Dentro de lo que se ha venido llamando Old School Death Metal, localizada especialmente en el estado norteamericano de Florida, Obituary tienen un lugar especial, asentados en un podio compartido con bandas del calibre de Morbid Angel, Death o Deicide. Después de grabar clásicos del género como “Slowly we rot” (1989) y “Cause of Death” (1990), con un sonido casi atmosférico, temas desestructurados y los ininteligibles gruñidos de John Tardy, la banda decide madurar su sonido, componer temas más organizados y hacer honor a sus influencias, de Slayer a Celtic Frost, de Venom a Possessed. Era 1992, y la escena hervía con las novedades de este nuevo género metálico, a la postre convertidas en clásicos de culto.

El retorno a la banda del guitarrista Allen West permitió a los de Florida conservar sus señas de identidad más inmediatas –la voz desquiciada de John Tardy y los solos agonizantes del mencionado West- a la par que elaboraban un álbum más tradicional, más accesible de lo habitual. “Back To One”, “Dead Silence” o “Killing Time” son ya himnos desde el primer segundo, con riffs machacones, a veces repetitivos (la cosa llega a su esplendor con “The End Complete”) y haciendo gala de un sonido heavy y desgarrador. El álbum presenta una producción más limpia que sus anteriores lanzamientos, con abundancia de tempos lentos en los que los riffs gravísimos que se van arrastrando sirven de cortina para las puñaladas a la voz de Tardy.

Con poco más de media hora, la banda consigue elaborar un sonido muy suyo, cien por cien característico y con un salto cualitativo evidente. Quizás los fans más acérrimos de la banda pongan por delante el primer o el segundo disco antes que éste, pero desde luego este “The End Complete” se gana a pulso la condecoración de clásico; tanto por lo que supuso en su momento como por su calidad. Una muy buena manera de adentrarse en el sonido más primerizo del Death Metal.

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Jaume “Mr. Bison”