Homo-Demen es una banda de Almendralejo que define su estilo como “rock surrealista” y que toma influencias muy variopintas –desde el rock progresivo/psicodélico hasta el grunge, pasando por el hard rock más tradicional- y que tiene como único miembro fijo al polifacético Diego Sánchez Zamora, acompañado, eso sí, de un montón de invitados. Este “Abstract Disorder”, el segundo disco en su discografía, de buenas a primeras le deja a uno un tanto perplejo. Guitarras acústicas, teclados, un saxofón… todo ello intercalado con coplas de auténtico rock duro, en un álbum que puede presumir de estar muy bien elaborado y construido con una imaginación innegable.
El disco abre con las pausadas “Into The Surreal Dream” y “The Show Of Humans” (deliciosa) para entroncar en seguida con la potente “Uncontrolled Information”, un tema grunge bastante sui generis. Con “I’m Waiting For The Madness” uno se acuerda de la época Syd Barrett de Pink Floyd o del Sgt. Peppers de los Beatles, otro tema con sabor a LSD y aliñado con efectos muy desconcertantes. “If I Could Fly” alterna unas guitarras distorsionadas con una voz muy beatleniana, quizás el mejor tema del disco para un servidor. En “Deja Vu” un piano nos va guiando hasta los pasajes cantados, un tema transportador y muy sugestivo que personalmente me evoca a Genesis y a la extravagancia inglesa. Los medios tempos ocupan el cuerpo del disco, pausado, minuciosamente trabajado en los detalles, una obra de puntillismo musical; así, coplas de rock más tradicionales como “My First World” o “There Is Always A Reason” destacan por su elaboración y sus florituras, en contraste con la casi heavy “Retrospective Introspective” o con los toques de americana de “Winter”. El disco se cierra con “Gods And Monsters”, con unos arreglos muy conseguidos y flirteos con la electrónica.
“Abstract Disorder” es, ante todo, un experimento. Eso tendrían que tenerlo muy claro todos los oyentes que se quieran acercar a este disco que, huelga decir, esconde muchos ases y consigue plasmar sus buenas ideas en un sonido muy original y auténtico. No apto para mentes cerradas, pero muy recomendable para melómanos con inquietudes. A mí me ha encantado.
Jaume “Mr. Bison”