Antes de comenzar con esta crónica, debo decir que va a ser bastante subjetiva. No porque sea mi estilo, sino que un concierto de Tiamat es algo más que un simple concierto. Johan Edlund, su cantante, guitarra y compositor, posee tal carisma, tal proyección de su personalidad, tal conexión con todo tipo de temas paranormales, que no es que la música pase a un segundo plano, pero su enorme presencia eclipsa a todo lo demás que ocurra en el escenario. No es ni un gran cantante ni un gran guitarrista, mas bien es como la antena de una emisora que irradia sensaciones a los presentes y al que se ve disfrutar cuando conecta con el publico, dando más y más de si cuanto mejor es la comunicación banda – público.
Concierto en la Sala Caracol, estupenda sala para conciertos no masificados donde tienes al grupo al alcance de tu mano, suele haber bastante buen sonido y hay dos barras, con precios no demasiado populares. Publico variopinto donde las melenas y chupas de cuero contaban con escasa representación y por el contrario el color negro era lo que más saltaba a la vista.
A las 20h 40’ saltan a la escena PAIN. Sinceramente, ni conocía a este grupo. Su actuación me dejó bastante frío aunque he de reconocer que los chicos tocaron con ilusión y con fe en lo que hacían. Al final recogieron una sincera ovación del público presente que supo reconocer las ganas y la profesionalidad de estos suecos. Mención aparte la amabilidad posterior de sus miembros cuando salieron de los camerinos saludando y estrechando la mano de todo aquel que se acercaba y agradeciendo sinceramente las enhorabuenas y apoyos de la gente.
Sobre las 22h saltaban a la pista TIAMAT con una formación un tanto distinta a la que vimos en el Machina, con nuevos y por lo que he podido saber, temporales fichajes a las teclas y la guitarra solista. Abrieron con “The Return Of The Son Of Nothing”, “So Much For Suicide” y “Brighter Than The Sun”, como ya vimos un par de meses atrás, esta vez sin Vibeke Sterne a la voz L.
El sonido perfecto, contundente y poderoso y la sublime presencia de Edlund acaparando todas las miradas. Cambio de tercio para tocar material del increíble Wildohoney: “This is a song about the Pentagram” nos dijo Edlund al atacar la impresionante “The Ar”. Cayeron también “Whatever That Hurts” y “Wildhoney”.
Primera sorpresa de la noche. Pidiéndonos silencio Johan, comienza a tocar a capella con su guitarra “Phantasma de Luxe”, una de las más intimistas y oníricas canciones que jamás haya visto la luz perteneciente al hipnótico “A deeper kind of Slumber”, un momento realmente irrepetible. De este disco también caería “Cold Seed”, otro tema de impresión. Sonaron también un par de temas en onda death metalero que no tengo muy claros cuales fueron, mis escuchas de “Sumerian Cry” y “The Astral Sleep” no están muy frescas, ya que me parece la época menos interesante del grupo.
Más temas del Judas Christ, “Love Is As Good As Soma”, “Vote For Love”, con la que tras una hora y 5 minutos dan la primera espantada. Vuelven como no podría ser menos, entonando “Angel Holograms”, y después… la sorpresa de la noche: “The Sleeping Beauty” del Clouds. No me gusta la época doom–death de Tiamat, pero es que esta canción es la rehostia, que cañonazo en directo.
Para finalizar como no podía ser menos sonó “Gaia”, quizás la más hermosa canción que hayan escrito nunca Tiamat. Con Johan despojado de su guitarra y concentrado solo en la voz, esta canción sonó increíble, planeó sobre nuestras cabezas. Es imposible definir las sensaciones que esta canción produce en directo si no lo has vivido nunca, y dos veces en dos meses para mi han sido la puta gloria. Mientras sonaban las ultimas notas del tema Johan se acercó a estrechar la mano de todo aquel que se quiso acercar. Posteriormente lo haría el resto del grupo.
Casi hora y media de concierto, tiempos aquellos en que duraban mínimo dos horas. A modo de conclusión no puedo dejar de decir que las sensaciones que produce y trasmite este curioso personaje llamado Johan Edlund son del tipo que solo alguien que las hace salir de lo mas fondo de su interior es capaz de hacer. Con sus ojos cerrados el 90% del tiempo y una presencia en el escenario increíble consigue ser el centro de la atención indiscutible, sea mientras canta, sea mientras esta en la parte trasera del escenario cediendo la primera línea a sus compañeros (ya podrían aprender ciertos divos que solo son el centro de atención por sus medios dictatoriales).
Cuando digo que asistir a un concierto de Tiamat es algo más que ir a un concierto, puede parecer que exagero, pero os aseguro que las 600 personas más o menos que ayer estuvimos allí en en estado de flipe total donde no había empujones ni en primera fila porque estábamos todos absorbidos por la música, las sensaciones y la presencia de Edlund os podemos asegurar que una actuación de Tiamat es algo que se queda grabado a fuego en tu interior.
Texto: Viper