y canta con una potencia y fuerza increible.
De su más reciente trabajo suena “Ultramotion”. A Waters se le veía disfrutar de lo lindo y sudar como un pollo, la camiseta verde que llevaba pronto la empapó en sudor.
Les llegaba el turno a los clásicos del grupo canadiense, empezando por “Never Neverland”, continuada por “Set The World Of Fire”, el grandioso tema “Alice In Hell”, con la participación vocal de Waters de manera terrorífica al decir “Alice”, y otra más de su primerísima obra, la veloz “Phantasmagoria”. Puro headbanging en el público y en Waters el bajista Russell Berquist y el otro guitarra Curran Murphy, además del calvorotas Comeau, acompañados por los cebollazos del batería Randy Black.
Mr.Comeau presenta a la banda al completo y terminan su actuación con un tema de su penúltimo disco con cierto sonido a los AC/DC, “Shallow grave”.
Una actuación con la que disfruté de lo lindo, pero que se me hizo cortísima y a ver si ya por fin Jeff Waters estabiliza a la banda de una vez, esta formación tiene mucho que decir.
Texto: Starbreaker
Era la segunda vez que los brasileños visitaban España en su gira del “Rebirth”. El pasado mes de marzo había tenido oportunidad de verlos con su nueva formación y me sorprendieron gratamente, así que había que reservar fuerzas ante las horas y grupos que quedaban aún por ver, de manera que les presté poca atención a la banda, mientras descansaba en la hierba al fondo del recinto en buena compañía de foreros de la página.
El telón con la portada de su último disco cubría la parte del fondo del escenario. El comienzo fue calcado a su visita de marzo, sonando la introducción “In Excelsis”, continuada por “Nova Era” y “Acid Rain”. Ya lo dije en su día, los nuevos componentes elegidos por los guitarristas Kiko Loureiro y Rafael Bittencourt han sido todo un acierto y no añoro para nada a André Matos. Edu Falaschi hace a la perfección su labor, tanto cantando como de frotman y la base rítmica (Felipe Andreoli y Aquiles Priester) hacen su trabajo con precisión.
El clásico “Angels Cry” fue seguido por, ya para mi, otro clásico de su última obra, “Millennium Sun” y “Rebirth”.
Al igual que en su anterior visita todos los componentes cogen instrumentos de percusión brasileiros y forman una pequeña fiesta con buen rollo y movido ritmo y tras la batucada tocan el tema título de su último reciente mini CD, “Hunters And Prey”. Acabando con el gran “Nothing To Say”. Pero al instante vuelven a escena y acaban con otra joya de su discografía, “Carry On”.
Cumplieron con las expectativas que tenía la peña por verlos, se nota el cariño que les tiene la gente a este combo brasileño y así corresponden ellos, con unas amplias sonrisas en sus caras además de buenos conciertos.
Texto: Starbreaker
TIAMAT
Y llegaba la hora de uno de los grandes atractivos por los que asistir al festival, pese a que muchos lo vieran como un estorbo en el mismo o un paréntesis para el descanso y/o saciar el apetito. Gracias a ello pudimos acomodarnos en unas holgadas primeras filas y presenciar la actuación de estos veteranos suecos de los sonidos digamos vagamente “oscuros”, ya que si bien es más que notable una evolución en el sonido de la banda desde sus comienzos hasta la actualidad (partiendo de un death bastante opaco, pasando por un metal sinfónico y desembocando ¿finalmente? en un gothic-rock-metal de aires ambientales), lo que sí se puede afirmar es que la “oscuridad” ha sido el denominador común si no de todas sus etapas al menos de la mayoría.
El sol que momentos ha había hecho que tuvieran que llevarse al pobre Jeff Waters al hospital con una aparente insolación dejaba paso a la oscuridad e intimismo que propiciaba una actuación como la de Tiamat. Johan Endlund (voz, guitarras –y alma mater del combo-), Thomas Peterson (guitarra), Anders Iwers (bajo) y Lars Sköld (batería) no se hicieron de rogar, y cuando nos quisimos dar cuenta estábamos deleitándonos los oídos con ese suculento trabajo llamado “Judas Christ”, del cual sonaron perlas como “So Much For Suicide”, el marchoso single “Vote For Love”, en el cual hizo aparición en escena Vibeke de Tristania (y en el que nos agarramos en plan patio de colegio, je je), el relajado “Love Is As Good As Soma” o el más cañero y curioso “I Am In Love With Myself”, que nos hizo botar de lo lindo.
Por otra parte (y como era de suponer), de sus trabajos más pretéritos (véase “Summerian Cry”, “The Astral Sleep” o “Clouds”) no hubo representación, aunque sí de esa joya de los 90 llamada “Wildhoney”, del cual cayeron “Whatever That Hurts” y el apoteósico “The Ar”, el cual no esperaba que sonara tan bien (esos teclados, pelos como escarpias, señores…). Como representación de “A Deeper Kind Of Slumber” hizo lo propio “Brighter Than The Sun”, en la que cooperó de buena gana nuevamente Vibeke, a la cual se la veía ya más con cara de fiesta que en su actuación, lógicamente. Por cierto, ¿y “Cold Seed”? Sin duda una de las grandes sacrificadas (si se me permite esta era casi necesaria), pero ya se sabe que en festivales y con horarios recortados no se pueden hacer maravillas.
En resumidas cuentas, una notable actuación (aunque, todo sea dicho, le faltó algo de potencia sonora) en la que reinó en todo momento una estrecha complicidad entre el grupo y un público minoritario (sobre todo si lo comparamos al de otras actuaciones), con un Johan claramente entregado (cayó rendido literalmente a los pies del respetable) y que brilló con luz propia. Ya queda menos para la gira…
Texto: Bubba
SODOM
Ganas de volver a ver a este trío de bandios germanos desde aquel “Summer Thrash Festival” de principios de los ´90 en la localidad de El Grao (Castellón). Eso sí, cambios ha habido en la formación desde entonces, aunque se han estabilizado desde 1997, liderándola desde sus comienzos el grandote Tom Angelripper, pero a pesar de los años ellos siempre han seguido fieles a su sonido Thrash, y eso hoy en día es muy elogiable.
Los presentaba el entrañable y luchador Silver (Muro) diciendo prácticamente las mismas palabras que comenzaban la grabación del primer disco de su banda: “Con vosotros el grupo más duro…” (eso sí, Silverio iba bien agustico porque tenía una ronquera y soltó unos gallos de aúpa). Los germanos empezaron “la guerra” con uno de sus temas más recientes, “Among The Weirdkong”. Ya desde el primer tema me puse a realizar headbanging como un poseso al lado del compañero Bubba y la simpática Schatzie, y no paré hasta el final del concierto con apoteosis final (más adelante se narra). Continuaron sometiéndonos con “Vice Of Killing” de su anterior “Code red”, saludando al término de la canción a la ciudad de Valencia (no fue el único que metió la pata durante el festival). Nos azotan con el tema super trallero cantado en alemán “Wachturm”.
Se remontan aún más lejos en su discografía, sonando el sucio “Blasphemer” de su primer EP. Delante del telón con una calavera con la S de SODOM entre las cuencas de los ojos, el batería Bobby Schottkowski bombardeaba a base de bien, el guitarrista Berneman, con su camisa a cuadros sin mangas, nos ametrallaba con su guitarra pintada de camuflaje y el alma mater, Tom Angelripper, nos aniquilaba y fustigaba con su bajo y su ruda voz. No recuerdo bien si fue antes de comenzar el siguiente tema, pero el bajista y vocalista renegó de la guerra y del terrorismo mandando a “tomar viento” a Bin Laden.
Yo cada vez me iba volviendo más loco con los temas que caían y con el siguiente fue para volver a recordarlo… “Honor the fallen heroes…” ,sí, “Remember The Fallen”, menudo gran tema de su magna obra “Agent orange”. Le siguió “Sodomized” y Angelripper presentó a sus compañeros de “guerra”.
Ahora le tocaba el turno a otra canción de su último CD, el que le da nombre, “M-16” y continuado con algo de 1984, “Outbreak of evil”, con el principio del tema ralentizado en comparación a su versión original, pero tras el inicio el disloque. Y seguíamos torturando cervicales a ritmo frenético con “Agent orange”.
Un poco de “descanso” con un tema que sonó muy rockero y que creo que fue “Eat Me”. Pero el final de la “batalla” iba llegando y el trío alemán no quería dejar títere con cabeza y para ello se encargaron de “explotarnos” con “Ausgebombt” con ese sonido a lo Motörhead tan bueno. El primitivo, bestial y extremo “Witching Metal” nos estaba llevando a que casi con la cabeza tocáramos el suelo haciendo headbanging. Pero ahí no acabó todo, tenían la última bala para acabar de “rematarnos”, “Ace Of Spades” de Lemmy y compañía. De repente veo a Bubba que me dice: “¡a hombros, a hombros!”, pensaba que quería que lo subiera y me dije acá llega mi final (jajaja), pero no, era para que me subiera a sus hombros y así lo hice en un momento y cual tanque de la Panzer Division, Bubba arrambló con toda clase de “obstáculos” que tenía ante sí. Yo, desde la torreta me tambaleaba y pensaba que nos iban a derrotar (¡hombre de poca fe!), pero Bubba es mucho Bubba y llegó a las primeras filas conmigo a cuestas y allí ya fue lo máximo… ¡estábamos sembrados de gloria!
Bestial concierto de SODOM, ¿por qué no habrán venido con la gira “Hell comes to your town” (Destruction + Sodom + Kreator) a territorio hispano?
Texto: Starbreaker
Pues después de la “tormenta” de Sodom, y muy a mi pesar, vino la “calma” de RAGE. Me duele mucho decir esto, pero la banda del veterano Peavy Wagner me decepcionó sobremanera. Y cuando hablo de decepción me refiero a varios aspectos, que a continuación paso a explicar.
No cabe duda que hablar de Rage es hablar de una de las bandas más veteranas del panorama heavy teutón, y encima de las que no lo ha tenido nada fácil (como otras como pueden ser Helloween o Gamma Ray) y que ha luchado contra viento y marea todos estos años para sobrevivir en el complejo mercado discográfico, en una hasta hace bien poco incómoda segunda fila. Pues bien, tengo que decir (porque si no reviento) que me parece una falta de atención hacia “su público” (obviamente no me refiero al que únicamente haya escuchado su último trabajo) y sentido común hacer un set-list como el que hicieron los ¿alemanes?, máxime cuando ocupaban una posición privilegiada en el festival y disponían de tiempo suficiente para hacer algo en condiciones.
Y digo esto porque si bien su último (y excepcional trabajo, todo sea dicho) “Unity” se repasó casi en su integridad (“All I Want”, “Down”, “Set This World On Fire”, “Dies Irae”, “Unity”), así como algún somero guiño a lo más reciente (“Higher Than The Sky” de “End Of All Days”, “From The Cradle To The Grave” de “XIII” y “Paint The Devil On The Wall” de “Welcome To The Other Side”), salvo un pegao con cola “Don’t Fear The Winter” tiraron por tierra tropecientos trabajos repartidos en casi dos décadas, algunos de ellos tan notables como “Reflections Of A Shadow”, “Trapped!”, “The Missing Link” o “Black In Mind”. Y eso sin hablar de sus primeros trabajos (me consta que había más de uno esperando algo “añejo”), o incluso de Avenger (aunque tampoco vamos a buscar en los anales de la historia). Pues eso, que habría que ver las reacciones de un concierto de Maiden con un set-list a partir de “Fear Of The Dark”…
Si a esto que digo le añadimos a un fofo Peavy que no tuvo su noche y un par de solos (Smolski, Terrana) tan bonitos como sobrantes (las demostraciones también se pueden hacer a lo largo de los temas, que Manowar ya hay unos) ya tenemos el caldo de cultivo para justificar mi berrinche. Espero que en la gira que se avecina cambien mucho las cosas, aunque ya se me han quitado las ganas…
Texto: Bubba
Y con el tío Bruce volvió la tormenta, o mejor dicho, el huracán. Todavía se me pone la piel de gallina al recordar el pedazo de concierto que dio el cabrón (perdón por la expresión, pero no encontraba otra más apropiada). Y es que lo que presencié a lo largo de su actuación es lo que yo entiendo por un concierto perfecto: un repertorio digno de elogio, repasando toda su carrera (no como otros), una banda cumpliendo a la perfección y, por supuesto, un Bruce Dickinson que puso los huevos sobre el escenario y enseñó a los chavales quién manda aún.
A la banda, como ya digo, no puedo sino encumbrarla a lo más alto; por un lado a los más recientes Pete Friesen a la guitarra (ex-Almighty/Alice Cooper) y Robin Guy a la batería (eso es un solo improvisado, Terrana), y por otro a los ya clásicos Alex Dickson a la otra guitarra (el cual acabó rodando literalmente por el suelo en pleno éxtasis) y Chris Dale al bajo. Y como director de orquesta mr. Dickinson (¿quién mejor?), que gozó en todo momento de una expléndida voz y que demostró que los años no pesan en su estado de forma (parecía un chaval el tío…)
¿Repertorio? De todo. Desde los tiempos más remotos de la doncella con “The Prisoner” o “Revelations” (no se puede expresar con palabras ese momento), pasando por el añejo “Tattooed Millionaire” o el a pachas con Maiden “Bring Your Daughter… To The Slaughter”, avanzando en el tiempo hasta el cañero “Laughing In The Hiding Bush”, el un más que nunca emotivo “Tears Of The Dragon” (en el que eché en falta a gente), repasando su etapa alternativa con“Back From The Edge” (que no falte de ná, con dos cojones), y culminando con himnos de los noventa como “Accident Of Birth”, “Arc Of Space” o el juguetón “The Tower” (que hacen palidecer cualquier corte contenido en los discos coetáneos de la doncella), con bonus incluído (“Broken”). Y si no teníamos bastante, cuando todo parecía acabado redoble de timbales, cabalgada de guitarras y… “into the abyss I fall, the eye of horus, into the eyes of the night watching me glow”… Pollas out (o badajos, como diría Starbreaker). Le perdono todos los “scream for me Valencia y Madrid” que soltó. Lo que importa es lo que importa.
Y así, como el que no quiere la cosa, finalizó una edición más (ecléctica) del Rock Machina. Por lo que comentaba la gente se siguen limando asperezas, aunque no todas. A ver si el próximo año nos acreditan, je je…
Texto: Bubba
Y cómo no, el foro sentinelero estuvo allí para verlo…