VIVIR EN PECADO – Jueves 23 de marzo de 2023, sala Gruta 77 (Madrid)

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La solidaridad en el mundo del Rock es una de nuestras señas de identidad, algo que nos ha acompañado desde siempre. Desde los albores del movimiento, allá por los años ’70, no han sido pocos los discos, conciertos y festivales creados con un objetivo benéfico, en los cuales los beneficios se han destinado a una buena causa, ya sea la lucha contra una enfermedad, paliar los desastres de una catástrofe natural o una guerra, o para cualquier otro objetivo que implique ayuda a un colectivo necesitado.

Con este fin se ha construido este evento llamado VIVIR EN PECADO, que arrancó con la novela del mismo título escrita por Patricia González Cuesta y cuyos beneficios van destinados a FUNDAME, fundación que se ocupa de los afectados por una cruel enfermedad llamada AME (Atrofia Muscular Espinal). Como el contenido de la novela tiene relación con el Rock, los nexos de unión con nuestra música pronto fructificarían en la creación de una playlist relacionada con los capítulos del libro y la grabación de un par de temas inéditos, gracias al apoyo y tesón encontrados en Natalia Martín y Peri Díaz, dos de los músicos históricos de nuestro país que han hecho equipo con Patricia para sacer esta iniciativa adelante.

De ahí a la organización de un concierto benéfico sólo había un paso. Y este paso no lo iban a dar solos. Un buen número de músicos se apuntaron al evento y, como una bola de nieve, esta idea fue creciendo cada vez más hasta desembocar en este concierto.

Inicialmente el evento iba a tener lugar en otra sala, pero la falta de acceso a personas en silla de ruedas hizo que se tuviera que cambiar a Gruta 77, un local que se quedó pequeño para la magnitud prevista pero que se entregó a la causa de forma gratuita, dado el carácter benéfico del concierto.

Después de haber asistido a la rueda de prensa en la SGAE en la que se presentó el evento y haber tenido el placer de tener en el programa de radio a Patricia, Natalia y Peri, yo tenía claro que mi presencia en el concierto estaba asegurada. Por supuesto, sin pedir acreditación de prensa, sino comprándome mi entrada para, con ello, poner otro granito de arena para esta causa. Jamás unos pocos euros habrán sido tan bien empleados.

Llegado el día del concierto, llegué con una cierta antelación a la sala. Esperaba, como así fue, encontrarme con muchos amigos, ya fueran músicos, compañeros de medios y público de a pie, con los que charlar antes del show. Algo tienen los conciertos solidarios que despiertan lo mejor de nosotros mismos, algo que se nota en el ambiente.

Una vez dentro de la sala me parapeté en primera fila, justo apoyado en el borde del escenario, en previsión de que el lleno absoluto que íbamos a tener me impediría moverme de mi ubicación. Desde allí no tendría el mejor sonido posible, pero sí podría sacar mejores fotos que inmortalizaran la ocasión. Y si no fuera por los varios atriles que estaban colocados en el escenario, justo frente a mi posición, casi lo hubiera conseguido.

Llegada la hora de comienzo, con la sala llena ya hasta los topes, apareció la actriz Ana Arias (conocida sobre todo por su papel de “Paquita” en la serie “Cuéntame cómo pasó”) y que tiene una faceta desconocida como cantante en un grupo de versiones. Durante todo el concierto, Ana Arias hizo de maestra de ceremonias con una simpatía desbordante, presentando el evento y a los numerosos invitados que iban apareciendo en el escenario para cada tema.

Tras unas palabras de bienvenida y presentación del evento, Ana Arias dio paso a Patricia González quien, algo emocionada, nos agradeció nuestra presencia y tuvo unas palabras para FUNDAME y para los afectados por la enfermedad, algunos de los cuales estaban entre el público. Después presentó a la banda base que se ha encargado de toda la parte musical de VIVIR EN PECADO, tanto la grabación de los temas inéditos como de soporte para el concierto que íbamos a presenciar. Esta banda base, además de los ya mencionados Natalia Martín (voz) y Peri Díaz (bajo), también cuenta con Manu Acilu (guitarra) y Teto Viejo (batería), músicos con dilatada experiencia y un talento fuera de duda. Su rendimiento durante todo el concierto fue encomiable, demostrando haber trabajado mucho para sacar adelante un repertorio tan diverso y adaptándose a las necesidades de cada canción y cada invitado.

El repertorio iba a estar compuesto casi en exclusiva por los temas recogidos en la playlist de Spotify recomendada para la novela, con el aliciente de que cada uno de ellos iba a tener la aportación de uno o varios invitados que se unirían a la banda base para hacer del concierto algo único.

Una vez hechas todas las presentaciones, el concierto comenzó con “Reina de mis sueños” (Saurom), para la cual salió como invitado Santi Vokram, un excelente violinista mexicano que le dio un excelente punto musical y visual a este precioso tema. Para el segundo tema de la noche, tres músicos del entorno de Mago de Oz aparecieron en el escenario: Diego Palacio (flauta), Carlos Prieto “Mohamed” (violín) y Patricia Tapia (voz), para ofrecernos una festiva “Deja de llorar (y vuélvete a levantar)” en la que, sobre todo, yo disfruté de nuevo tras algunos años sin tener la oportunidad de hacerlo, de la impresionante voz y simpatía constante que siempre muestra Patricia Tapia.

Tras esta versión de Mago de Oz, la banda base (salvo el batería Teto Viejo) abandonó el escenario por única vez en el concierto para dejar sitio a tres músicos con una trayectoria impresionante como José Carlos Molina, Eduardo Pinilla y Rafa J. Vegas (ex bajista de Rosendo). Dado el pasado común de Molina y Pinilla en Ñu, todos esperábamos “La danza de las mil tierras”, ya que es el tema que aparece en la playlist, pero en cambio nos sorprendieron con “El tren azul”, tema compuesto por Rosendo y Molina antes de que sus caminos se separasen y que primero apareció como “El tren” en la carrera de Leño y años después en la de Ñu, ya con el color añadido en el título. Fue todo un privilegio escucharla de la mano de estos músicos.

Como he dicho al principio de esta crónica, Ana Arias aparecía en el escenario al término de cada tema para presentar los siguientes invitados. En este momento del concierto, Ana nos habló de uno de los dos temas inéditos incluidos en el proyecto. Se trataba de “En nuestro mundo”, una bonita balada de amor compuesta y cantada por Natalia Martín, para la cual salió al escenario Pepe Cuesta, hermano de la autora de la novela, quien demostró buenas maneras a la guitarra. El tema, muy romántico, suena de maravilla en directo, sobre todo por la voz de Natalia, sublime.

El siguiente invitado fue Kike Fuentes, actual cantante de Nocturnia, al cual yo no había visto nunca actuar anteriormente. Y me llevé muy buena impresión, tanto por su voz como por la simpatía con la cual cantó el bonito medio tiempo “Talismán” de los argentinos Rata Blanca, muy coreada desde el público. Tras despedirse, fue Narciso Tenorio quien salió a escena para cantar, junto a Natalia, el tema “Chica de fuego” de su grupo Júpiter, con mucha energía.

Tras despedir a Narciso, Ana Arias volvió a tomar la palabra para anunciarnos que el siguiente tema lo iba a cantar ella misma. Y no lo iba a hacer sola, sino a dúo con Erik Cruz, un excepcional cantante que, en su calidad de actor de doblaje, suele poner su voz en las películas de Disney y también trabaja en el musical “Wah”. Juntos hicieron una muy bien acogida versión de Sangre Azul, “No eres nadie”, en la que Ana Arias hizo un derroche de actitud, bailando y tirándose al suelo dándolo todo. Erik Cruz, por su parte, nos dejó atónitos con su gran voz. Uno de los momentos de la noche.

Al término, y mientras recuperaba el resuello, Ana Arias hizo un pequeño receso en el concierto para hablarnos de FUNDAME y su encomiable labor para la investigación de la enfermedad y para hacerles la vida un poco más fácil a los este tipo de enfermos. También presentó a Carmen, una de las afectadas, quien con su sonrisa adolescente es la imagen elegida para ponerle cara a la enfermedad. Dada su ubicación entre el público, ya que no podía subir al escenario con su silla de ruedas, Ana Arias bajó para acercarle un micrófono para que Carmen dijera unas palabras de agradecimiento a la Fundación, a Patricia González y a todos los músicos participantes (nombrando a todos uno por uno), y a los gestores y empleados de Gruta 77. Y lo tuvo que hacer al segundo intento, ya que en el primero tuvo que parar por el poco respeto de algunos asistentes, más ocupados en estar de risas y cachondeo que en dejar que la joven pudiera leer su pequeño discurso.

Tras algunas dificultades para acceder de nuevo su lugar en escena (la tuve que ayudar yo mismo porque no tenía forma de subir, dada la altura del escenario), Ana Arias presentó el segundo tema compuesto expresamente para este proyecto y que lleva el nombre de la enfermedad, “Ame”, grabado por José Andrea y Uróboros y que para este concierto iba a ser cantado por Elisa C. Martín (ex Dreamaker, Ex Dark Moor y actualmente en solitario), desplazada expresamente desde Barcelona para este evento. El tema, de los más cañeros de la noche, encaja a la perfección con el estilo habitual tan heavy de Elisa, así que quedó realmente bien.

Los siguientes temas serían de los más coreados por el público. El primero fue “No hay tregua” (Barricada), para el cual salió a escena Alberto Pla (Boikot), que lo interpretó con unas ganas y actitud encomiables. Al término de esta versión de los navarros, llevé una inesperada y agradable sorpresa: Mientras Alberto Pla dejaba su lugar como invitado a Eduardo Pinilla, quien iba a hacer su segunda aparición de la noche, Natalia me miró y con su habitual sonrisa me dedicó el siguiente tema, “Reina de la noche” (Miguel Ríos), a mí y también a Mariano Muniesa, también presente en la sala. Gratitud eterna al gesto público de Natalia hacia mi persona.

Tras el clásico de Miguel Ríos, Elisa C. Martín permaneció en el escenario para, acompañada por Pepe Cuesta como segunda guitarra, acometer un cañero “Maldito sea tu nombre” (Ángeles del Infierno”), en el que Elisa dio muestras de su gran poderío vocal.

Tras este exigente tema, tuvimos otro de los momentos de la noche. O al menos el que más me gustó a mí. Y no por su pulcra interpretación, sino quizás por todo lo contrario, ya que cuando Natalia presentó el blues “Trae contigo tu amor” (versión de Sam Cooke popularizada en el rock nacional por Topo), anunció que era un tema que conocíamos todos… excepto por las dos compañeras con las que iba a cantarlo. Y es que ni Patricia Tapia ni Elisa C. Martín lo conocían bien y, además, no habían podido ensayarlo en condiciones, así que lo que parecía una interpretación caótica se tornó en inolvidable, ya que la combinación de las tres voces fue fantástica, con una exhibición vocal que hizo perdonar que no acertaran bien con la letra o en el momento de entrar en cada estrofa. Seguro que hay quien no esté de acuerdo con mi opinión, pero esa improvisación, esas risas y esas potentes voces haciendo blues le dieron una frescura que a mí me encantó.

De nuevo con Ana Arias en su papel de maestra de ceremonias, dio paso de nuevo a Patricia González, quien nos agradeció de nuevo nuestra presencia, así como la de todos los músicos participantes y también a los responsables de la sala, que habían cedido sus instalaciones de forma gratuita para el evento. También nos anunció que las sorpresas no habían terminado, ya que no es habitual que en un concierto de Rock se incluya una versión lírica como “El fantasma de la ópera”, adaptada a nuestro estilo y cantada de forma magistral por Narciso Tenorio y Leonor Marchesi, ataviada expresamente para la ocasión con vestido de época y máscara. Pocos cantantes saldrían airosos de esta exigente interpretación, pero ambos lo abordaron de forma sobresaliente.

El concierto estaba llegando a su fin. La guinda del pastel sería el tema que da nombre a todo. “Vivir en pecado” se llama la novela de Patricia González, el proyecto y el tema que iba a despedir de forma oficial el concierto. Como Patricia y Natalia aclararon varias veces durante el concierto, el tema es una adaptación de “Living In Sin” de Bon Jovi con la letra en castellano, una historia de amor juvenil que encaja a la perfección con la temática del libro y que en las manos de Patricia como escritora y de estos músicos que lo han sacado adelante, se ha convertido ya en la bandera de apoyo a Fundame. En esta ocasión el tema fue cantado a dúo entre Natalia Martín y Eric Cruz, dos voces privilegiadas que, acompañadas por el resto de la banda, llenaron el escenario de emoción.

Tras un amago de despedida, sin siquiera abandonar el escenario para el habitual paripé de volver a hacer un bis, se anunció en el escenario a Fernando Madina (Reincidentes) junto a Rafa J. Vegas para finalizar el concierto con un pletórico “Agradecido” (Rosendo) con el que, ahora sí, se finalizaba una noche inolvidable.

Por las charlas que tuve con los responsables del evento, todos estaban muy satisfechos. El sold-out, la implicación de los músicos, de la sala y del público han hecho que Fundame y esta cruel enfermedad llamada AME sea hoy un poco menos desconocida y que el dinero recaudado sirva para paliar algunas de sus necesidades. Ahora solo falta que las autoridades competentes tomen el testigo y fomenten la investigación sobre esta enfermedad y gestionen ayudas para los afectados. Y si no es así, al menos lo habremos intentado.

Texto y fotos: Santi Fernández “Shan Tee”