La historia de Valhalla es, como tantas otras, una historia de lucha y de esfuerzo por despuntar entre los cientos de grupos de Heavy Metal que pueblan nuestro país. Este camino ha estado jalonado por la edición de tres discos, los cuales desconozco por completo (“Beyond the Underworld” –2000-, “Once upon a time” –2001- y “Nightbreed” –2003-), siendo este “The Aftermath” su cuarta entrega.
La banda que ha grabado el disco está compuesta por Javi “Patxa” Navarro (voz), Jevo (guitarra), Mikel Martínez (guitarra), Iván Corcuera (batería) y Chefy (bajo)
Valhalla nos ofrecen Heavy Metal puro y duro, con influencias más que evidentes de los exponentes más claros del género. ¿Estoy diciendo con ello que carecen de originalidad? La verdad es que sí, apenas se apartan de esas influencias y el resultado del CD suena a ya conocido. Sólo nos queda saber si lo hacen bien.
Y la verdad es que no nos podemos quejar. Los riffs son contundentes y todo el trabajo de guitarras es bueno, con excelentes solos, beneficiándose además de un óptimo tratamiento en la producción. La voz no desentona, moviéndose en los clásicos parámetros del Heavy Metal, sin estridencias desagradables, aunque en demasiadas ocasiones su interpretación es una copia directa de Rob Halford o Eric Adams. La base rítmica cumple su función de mantener la tensión de los temas, sonando contundente en la mayoría de los casos.
El disco empieza con “Inseminator”, de más clara inspiración Judas Priest. Las guitarras de Jevo y Mikel suenan agresivas y cortantes, el tema es un tiro y la voz de Javi “Patxa” parece sacada directamente de la garganta de Rob Halford. El resto de temas suenan a medio camino entre Judas Priest y Manowar, su otra evidente referencia, que se hace patente en la mayoría de los estribillos y coros, compuestos a modo de himnos épicos (“Enemy”, “Lost in Space”…), buscando a veces la mayor grandilocuencia posible (“Miracle”, Memories”…), algo que sin duda complacerá a los numerosos seguidores del estilo del que Manowar es el máximo exponente.
Para finalizar el disco tenemos un tema que destaca sobremanera sobre el resto: “Time”, nada menos que 11 minutos de una épica composición con un tempo algo más relajado, a imagen de los temas más pomposos de Manowar, con una interesante parte central y que llama realmente la atención.
Ciertamente Valhalla caminan por un sendero trillado. Pero al menos lo hacen bien, y seguro que complacen a más de uno ¿El verdadero metal? Pues no, pero si te hace ilusión pensarlo… dales una oportunidad.
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Santi Fernández «Shan Tee»