Editorial Agosto 2021 “Echando la vista atrás”

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Una vez más me encuentro ante la oportunidad de dirigirme a ti, querido lector, en esta ventana personal que me ofrece el editorial de cada mes, para contarte lo que me pasa por la cabeza. En esta ocasión, como suele suceder en estas fechas, lo hago desde la relajación que me produce el período vacacional, que suelo utilizar para resetear cuerpo y mente, recobrando fuerzas para retomar en septiembre la vorágine de la vida habitual. A veces es necesario tomar distancia con los problemas para verlos con perspectiva y ejercer el análisis necesario para solucionarlos o, al menos, adaptarnos a ellos de la mejor forma posible. En mi caso, he querido echar la vista atrás en el tiempo para recordar los inicios de esta web.

Sin que pueda datar una fecha fija, en algún momento del año 2000 se publicaron en la red los primeros artículos de lo que sería el germen de The Sentinel. La amistad de cuatro amigos, residentes en Benidorm y alrededores, su pasión por la música y sus ganas de compartir sus experiencias les llevaron a fundar una web, aprovechando las incipientes oportunidades técnicas de la época. Era una época en que la conexión a internet se hacía con módems con un ancho de banda irrisorio, en el que compartir un fichero era una proeza y que obligaba a que las páginas publicadas no tuvieran elementos “de peso” para no eternizar la carga. No existían las redes sociales, pero pronto The Sentinel se convirtió en punto de encuentro gracias a un Foto de Debate que tuvo épocas de mucha actividad.

La costumbre de la época era utilizar nicks en lugar de nombres reales, así que para la historia de esta web quedan Javibackyard, Bubba, Aguskill y José A. Puerta como sus miembros fundadores, bautizando la criatura con el farragoso nombre de thesentinelwebmag.com tomando como base un viejo tema de Judas Priest. Pronto se les unieron dos expertos rockeros (Alvar de Flack y Starbreaker), con quienes la web dio un salto de calidad y comenzó a ser una referencia entre las pocas webs especializadas de la época. Un año después me invitaron a formar parte de esta aventura. Poco tiempo después, la actividad laboral y familiar de Javibackyard, quien hasta entonces había llevado la parte técnica de la web, le hizo pedir el relevo en esta tarea. Mi condición de informático profesional hizo que yo tomara el testigo.

La actividad en la web se hizo vertiginosa y en los siguientes años hubo cambios en la formación del staff. Los miembros originales fueron tirando la toalla uno a uno, mientras otros compañeros iban cubriendo su sitio. Pears, Kikyblack, Crucificado… son algunos de los compañeros con los que tuve la fortuna de compartir esta aventura.

Los años pasaron y la web se fue transformando. Seguramente lo que se ganó en profesionalidad se perdió en espontaneidad. Habrá quien prefiera la época antigua y quien se quede con la nueva. Perdimos el foro en un abrir y cerrar de ojos por un movimiento que hoy (a toro pasado) considero un error interno, cambiamos el nombre de la web a uno menos complicado, se modernizó el formato, el logo y el staff se fue reduciendo. A día de hoy, lo único que permanece de aquellos inicios es el nombre de la web (actualizado y modificado) y los antiguos artículos que siguen aquí publicados como legado histórico.

21 años después de su fundación, ya no tenemos que deletrear el nombre cuando estamos acreditados en algún evento. Quien más y quien menos ya nos conoce en el mundo del rock nacional y tenemos un prestigio ganado gracias a todos los que en algún momento participaron en la web, sea como miembros de pleno derecho o como colaboradores más o menos ocasionales.

Ahora mismo, la responsabilidad de la web recae únicamente en mis hombros, aunque hay amigos y colaboradores que ayudan a que sigamos ofreciendo contenidos apropiados, con especial mención a César Rojas “Jebimetal”. Son muchos los grupos, promotores, managers y discográficas que confían en nosotros para dar visibilidad a sus discos o sus conciertos. Y, como hicimos desde el primer día, no cobramos un céntimo por ello a nadie.

No sé hasta cuándo se podrá alargar la vida de The Sentinel. Cada año hay algún momento en el que las fuerzas flaquean y vislumbro el final. Luego se me pasa, pero sé que algún día será el definitivo.

La necesidad de la existencia de una web como The Sentinel ha cambiado mucho en estos 21 años. Ahora hay redes sociales, Youtube, Spotify, BandCamp y mil formas más a disposición de que los grupos para dar a conocer su trabajo. La web (y el programa de radio asociado a ella) no son más que una guía, una opinión o un filtro para visibilizar algunos de los grupos y discos que saturan el mercado discográfico a día de hoy.

Son precisamente los grupos y los músicos que confían en nosotros, jóvenes y veteranos, reconocidos y desconocidos, quienes nos dan la energía para continuar. Y, sobre todo, los lectores que nos honráis con vuestra visita. Los habituales y los esporádicos, los que nos han descubierto en algún momento de estos 21 años y, sobre todo, los que nos acompañáis desde nuestros inicios.

Seguro que en estas dos décadas hemos cometido muchos errores. Yo el primero. Pero algo habremos hecho bien cuando seguimos al pie del cañón.

Así que desde la tranquilidad de mis vacaciones y la perspectiva de quien mira hacia atrás orgulloso de su pasado, quiero daros las gracias a todos. Ya os adelanto que agosto será un mes de poca actividad, como lo ha sido julio. Pero espero y deseo que en septiembre volvamos a pisar el acelerador y recuperar el ritmo habitual. Y, sobre todo, que hayamos empezado a decir adiós a esta pandemia que nos ha robado este último año y medio de nuestras vidas.

Santi Fernández “Shan Tee”