Después del breve paso de Megadeth por territorio europeo durante 1999, en los que fueron invitados para abrir los shows de Iron Maiden en su “Ed Hunter Tour”, era hora de poder verlos en vivo como protagonistas absolutos y con su set list al completo. Hasta ahora, independientemente de su condición de teloneros o cabezas de cartel, siempre habían demostrado una gran solvencia y profesionalidad y sus conciertos nunca habían decepcionado. De ahí que esta ocasión no fuera a ser una excepción y la banda se mostrara como mínimo tan competente como en las veces anteriores.
El grupo encargado de caldear el ambiente, Boiler Room, no pudo acudir a la cita y tuvimos que conformarnos con la escucha del último trabajo de Monster Magnet, “God says no” (una buena elección para hacer más amena la espera, todo sea dicho). Al ritmo de “The boys are back in town” de Thin Lizzy se abrió el telón como preludio a la entrada en escena de los cuatro componentes del combo americano. De este modo, la introducción de “Prince of darkness” dio paso a“Dread & The Fugitive Mind”, seguida por “Kill The King”, ambas ejecutadas con una precisión y fuerza descomunales.
Dave Mustaine retó al personal a identificar la siguiente pieza y, para sorpresa y desconocimiento inicial de muchos (he de confesarlo), arrancó “Wake Up Dead” de “Peace sells…”. Ésta la enlazaron con “In My Darkest Hour”, con la banda en pleno estado de euforia. Dave Mustaine cantaba con muchísima garra, le iba la vida en ello y casi era imposible escuchar los gritos de la gente por encima de su voz. Se mostró muy comunicativo y con ganas de agradar en todo momento, dirigiéndose al público con continuos “muchísimas gracias”, “hola”, etc. A Dave Ellefson le noté algo más apagado que en tours anteriores, a pesar de que no paró de moverse y animar a la gente. No obstante, cumplió con su cometido con creces. Sobre el que más estaban puestas las miradas por tener que reemplazar a toda una figura como Marty Friedman era Al Pitrelli, que aporta una imagen escénica genuinamente rockera en comparación con su predecesor y no dejó de agitar al respetable en todo el show. Hizo gala de un saber estar y una calidad que le hacen acreedor de su puesto. No en vano, este ex-Savatage tiene mucho oficio y tuvo la oportunidad de demostrarlo durante esta velada. Por su parte, del antiguo militante de Y&T y Suicidal Tendencies, Jimmy De Grasso, no descubrimos nada nuevo que no pudiéramos apreciar en la gira de 1999 junto a Maiden. Disfrutó del concierto como un colegial y la gente que no había tenido la oportunidad de verlo quedó impresionada por su técnica.
En “She-Wolf” Mustaine y Pitrelli se batieron en duelo de guitarras tal y como hizo Friedman en la gira de “Risk”, siendo un tema celebradísimo por los asistentes (y es que esas melodías dobladas de los fragmentos finales hacen la delicia de cualquier amante de este género). “Motopsycho” me supo más bien a poco y me dio la impresión de que no le han sacado todo el “jugo”, dado que es un tema idóneo para el directo. De ahí que echara de menos “Crush’em”, de la que desafortunadamente prescindieron (deduzco que tendría algo que ver con el hecho de no tocar nada del anterior álbum, tan denostado por numerosos sectores del público y de la prensa). A continuación llegó el bloque de temas de “Youthanasia”: “Reckoning Day”, donde Ellefson se unió a De Grasso en las labores de batería aporreando un timbal, “Train Of Consequences” y “A Tout Le Monde”, que les quedó de fábula y en la que la gente se volcó coreando al unísono las primeras estrofas y el estribillo. Después llegarían “Almost Honest” y un “Hangar 18” de infarto, durante la cual se produjo un corte en el generador eléctrico que supuso un parón de unos 10 minutos. Tras las disculpas de Mustaine (con un “lo siento” en perfecto castellano que dejó perplejo a más de uno), “Silent Scorn” sirvió de antesala a “Return To The Hangar”, la cual, aún poseyendo un desarrollo instrumental más que notable, evidenció como perdía fuelle frente a la versión antigua. “Promise” fue interpretada sin los arreglos de orquesta del disco (ni siquiera pregrabados) y les quedó muy conmovedora aunque esta noche no le ganó el pulso a “A tout le monde”. Nos hicieron vibrar con la poderosa “Tornado Of Souls”, recuperada de nuevo de “Rust in peace”, y que no comprendo como pudo quedarse fuera del set list de giras pasadas. Uno de los momentos estelares fue “Trust”, con Mustaine luciendo la guitarra de doble mastil y adaptando unas estrofas de la letra al castellano; todo un detalle para sus fans hispanos.
Tras un brevísimo descanso, el primer encore se abrió con “Sweating Bullets”, en la que Dave hacía gestos de verdadero lunático. Después vendrían “Symphony Of Destruction”, a la que De Grasso incorporó unas variaciones en el tempo de la batería que le daban mayor potencia al tema (aunque se hiciera un poco raro escucharlo de aquella manera) y la inevitable “Peace Sells…”, que volvió a poner todo patas arriba cuando Mustaine cuestionó aquello de “can you put a price on peace?”. El segundo encore llegó de la mano de “Holy Wars”, otro clásico de la banda que no puede faltar en ninguna de sus actuaciones y que culminó el espectáculo de forma grandiosa.
Se pudo comprobar que, tengan la formación que tengan, todos los miembros de Megadeth son excelentes músicos y en directo destacan por sonar muy compactos e interpretar a la perfección cada tema de la banda (ahí es donde se observa que en las grabaciones de estudio no hay trampa ni cartón).
En resumen, el grupo nos ofreció un muy buen concierto y le puso todas las ganas del mundo, aunque debo reconocer que los vi incluso más pletóricos en la gira de “Youthanasia” , si bien la diferencia que existe entre aquel y el actual “The world needs a hero” es abismal. Eso no significa que Megadeth no dejaran más que satisfechos a sus seguidores congregados en Valencia y ello a pesar de haber venido de realizar actuaciones tan importantes como la del festival Gods of Metal pocos días antes y estar visiblemente cansados. Lo dieron todo y se les notaba motivados y agradecidos con la entrega del público que llenó la sala. Con conciertos así, tenemos Megadeth para rato.
Texto: J.A. Puerta