David Palau pertenece a ese selecto grupo minoritario de músicos que han conseguido ganase la vida holgadamente con la música. Su enorme talento le permite acompañar a muchos de los grandes nombres de la música mainstream, para los cuales no sólo toca la guitarra, sino que también compone, produce y ejerce de director musical. Nombres como Alejandro Sanz, David Bisbal, Ana Torroja, Miguel Bosé y Sergio Dalma, entre otros, son algunos de los artistas que se han beneficiado de su aportación.
Pero, independientemente de su actividad laboral, David Palau es un músico de Rock. Por ello, compaginando su actividad laboral con estas estrellas de la música masiva, por su sangre corre el veneno del Rock y, para darle salida, hace ya una década que comenzó su propio proyecto, al que llamó Güru.
En estos 10 años, Güru ha ido mutando de ser un proyecto personal a convertirse en un grupo completo, cuyos músicos tienen mucho que decir. Las obligaciones laborales de Palau hacen que Güru tenga una actividad intermitente, pero aun así cada paso les consolida más como banda. Así, en su debut discográfico (“Black” – 2010), Güru era básicamente un disco en solitario de David Palau. Fue tres años más tarde, con la entrada en la banda de Dagarod (cantante de Is Pain y Burning Kingdom, al que yo conocí en la primera formación de Monterrey) cuando Güru empezó a tener conciencia de banda. Aquel trabajo (“White” – 2013) consolidó ese tándem entre Palau y Dagarod que tan buenos frutos está dando desde entonces. Tres años después vio la luz su hasta ahora último trabajo (“Red” – 2016), con la decisión de utilizar el castellano en sus letras y la inclusión del batería Joan Barbé (que ha llegado a tocar con Bobby Kingball). Después de la edición de este último disco, el fichaje del bajista Diego Teruel (Lone Star, Amaro) ha terminado de conformar la formación que hoy día presenta Güru.
Para celebrar sus 10 años de existencia, Güru ha decidido publicar este disco “semi-recopilatorio”. Me explico: En “10 Years” nos encontramos tres temas de cada uno de sus tres discos anteriores, vueltos a grabar por los cuatro músicos que conforman actualmente la banda, y con algunas modificaciones, tanto en la composición como en las mezclas. Además, los tres temas seleccionados de “Red” están ahora cantados en inglés, dándole unidad idiomática al disco.
“10 Years” contiene también cuatro temas nuevos, compuestos y grabados durante la pandemia. Estos cortes están colocados estratégicamente en el disco: uno al principio, otro al final y los otros dos separando los bloques de tres temas recuperados de cada uno de los trabajos anteriores. Las nuevas mezclas de los temas antiguos y el cambio de idioma de los temas recuperados de “Red” dan a “10 Years” un sentimiento de unidad que hace olvidar el origen diferente de cada una de las canciones.
Tras tan extenso preámbulo, si analizamos la música que nos ofrece Güru en “10 Years”, la sensación más clara que me produce su escucha es: “¡por dios, qué discazo!”. Siento no ser más aséptico, pero la música (sobre todo si es buena) despierta sensaciones, levanta pasiones y conecta con nuestro interior más visceral. Sin duda, “10 Years” es un disco de los que dejan huella. Voy a intentar explicar los motivos.
Si hubiera que encasillar la música de Güru en algún estilo, podría ser Rock Melódico o AOR. Sin embargo, la etiqueta se les queda pequeña, ya que hay muchos más elementos que enriquecen el resultado final. Por supuesto, lo que más llama la atención de estos temas es su exuberancia instrumental, sobre todo en la guitarra de David Palau, inconmensurable en todo momento. Uno de los mejores guitarristas que tenemos en nuestra escena por tu técnica, versatilidad y sentimiento. Tampoco podemos dejar atrás la voz de Dagarod, brillante en todo momento y con ese punto de rudeza que evita que las melodías se acaramelen demasiado y dejen de tener ese punto rockero, aún en las baladas y medios tiempos. Y la base rítmica, potente y compacta, hace que los temas suenen con fuerza, teniendo multitud de momentos de propio protagonismo.
El disco se abre con “Open Road”, elegido como single y del que hay disponible el vídeo-clip que podéis ver al final de esta reseña. Toda una declaración de principios que nos prepara para lo que nos depara el disco, composiciones que suenan frescas y atractivas, manteniendo un difícil equilibrio entre las melodías pegadizas, agradables al oído y una alta complejidad instrumental que no se hace pesada.
Después están los tres temas recuperados de “Black”: “Addictive Love” (con un interesante toque funky), “No More Time” y “Sometimes” (puro AOR), con una revisión tanto en sonido como en estilo que hace olvidar que estos temas tienen ya 10 años.
Otro tema nuevo de puro Rock Melódico (“It Can’t Be Wrong”) sirve de puente para los tres cortes recuperados de “White”: la propia y trepidante “White”, “Straight To Your Heart” (medio tiempo muy AOR) y un “It’s All Different Now” que suena a Toto que tira de espaldas.
La sentida balada de nueva creación “Days Of Youth” da paso a los tres temas recuperados (y traducidos al inglés) de “Red”: la propia “Red”, la bonita balada “Stay” y “I Can’t Believe” (más AOR de alta escuela), cerrándose el disco con un último tema nuevo, un precioso tema tranquilito, “Into A Black Night”, con un solo impresionante de David Palau.
En definitiva, estamos ante un disco lleno de bonitas melodías vocales envueltas en una riqueza instrumental exquisita. Una demostración del alto nivel de estos músicos de los que se ha rodeado David Palau para que Güru sea uno de los mejores grupos de los que podemos disfrutar en la actualidad. Este disco servirá para que quien ya les conociera tenga una visión actual de lo mucho que da de sí su actuar formación, y también para recolectar nuevos seguidores que nos les conocieran previamente y que, seguro, les incluirán entre sus favoritos.
Santi Fernández “Shan Tee”