Hace unos cuantos años tuve oportunidad de ver en directo a un grupo tributo a Kiss en una mítica sala madrileña. La verdad es que fui por mi amistad con la batería (Noemí Ares), que había participado en aquel vídeo de “Las chicas del Rock” yo había ayudado a organizar. El caso es que, aunque los grupos tributo no me entusiasman, el concierto me gustó mucho. El máximo atractivo de aquellos Kiss Fever Band era el que se metía en la piel de Paul Stanley, con una voz clavada a la original y mucho trabajo para calcar sus movimientos, imagen y forma de cantar.
Aquel “Paul Stanley” se llamaba Sebastián Castro y ahora se nos presenta con un grupo con temas propios, una vez cerrada aquella etapa en Kiss Fever Band. Su banda se llama Electric Tattoo y en ella también toca la guitarra y canta, teniendo por compañeros a Ramón Pérez (guitarra), Luis Sastre (bajo) y Javier Gómez (batería), presentando su primer disco, “Un nuevo día”, del que voy a hablar a continuación.
Si después de leer el primer párrafo alguien piensa que Electric Tattoo suena a Kiss, se equivoca. Aquella etapa quedó atrás y la propuesta de los madrileños está mucho más cercana al Rock melódico con espíritu ochentero, si bien es cierto que la voz y forma de cantar de Sebastián Castro sigue recordando enormemente a Paul Stanley.
El disco ha sido producido por el propio grupo y la falta de medios ha hecho que el sonido no sea el mejor. Sin ser malo, le falta algo de fuerza y contundencia, restando garra a los temas. Son los inconvenientes de disponer de poco presupuesto. Esta circunstancia afecta sobre todo a la base rítmica, a la que falta poderío no tanto por la interpretación de los músicos sino por la falta de presencia en la producción.
El disco camina decidido por la senda del Rock melódico, con melodías pegadizas y alegres que se quedan en la cabeza a las primeras de cambio. La inicial “Donde puedes llegar”, “Rompe a llorar” o la propia “Un nuevo día” que da nombre al disco son los mejores ejemplos. También tenemos otros temas en los que el grupo camina con éxito en la senda del Hard Rock, como “Tan cerca” (de lo mejorcito del disco), “Obsesión” (con la colaboración de Celia Huerta) o “Primera vez” (con Algar AORman).
Tampoco falta la habitual balada, aunque “Recuérdame” no vaya a quedar para la historia, siendo uno de los temas más flojos del disco (y no sólo por la suavidad intrínseca a este tipo de canciones). Sin embargo, han acertado de lleno con el Rock & Roll alegre y divertido de “En la carretera”.
Electric Tattoo tiene mimbres para una carrera ascendente. Sebastián Castro tiene una voz apropiada para el estilo (semejanzas a Paul Stanley aparte), Ramón Pérez es un gran guitarrista (excelsa su aportación en “Tan cerca”) y la base rítmica formada por Javier Gómez y Luis Sastre es precisa, y destacará aún más en el futuro a poco que la próxima producción les sea más favorable. Y, sobre todo, saben cómo hacer buenas canciones. Esperemos que este primer disco no sea flor de un día y pronto les tengamos con un segundo trabajo que confirme las buenas expectativas que ha abierto este “Un nuevo día”.
Santi Fernández “Shan Tee”