Cuando acometemos la escucha del nuevo disco de una banda con tan larga trayectoria como Coz, hay algunos condicionantes que siempre hay que tener claros. Lo primero, que no encontraremos en el nuevo trabajo ningún tema que pueda competir con el impacto mediático de algunos de sus clásicos como “Más sexy” o “Las chicas son guerreras”. Éstos cuentan con la ventaja de llevar décadas en el imaginario común de varias generaciones y han traspasado la barrera del rock para llegar al público masivo. Pensar que en el nuevo disco encontraremos algo igual es una utopía, no por la calidad de las nuevas canciones (eso estaría por ver) sino por el peso de la historia.

Teniendo esto claro, cada nuevo disco que publica una banda tan legendaria debe ser recibido con satisfacción, tiene mucho mérito llevar tanto tiempo en la brecha, con mayor o menor éxito, con mayor o menor repercusión. En esta larga carrera es lógico que haya habido altibajos, pero Coz ya tiene labrado su hueco en la historia del rock y eso no se lo puede quitar nadie.

Dicho esto, este “Suite del Diablo” significa la actualidad de la banda de Juan Márquez, con la formación estable que le lleva acompañando los últimos años, a saber: Miguel Ángel López Escámez “Cachorro” (guitarra), Dani Moreno (guitarra) y “Snoopy” Redondo (teclados), con la novedad de la presencia en la batería de Luis Garcés (ex Viga). Además, el disco cuenta con la colaboración vocal de Juan Olmos (Antigua) y Carlos Pina (Panzer) en la espectacular “África”, cantada a tres voces. Olmos repite colaboración en “Electricidad”, haciendo dueto con Márquez.

El disco está realmente bien, superando el nivel de sus últimos lanzamientos. En especial me ha gustado el trabajo de ambos guitarristas, con una participación protagonista y de mucho mérito en la mayoría de los temas, con solos combinados de gran mérito.

La voz de Juan Márquez es la que es. Nunca fue un gran cantante, aunque no se le puede negar su propia personalidad. Es una lástima que su mejorable vocalización, unida a una posición algo baja en la mezcla con relación al bloque instrumental, nos dificulte disfrutar de las buenas letras de estos temas, en su mayoría bastante tristes hablando de soledad y desamor, algo que deberemos apreciar ayudados con la lectura de los textos que aparecen en el libreto.

La inicial “África” es la excepción que confirma la regla. La aportación pletórica de las voces de Juan Olmos y Carlos Pina, la temática en torno al drama de la inmigración en pateras y la frescura y energía que transmite la convierten en la punta de lanza ideal para el disco. El “single” perfecto para los tiempos en los que se hacían “singles”.

El resto del disco mantiene esa energía y frescura, con buena línea general y temas que destacan sobre el resto como “La burla”, “No, no dejo” y “La verja”, que cierra el disco, siempre con el sello de Coz y la guinda del excelente trabajo de ambas guitarras.

El disco se presenta con una portada espectacular, adaptación del cuadro “Le Radeau de la Meduse” de Theodore Gericault. Lástima que los tiempos actuales no permitan disfrutar de este arte en un vinilo de mayor tamaño. El libreto contiene las letras de los temas y fotografías de los miembros del grupo y los colaboradores.

Como decía al principio, “Suite del Diablo” no va a cambiar el lugar destacado que Coz ya posee en la historia del rock nacional. Aún así, este último trabajo mejora algunas entregas anteriores y muestra que la banda está en buen estado de forma. Tras una trayectoria tan larga, eso ya tiene mérito.

Santi Fernández “Shan Tee”