El Rock también es negro: los orígenes africanos de nuestra música

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«Si pudiera encontrar a un hombre blanco con el sonido negro y el feeling negro podría ganar un billón de dólares.» (Sam Phillips antes de ser productor de Elvis Presley)

En un ejercicio de extrema simplificación, se puede decir que la melodía viene de Europa y el ritmo de África. Partiendo de esta premisa intencionadamente discutible, se suele decir que el Rock and Roll nació como la fusión del Rythym and Bluesnegro (R&B a partir de ya mismo) y la música de baile blanca de la posguerra americana, que se nutría de baladas más o menos elegantes. De hecho, la misma palabra “Rock and Roll” se usaba inicialmente para promocionar conciertos de R&B entre el público blanco, que de haber sabido que aquello era realmente R&B tocado por negros difícilmente hubiera asistido. Y es que los ecos de la segregación racial eran aún patentes en los Estados Unidos de los años ’50 y su segunda “época dorada”.

reportaje_rocknegro1Aún así, sería injusto afirmar que el Rock and Roll más clásico era únicamente “un nuevo estilo de música”. Curiosamente, el Rock and Roll de los años ’50 sirvió de precedente para un fenómeno que se repetiría con la eclosión de géneros posteriores como el Punk o el Grunge: que cuando surge un nuevo estilo musical, lo hace ligado a una nueva moda, a un nuevo estilo de vida, dirigido especialmente a la juventud.

Tenemos la fusión de música blanca y música negra, tenemos el fenómeno extramusical, pero nos falta un elemento sin el cual el Rock es inconcebible: la guitarra eléctrica. El Rock and Roll es el primer estilo musical que tomó la guitarra eléctrica como base para sus canciones, y no únicamente como un simple acompañamiento.

Dados estos tres elementos, la pregunta es qué tuvieron que ver los músicos negros en el desarrollo y consolidación del Rock and Roll en sus inicios. No pretendo enfocar este reportaje como una lista de músicos negros de rock con su biografía y méritos, sino centrarme en estas tres líneas maestras que, a mi parecer, son fundamentales para entender bien los inicios de nuestra música, para reivindicar el papel de los músicos negros en el Rock. Las referencias a artistas negros o blancos las usaré sólo a modo de ejemplificación.

Al igual que la música blanca, la música negra experimentaba a principios de siglo XX una clara distinción: música culta y música popular. En el primer grupo podríamos situar el Gospel o el Blues, y en el segundo artistas de Jazz o Blues que empezaron a dar mucha importancia a las partes vocales de sus composiciones. Así, se puede considerar que las primeras canciones de “Pop” negro fueron temas de Blues bastante descafeinados, como “Crazy Blues” de Mamie Smith, grabados en los ya lejanos años ’20. Pero la noción del surgimiento de un nuevo género distinto del Blues tardó tiempo en hacerse patente entre el público.

Para ello era necesario, como he comentado antes, algo más que la música en sí. La actitud, el espectáculo, el estrellato o la capacidad de movilizar a una legión de jóvenes seguidores son elementos intrínsecos de nuestra música que empezaron a despuntar unos veinte años después, con el boom de Billy Eckstine, un cantante negro de baladas proveniente del mundo del Jazz. Músicos negros como Quincy Jones o Lionel Hampton lo han reconocido años más tarde como un auténtico fenómeno entre la juventud negra. La gente imitaba su modo de vestir, las adolescentes se desmayaban en sus conciertos y se convirtió en un auténtico sex symbol, una especie de Elvisavant la lettre. Curiosamente, todo esto se acabaría aplicando años más tarde a músicos de la talla de Jerry Lee Lewis o los mismísimos Beatles. Bien es cierto que Eckstine todavía no tocaba Rock, pero todo lo que le rodeaba era un auténtico presagio.

Paralelamente a estas tentativas de hacer una música negra más accesible para la juventud a finales de los años ’40, la música popular blanca de América se nutría básicamente de un género híbrido que se suele llamar Country & Western (C&W), popularizado gracias a las películas de Hollywood. Para esa época el Country empezó a experimentar un cambio en sus instrumentos, dando lugar a la llamada “segunda generación” de músicos de este estilo (siendo Hank Williams el más conocido), y este cambio, entre otras cosas, significó la incorporación de la guitarra eléctrica, todavía en un segundo plano. Algunos músicos blancos de C&W de esta época suelen citarse como precursores del Rock and Roll (Moon Mullican el que más), pero todavía faltaba una pequeña llama, algo capaz de encender aquel polvorín musical y cultural que acabaría explotando poco después.

reportaje_rocknegro2Se trata de la superación de la distinción entre música blanca y música negra. A finales de los años ’40 los cantantes negros de Pop (Harry Belafonte, Al Hibbler, Damita Jo y un larguísimo etcétera) eran clasificados en las tiendas de discos como Música racial, un eufemismo para referirse a música interpretada por negros. Muy difícilmente sonaban en las emisoras de radio blancas, si no era a través de una regrabación hecha por músicos blancos.

Voy a dedicar unas líneas a esto de las regrabaciones, porque acabaron jugando un papel fundamental. Mucho antes de los éxitos de Elvis tomados de artistas negros (“Hound Dog” es el ejemplo más conocido, grabado inicialmente en 1952 por Willie Mae «Big Mama» Thornton, una cantante negra de R&B) el ejercicio de “regrabar” canciones negras era muy corriente. Críticos míticos de Rock como Nick Cohn nos dan una explicación bastante satisfactoria para este fenómeno: no se trataba únicamente de una cuestión racial o comercial. Para los inicios de los ’50, el R&B negro y lo que podríamos llamar “proto Rock and Roll” empezó a experimentar un cambio en sus letras. Por oposición a la muchas veces decadente música de baile blanca, los artistas de R&B empezaron a hablar de sexo. Letras muy explícitas que se oponían a las de las baladas románticas y elegantes de las salas de baile. La censura y regrabación de temas como “Work With Me Annie” (Hank Mallard) por ser demasiado explícitos es un primer caso de un fenómeno que, sin embargo, acabó por ayudar a muchos artistas negros a aparecer en la radio.

En medio de este panorama de música segregado, regrabaciones y una atmósfera musical que parecía dividir la música en dos tipos, llegaron los jóvenes. Jóvenes que se rebelaron contra sus padres y el mundo de sus padres, como suele ocurrir. La diferencia es que ahora empresas de todo tipo se dieron cuenta de que la juventud en sí misma era un cliente potencial y específico. Hasta el momento nadie había pensado en que las nuevas generaciones te podían hacer rico. A nadie se le había ocurrido diseñar ropa sólo para jóvenes, por ejemplo. Ante una nueva generación que quería abandonar la camisa y la corbata para diferenciarse de sus padres, se empezaron a popularizar las camisetas. Camisetas interiores, blancas, sin ningún diseño todavía. Con la música pasó algo similar.

Uno puede pensar que el Rock and Roll nació como un producto juvenil, una música fácil y bailable destinada a exprimir las tarjetas de crédito de los jóvenes ricos de América. Una moda, un sucedáneo de la música popular ideado para ganar dinero. Esta opinión es respetable, pero visto con la perspectiva que nos da más de medio siglo de Rock, servidor se inclina por pensar que nuestra música sirvió para algo más que para hacer ricos a unos cuantos. Sirvió, entre otras muchas cosas, para que blancos y negros tocaran juntos música Pop. Ya existían bandas mixtas de Jazz, pero para los años ’50 el Jazz había perdido la batalla por el público joven ante la música Pop. La generación de James Dean y compañía fue probablemente la primera que vio desde pequeña algo que hoy en día es normal: que en Sun Studio grabara un bluesman negro como James Cotton al lado de un chaval blanco de Mississippi, un tal Elvis Aaron Presley.

reportaje_rocknegro3Probablemente la fecha clave para el inicio del Rock and Roll fue mediados de 1954. Un cantante blanco de C&W llamado Bill Haley grabó “Rock Around The Clock”, que entró inmediatamente en las listas de éxito blancas y se convirtió en el himno de una generación entera. No es que fuera el primer tema de Rock and Roll, pero sí el que más triunfó en su momento. Aquello ya no era Country. De hecho, por no ser, no era ni Rock and Roll: éste y otros éxitos de Haley (“Shake, Rattle And Roll”) eran versiones más o menos cambiadas del bluesman Big Joe Turner.

Pero en 1954 ocurrió algo más antes del éxito de Haley: un grupo negro de R&B, The Chords, grabó el que es en mi opinión el primer single de Rock and Roll: “Sh-Boom”. El single, como era de esperar, fue regrabado por músicos blancos y tuvo un éxito mucho mayor. ¿Qué hace único este disco? Para empezar se trata de un R&B atípico: salvaje, las partes vocales e instrumentales se sobreponen, y las letras no tienen una secuencia lógica -hay exclamaciones, palabras sin sentido, etc. Es un R&B inmediato, muy poco pulido. Pero además de esto, el hecho diferencial fue que este disco consiguió una hazaña pocas veces vista: entrar en las listas de éxito blancas, y además en tan sólo tres semanas.

Esto iba a ser una feliz premonición. El Rock, un género ya diferenciado para 1956, empezó a romper algunas fronteras culturales entre la juventud. Si bien seguía habiendo radios y discográficas que separaban la música blanca de la negra, el papel de los disc-jockeys fue ganando importancia y suavizando esta diferencia. Por ejemplo, aparecieron DJs blancos de música negra; algunos de ellos eran músicos además de pinchadiscos, como B. B. King; empezaron a organizarse actuaciones de Pop-Rock para los jóvenes, en que podían tocar juntos estrellas de C&W como Carl Perkins al lado de Chuck Berry.

El Rock and Roll fue el primer género pop que mezcló elementos de música blanca y negra: C&W, Gospel, baladas blancas y negras, Blues y R&B básicamente. La guitarra eléctrica fue otro punto de unión: un instrumento que la música Pop blanca utilizó, como ya he dicho, con la segunda generación de músicos de Country, pero que grupos de R&B (por no mencionar los de Jazz) llevaban utilizando mucho tiempo. Además, todo el fenómeno extramusical del Rock ya tenía precedentes en la música Pop negra. El legado negro en el Rock es inmenso y una fuente inagotable de buena música, ideas y calidad. Muchos músicos posteriores de Rock Duro fueron más que conscientes de ello: Led Zeppelin o los Rolling Stones mismos se hicieron eco de su legado negro, un legado a veces olvidado o marginado. Se podrían hacer listas muy largas de artistas negros de Rock cuya influencia se alarga hasta hoy en día; la elegancia de Chuck Berry, la potencia de Little Richard o el swing de Wilson Pickett sirvieron tanto a la consolidación de nuestra música como los encantos de Elvis; las discográficas negras de Rock como Chess Records tenían muy poco que envidiar a las blancas; los showman negros como Screamin’ Jay Hawkins inspiraron a toda la generación glam de los años ’70. El Rock ha dado lugar un sinfín de subgéneros, variedades y ramas que eran impensables cuando se inició: pero huelga decir que estas ramas crecieron todas del mismo árbol, cultivado por blancos pero nacido de una semilla negra.

Pequeña selección bibliográfica:

• Cohn, Nick. Awopbopaloobop Alopbamboom: Una historia de la música pop. Edición española de 1973 publicada por Nostromo.

• Decurtis, Anthony. Is Rock’n Roll a White Man’s Game? Artículo publicado en la revista Time el 24 de Junio de 2001.

• Southern, Eileen. Historia de la música negra norteamericana. Edición española de 2001 publicada por Akal.

Jaume “MrBison”