BRIDGE TO NOWHERE “Divine Tragedy” (2019)

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Tiene mucho mérito que, en los duros tiempos por los que pasa la música en la actualidad, haya bandas que impregnen de tanto trabajo sus discos. Ahora que el rendimiento económico no es una opción, podemos ver la pasión con las que algunas bandas acometen su trabajo, la dedicación y el empeño que le ponen para ofrecer un producto de calidad, con un esfuerzo ímprobo que, en el mejor de los casos, sólo les reportará satisfacciones personales.

Este es el caso de Bride to Nowhere. La banda madrileña debutó en el mercado discográfico allá por 2015 con un disco llamado «Wars of Avalmeth», de temática conceptual basada en una historia de Ciencia Ficción. Ahora vuelven a la carga con “Divine Tragedy”, un trabajo aún más ambicioso, también conceptual, inspirado en “La Divina Comedia”, una trilogía de poemas clásicos de la literatura publicado por Dante Alighieri en el siglo XIV.

La banda está liderada por la guitarra de César Pazos (ex Avalmeth) y la exuberante y versátil voz de Ana Rochas (ex WereWorld). Ambos son los pilares sobre los que se sostiene el disco y sobre los que recae el mayor atractivo en el plano interpretativo. La banda se completa con Matías Sosa (guitarra rítmica) y Alberto Solaz (batería). El bajista varía en cada una de las partes de la trilogía, contando con Rafa Sendra en “Infierno”, Raúl Sotodosos “Purgatorio” e “Iván Martí” en “Paradiso”.

El disco es fiel a la idea original de Dante publicada hace 700 años. Siguiendo la misma estructura, después de una introducción tenebrosa con un recitado en italiano (“The Dark Forest”), el disco ofrece tres partes formadas por tres temas cada una: “Infierno”, “Purgatorio” y “Paradiso”. Esta estructura de tres temas en tres poemas no es caprichosa, ya que la idea del tres como número onírico está también sacada de la obra original.

El respeto de Bridge to Nowhere a la obra original es máximo. Tanto es así que la interpretación de Ana Rochas, habitualmente cantando en inglés, ofrece fragmentos de la obra original interpretados en italiano e incluso en latín. Hay que recordar, como apunte histórico, que en el siglo XIV aún no existía el italiano como idioma, así que Dante escribió la obra en toscano, una de las lenguas medievales que fueron precursoras de lo que hoy es el idioma italiano.

Una vez estructurado el disco en las tres partes del poema original y adaptados los textos a la idea que plasmó Dante en su día (en su siglo, podríamos decir), había que construir la base musical en un entorno que transmitiera las sensaciones del texto. En el siglo XIV no había heavy metal, pero el espíritu musical que ofrece el disco produce unas sensaciones adecuadas a lo que transmite el texto.

El estilo con el que se define la banda es Dark Melodic Metal, un compendio de Death, Thrash, Power y Sinfónico que combinan como en una poción mágica, cuyos ingredientes aparecen en mayor o menor medida según la parte de la obra a la que se apliquen.

Así, “Inferno” es la parte más oscura. Con exuberancia instrumental, esta parte ofrece una complejidad a veces agobiante, coronada por Ana Rochas, quien pasa sin complejos de voz limpia a gutural, combinando pasajes en inglés e italiano. Esta parte incluye la tenebrosa “Descent”, una trepidante y más asequible “Into The Hell” y la contundente y lóbrega “The Devil’s Jaws”.

Mi parte preferida es “Purgatorio”. En ella, la oscuridad y elementos extremos dejan parte a un Heavy Metal más reconocible y con más luz. Así, los tres temas que lo componen quedan entre mis favoritos. Comenzando con la dinámica “Regret” en la que su mayor atractivo es la versatilidad vocal de Ana Rochas, los puntos más álgidos del disco se encuentran en “Seven”, una alegoría a los Siete Pecados Capitales, y “Rivers Of Paradise”, cuya épica se refuerza con el apoyo de teclados. En estos dos temas aparecen los mejores momentos de la guitarra de César Pazos, con solos de mucho mérito que le dan un punto de color a los temas.

El disco finaliza con la última trilogía, “Paradiso”, musicalmente más luminosa, basada en Power Metal Sinfónico donde la orquestación es envolvente y con la voz de Ana Rochas en un imponente primer plano, bordándolo en “Ascent” y con presencia absoluta en “Walking On The Stars” y “Light”, que incluye elementos del Gótico incluidos en la base de Power Metal Sinfónico que domina esta parte.

Para completar este trabajo tan completo, el libreto cuenta con un texto que explica (en inglés) lo que vamos a encontrar en el disco, junto con las letras e ilustraciones de la época.

En su conjunto, “Divine Tragedy” trae al metal este clásico de la literatura universal con el mayor de los respetos. Hay mucho trabajo detrás de este disco y, sólo por ello, ya merece el mayor de nuestros reconocimientos.

Que guste o no ya dependerá de cada cual. Dale una oportunidad. Bridge to Nowhere se lo ha ganado.

Santi Fernández “Shan Tee”

 

Puedes leer esta reseña en catalán en El Rock-Òdrom