AZKENA ROCK FESTIVAL – Viernes 2 de septiembre de 2005, Vitoria-Gasteiz

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He de reconocer que entre mi amigo Luis y la inclusión de Deep Purple en el cartel fui convencido para acercarme hasta Vitoria para presenciar el primer día fuerte del Azkena Rock, festival que ya lleva unos cuantos años sin faltar a la cita, y que por su número de ediciones ya se ha convertido en un referente a tener en cuenta.

Sin muchos problemas de tráfico llegamos a la capital de Euskadi Juanma, Luis y un servidor procedentes de la capital del mundo como es Bilbao.

Eran aproximadamente las 6 de la tarde cuando tras la colocación de la correspondiente pulsera típica de los festivales nos disponemos a entrar en el interior del recinto bajo un sol y un calor de justicia (¿quién dice que en el norte no calienta el sol?). A lo lejos sonaban ROSE HILL DRIVE, un trío de Colorado que en ese momento estaban destripando la versión “Inmigrant Song” de unos tal Led Zeppelin. Mientras nuestras orejas recibían dichos acordes, nuestros ojos se dirigían a observar la distribución del recinto. Según se entraba a mano izquierda nos encontramos con el primer bar y más adelante con una pantalla de video de donde se podía visualizar a la banda que estaba tocando en esos momentos, todo ello rodeado de unas mesas y sillas para estar más cómodo mientras pegabas el ojo a dicha pantalla. El único pero era que el sonido estaba desfasado con respecto a la imagen. Un poco más adelante y también en el lateral izquierdo se encontraban numerosas tiendas de ropa y merchandising, y por la parte de detrás de éstas, varias tiendas de discos con un material muy interesante en lo que a vinilos se refería. En la parte lateral derecha nos encontramos con unos escasos (sobre todo para las féminas) urinarios para hacer las necesidades oportunas del momento.

Llegados al centro del recinto observamos una carpa gigante que contiene un bar divido por dos barras, una para bocadillos, sandwiches, etc. y la otra obviamente para suministrar gasolina al personal, todo ello con sus atracadores precios (un botellín de agua 2 €). A la izquierda de dicha carpa estaba ubicado el escenario “Azkena” con sus dos pantallas de video a cada lado, y a la derecha el escenario principal llamado “verde”, dirigiéndote hacia él nos encontrábamos con otra carpa y su correspondiente bar en el lateral derecho. Vamos, que estábamos bien abastecidos.

MASTERS OF REALITY

Eran alrededor de las 18:05 cuando observamos que salen a escena Masters of Reality, de los cuales solo conocía, y poco, su ultimo disco “Give us Barabbas”.

Esta banda de Stoner Rock (no me gustan las etiquetas) parece estar liderada por Chris Goss, veterano músico que hace las veces de vocalista y guitarrista y que vestía un riguroso traje negro con corbata blanca. ¡Madre de Dios! ¡con el calor que hacía en ese momento!

Dejando aparte el vestuario, decir que me aburrieron soberanamente, imprimieron un ritmo muy cansino, nada comunicativos. Temas densos y un sonido que en ciertos momentos recordaba a unos primeros Black Sabbath. “Brown House On The Green Road” fue uno de los temas que descargaron de su último disco y que conseguí descifrar. También reseñar la subida al escenario de Nick Oliveri, el que fuera miembro de Queens of the Stone Age, que acompañó con las voces en uno de los temas.

Tras 55 minutos de calor intenso y de monotonía, se retiraron hacia sus aposentos. Nosotros al bar, que hacía sed.

THE DRIVE-BY TRUCKERS

Se me hace difícil escribir algo sobre estos americanos, principalmente porque llegué hasta este festival con unas ganas enormes de verles en directo, pero con los deberes sin hacer con respecto a su discografía. Y es que solo había escuchado un par de veces su último trabajo “The Dirty South”, y con esas dos veces ya pude comprobar la enorme calidad de estos rockeros sureños que llevan ya unos 10 años haciendo música.

Con muy buen sonido estuvieron una hora sobre el escenario Azkena, en unas condiciones bastante difíciles ya que les pegaba el sol en toda la frente. Eso no impidió que hiciesen un concierto de lujo, con una ejecución envidiable y demostrando una calidad que ya la quisieran muchas bandas. No os penséis que fue un concierto de estos que no paras con la cabeza, no. Fue una hora en la que nos sentamos en un lateral del recinto con nuestro katxi de ron y cola y que disfrutamos cada minuto. Rock sureño con unas claras influencias de Neil Young, todo ello elaborado por tres guitarristas que se alternaban en las voces y una bajista que desempeñaba un papel importantísimo en la base rítmica.

Probablemente sea una banda para degustarla en una sala pequeña y no en un recinto tan amplio como en el que tocaron, pero aún así acabaron con notable alto. Como ya he escrito más arriba no tenía los deberes hechos, con lo que no pude descifrar el título de sus temas, la única luz me llegó del tema que abre su ultimo disco y que se titula “Where The Devil Don´t Stay”. De lo mejorcito.

GOV´T MULE

No pienso andarme con rodeos. Para mi gusto los triunfadores del día, la tarde, la noche y la madrugá. Eran alrededor de la 20:15 y la expectación en el escenario “verde” era máxima. Numerosas camisetas de la banda se veían entre el personal, cuyos portadores estaban situados en primera línea. Mucho público y mucha expectación, eso sí, sin agobios. Nos situamos en las primeras filas para visualizar mejor, un poco escorados hacia la derecha.

El primero en dejarse ver es Warren Haynes, líder guitarrista y voceras de este proyecto (joer con los proyectos) y guitarrista también de Allman Brothers Band. Justo detrás de el se sentó en su batería Mat Abts, se incorporó a sus teclados y a su órgano Hammond Danny Louis y el bajista y miembro mas discreto de la banda, Andy Hess. Una vez todos instalados sobre el escenario, comenzó una hora y pico de autentica música rock sureña o como carajo quiera llamarse.

Si la libreta no me falla, comenzaron con dos temas de su segundo disco en estudio “Dose” (1998): “Blind Man In The Dark” y “Thorazine Shuffle”. Compenetrados, concentrados y cada uno mostrando por separado su enorme calidad como músicos, nos hicieron desde ese momento a todos los presentes disfrutar cada minuto con sus acordes. Por la parte que corresponde a mis acompañantes y a la mía propia puedo dar fe que lo consiguieron. La tarde estaba llegando a su fin dando paso a una magnifica noche de final de verano y el calor a pesar de no arreciar demasiado se hacia más soportable. A todo este rollo que estoy metiendo también acompañaba el inmejorable sonido que tenían, así que poco más se podía pedir. Evidentemente todo el peso de la banda lo tiene Warren Haynes, él marca las pautas y el ritmo con su excepcional técnica a la hora de tocar las seis cuerdas y de cantar a la vez. No tiene una voz portentosa y ni falta que hace, la tiene ideal para la música que tocan. En todo momento permaneció estático en su sitio, de hecho creo que sólo se movió para cambiar de guitarras y su rostro siempre mantuvo un semblante serio y concentrado.

Pero si tuviera que buscar el protagonista de este concierto, sería sin duda Mat Abts. Menuda máquina este pollo. Este hombre es el prototipo de baterista que hace que permanezcas con la boca abierta todo el tiempo que haga falta mientras le observas lo que hace con su instrumento (la batería, se entiende). Ya en el segundo tema de la tarde-noche lo demostró con creces y a partir de ahí lo que es a mi me metió en el bolsillo. A éste ya no le pierdo la pista.

Alrededor de nueve temas descargaron en la tarde-noche con un set-list que intentó repasar su discografía. De “Deja Voodoo” (2004), su último disco hasta ahora, tocaron dos temas: “Slack Jaw Jezebel” y “Lola Leave Your Lights On”. Podrían haber metido alguna más de este magnifico disco, pero ya se sabe que los horarios en estos festivales son estrictos. No hubo amnesia con respecto a su primer disco “Gov´t Mule” (1995) y se marcaron unas sensacionales “Rockin Horse” y “Mule”, la primera con una intro de bateria realmente acojonante (perdón por la expresión). Del disco “Live Before Insanity” (2000) se marcaron “Bad Little Doggie”, un tema que respira influencias de ZZ Top por todas partes. De hecho me comenta Juanma que este tema tiene un parecido enorme con la canción “Just Got Paid” de los barbudos americanos. Incluso creo que hay por ahí alguna versión de este tema hecha por ellos.

Y de esta forma se acabó la tarde para dar paso a la noche, con un sabor de boca y una sensación auditiva que nos hizo pensar que la entrada ya estaba amortizada con este concierto. También pudimos escuchar a cierto personal que el concierto que dieron meses atrás en la sala Azkena de la propia capital Alavesa estuvo mucho mejor. Pena no haber asistido.

SOCIAL DISTORTION

Después de Gov´t Mule le correspondía el turno a unos tales Wilco, una gente que por lo visto recibe unas claras influencias de Neil Young y John Lennon, pero que por razones de jugos gástricos no nos quedamos a presenciar su actuación. Así que nos salimos del recinto con rumbo al maletero de mi coche en busca de los ansiados bocatas de tortilla de patatas y de tortilla de chorizo (ibérico y de Salamanca para mas señas) elaborados con mimo por la madre de Luis (los de patatas) y por este humilde servidor (los de chorizo). No es que hiciéramos ascos a la comida del festival (¿o si?), pero es que no hay nada como la comida casera. Además no sólo algún miembro de esta web procedente de Almería va a reseñar lo rico de los bocatas que se lleva para los conciertos (de mortadela en algunos casos).

Una vez que tenemos la panza llena, volvemos para el recinto con el tiempo justo para ver a los yankees Social Distortion.

Aquí ya nos encontramos que el gentío en el escenario “verde” es mucho mas numeroso y decidimos que lo mejor será presenciar el evento desde la parte trasera, sobre todo porque ya estamos mayores para ser empujados y agobiados en las primeras filas. Además las dos pantallas de video solucionaban en parte el problema de visión.

Para el que no conozca nada de esta gente, comentarle que no es ninguna banda novel en este mundo. Su primer larga duración “Mommy´s Little Monster” data ya de 1984 y desde entonces ya ha llovido.

Así que alrededor de las 22:50 salen a escena Mike Ness y los suyos dispuestos a darnos un repertorio de Punk Rock. Mención especial para este individuo, y es que la vida que ha tenido no ha sido muy ordenada que se diga, de ahí el aspecto que presenta. Daríamos en el clavo si lo encuadrásemos como el típico actor que hace de malo malísimo en una película de prisiones tipo Alcatraz y que tiene que hacer la vida imposible al buenísimo de Stallone.

El concierto que nos ofrecieron comenzó con una intensidad enorme y la cosa prometía. Con un escueto “¿cómo están amigos?” comenzaron con una arrolladora “Reach For The Sky” tema que abre “Sex, Love and Rock´n Roll (2004), su último trabajo hasta ahora, y como esto es punk rock enlazaron directamente con “Another State Of Mind” de su anteriormente mencionado primer disco.

El asunto continúa con la versión “Under My Thumb” de Rolling Stones y en estas nos encontramos que al mencionado Mike Ness le comienzan a fallar las fuerzas. Si su voz ya es limitadísima, la fatiga que se le empieza a notar hace que cante con mas dificultad aún.

Después vuelta a repasar su primer disco con el tema “Mommy´s Little Monster” que da titulo a éste. Mas tarde caen “Sick Boys” y “Don´t Drug Me Down”, dedicada a Mr. George Bush, calificándole con un apelativo tan cariñoso como “chupapollas” (lo dijo él, no yo). Hubo un tema que no pude descifrar y que fue dedicado a gente como Joey Ramone, Johnny Cash y a todos los músicos ya fallecidos. Terminado este tema aparece en el escenario un niño de 10 años llamado Hugo con una terrible cara de circunstancias, que tras una serie de preguntas por parte de Mike Ness (supongo que la criatura estaba acojonada por su aspecto) sobre su nombre, edad, etc. se retira del escenario casi sin articular palabra. Todos nos preguntamos quién sería esa criatura.

Después de todos estos parones el concierto bajó un montón en intensidad e incluso la gente de las primeras filas tuvieron un parón importante, y es que los botes y los saltos ya era difícil verlos. Lo que sí es verdad que durante toda la actuación no dejaron de llover botellas y envases de plástico hacia las primeras filas, e incluso algún recipiente impactó en el escenario. La cosa llegaba a su fin con “Ring Of Fire” y “Story Of My Life” ambas de su tercer disco “Social Distortion” (1990).

Resumiendo, una hora muy irregular de una banda propia de su estilo. Os habréis dado cuenta de que no he escrito nada sobre el resto de la banda, pero es que no hay nada que escribir. Músicos de tercera división que cumplen con lo que hacen, nada más. Al fin y al cabo es la música que es.

DEEP PURPLE

Al igual que con Gov´t Mule, no voy andarme con rodeos, si estos fueron los triunfadores de este primer día, Deep Purple fueron la decepción. Y eso que tenía unas enormes ganas de volver a verles, sobre todo cuando hace casi dos años de la última vez que les vi en Donosti-San Sebastián durante la gira de “Bananas”. Aquella ocasión fue memorable.

Pero ésta no, sobre todo y fundamentalmente por la actitud tan pasiva que mostraron casi todos los componentes de la banda (igual era por ser la una de la mañana) a excepción de Roger Glover, que sí estuvo implicado con lo que hacía durante todo el concierto y también a excepción de Steve Morse, que siempre mantuvo el tipo. El resto fue una actitud de llegar, cumplir y marchar (supongo que también de cobrar).

Y qué decir de Ian Gillan, su estado vocal es preocupante, no llega ni por asomo a ninguna nota, a los pocos segundos su aspecto parece el de un hombre al que en breves instantes le va a pegar un infarto, y encima si el técnico de la mesa se empeña en mantener su micro como si estuviese en off, pues como que no le escuchamos en casi toda la noche.

De todas formas y al hilo de lo que estoy escribiendo, el set-list estaba organizado en función de Gillan (descalzo toda la noche), y es que entre tema y tema tenían que dejar espacio suficiente como para que este desapareciese a recuperarse, bien sea tomando oxígeno o sabe Dios qué. Así nos encontramos que alrededor del quinto tema Don Airey comienza a ejecutar el solo con sus teclas, y por lo visto hubo gente que se mosqueó por la prontitud de los músicos en mostrar sus virtuosismos, con lo que parte del respetable comenzó a silbar. Cierto es que fue un sector muy reducido, pero esto sirvió para que a partir de ese momento Airey se mosquease y pasase el resto del concierto como si la cosa no fuese con él, con un semblante muy serio. Decir que el solo que nos ofreció no fue ni por asomo de la calidad con la que lo realizó hace dos años en San Sebastián.

El caso es que no sé si por agotamiento o por qué, llegaron a este festival como obligados, defraudaron al personal enormemente, y las caras de circunstancias se reflejaban en muchos de los allí presentes. Para algo eran los cabezas de cartel del primer día.

Si los apuntes no me fallan tocaron unos doce temas, abriendo sorprendentemente con “Fireball”, al cual siguieron “Strange Kind Of Woman” y “Demon´s Eye”. Una de las sorpresas de la noche fue cuando Gillan nos comentó que nos iban a ofrecer un tema de su nuevo disco que saldrá a la venta el próximo mes de octubre y que lleva por nombre “Rapture Of The Deep”. El tema en cuestión era el que le da título al trabajo y que a mi por lo menos me dejó muy buena impresión con unos aires árabes hechos con maestría por Morse. Esperaremos al nuevo disco.

Obviamente no faltaron los clásicos populares “Perfect Strangers”“Highway Star” (Gillan ahogado) junto con “Space Truckin`”. Y el mejor momento de la noche no podía llegar de otro modo que con “Smoke On The Water” y más cuando vemos que se incorpora al escenario con su guitarra colgada Warren Haynes. Momento histórico que culmina con las 12.000 personas (según pude leer en la prensa) cantando el estribillo y bailando totalmente extasiadas. Lástima que este momento fue sólo un breve espejismo, porque acabada la canción todos los músicos se retiraron para más tarde volver sin mucho entusiasmo a realizar los obligados bises.

El único que salió un poco convencido fue Glover e incluso Ian Paice parecía un poco más animado pero poco más.

Y la función la terminaron con “Lazy” donde la armónica de Gillan pareció estar solo de cuerpo presente porque yo ni la escuché, y “Black Night”. Después, aplausos, saludos, reparto de púas y baquetas al personal, y para los camerinos.

En total hora y veinte minutos exactos que cundieron muy poco, y que probablemente por ajuste de horarios del festival no tocaron más temas, pero tampoco entiendo como se pudieron olvidar de su ultimo disco “Bananas”, una obra que por su calidad tenía que haber estado presente con alguna canción.

Y eso fue todo, aunque todavía quedaban por descargar The Dwarves, nosotros optamos por tomar un refrigerio y salir pitando rumbo a Bilbao que ya eran las dos de la madrugada y el cansancio lo teníamos acumulado en todas las partes del cuerpo (bueno, en todas no).

Texto: Bittor

Fotos: Luis Castro y Bittor