Salgo, una vez más, de mi colegio y me dirijo a coger el metro para ir a la sala Divino Aqualung… ¡a las 18’45 h. de la tarde! Es que, claro, las puertas las abren a las 20’00 h. y el concierto empieza a las 20’30 h. Y qué menos que llegar una hora antes de entrar, porque a los precios que están las consumiciones en esos sitios… (8 € el litro de cerveza!!). Y es que es lo que hay… que no tenemos una puta sala única y exclusivamente para acontecimientos heavies. Tienen que hacer los conciertos en discotecas de bacalao y eso significa que tienen que empezar súper pronto para después poner chunda-chunda hasta el amanecer y que los precios estén como están. Y lo peor es que el personal también es de la discoteca… y no veas qué personal…

Fui a las 20:00h. a coger mi entrada y mi pase de backstage (que me había tocado en el Rock Star. Por cierto, que al final los pases de backstage fueron sencillos, no dobles como habían dicho…), me lo dan y me dicen que tengo que ir por la puerta de atrás. Pues nada, me pongo la pegatinita y voy para allá. Pues cuando voy a entrar, me encuentro con dos seguratas llenos de mala hostia y me dicen que no puedo pasar. Claro, yo con un mosqueo increíble, aunque muy educadamente, le digo al tío que yo voy a entrar como sea, y va el tío y se me pone a gritar. Por suerte, pasó por allí un tío (creo que era el manager de Ankhara) y le dice al tío que yo tengo que pasar. ¡Menos mal!

Por fin entré y había dos camerinos, en uno estaban los Ankhara, ya preparados. Cecilio, calentando guitarra en mano y a los demás los vi casi de refilón. En el otro estaban los Lujuria al completo y Txus de Mago de Oz (ese tío no se pierde una, tronco…). Empiezo a hablar con Óscar (que ya lo conocía) y me presenta a todo el grupo (por cierto, qué guapa que es Nuria). Muy majetes todos pero, al parecer, un poquillo nerviosos… Me contaron que eso de Ankhara vs. Lujuria lo habían hecho porque no querían que pareciese que son teloneros. Que alguien tiene que tocar primero porque no se puede tocar a la vez, pero que nadie es telonero que nadie. También me contaron (y eso lo corroboró después Pacho de Ankhara) que habían tardado tanto en presentar el disco en Madrid por problema de salas sobre todo. En fin, que a ver si el Manzano espabila y se da cuenta de que esto mueve a más gente de la que se cree. ¡¡La sala estaba llena!!

ANKHARA

Cuando vi que Txus salía a presentar a Ankhara me dirigí a la sala para disfrutar mejor del concierto. A las 20’30 comenzó a sonar “Mundo de odio”. Como desgraciadamente suele ocurrir, el sonido no era del todo bueno y la voz de Pacho no se oía suficientemente. Pero a la gente no pareció importarle, porque estaba pegando botes y cantando “a grito pelao”.

Siguieron con “Un paso más”, segundo tema de su anterior trabajo. Ya iba sonando mejor la cosa pero, en mi opinión, aún sonaban un poco pesados, con un sonido muy cargado. El tema fue suficientemente coreado como para que se disimulara esa carencia, así que… Siguieron con su anterior disco, ahora con “Mente atormentada”. Ahí ya se solucionó todo. Aquello empezó a sonar como una bomba de relojería. ¡Vaya caña que le metía el batería! (Por cierto, no es por ser mala, pero menos mal que han cambiado el batería, porque cuando yo los vi en el Machina, no llegaba al tiempo ni en la primera canción…). Quedó realmente bien ese estribillo con los punteados de la guitarra por el fondo. No sé, me moló mucho como quedó esa canción en directo, teniendo en cuenta que no es de mis favoritas.

Volvieron a su nuevo disco con “Quema tu miedo”. Cecilio y su chupa de cuero con flecos blanca tuvo un arrebato heavy y se plantó en el medio del escenario a mover las greñas como un poseso. ¡Eso es lo que la da vida a la peña, coño! Fue muy buena. Las guitarras sonaban cojonudas y la voz de Pacho, increíble, sobre todo su grito final, con el que nos dejó a todos atónitos. Lo único que noté fue que la guitarra de Cecilio se oía menos que la de Antonio quien, dicho sea de paso, es también muy buen guitarrista y no está eclipsado por Cecilio para nada…

Una pequeña pausa para animar a la peña madrileña (“¡¡Ese Madrid!!” “¡¡Oé!!”) fue el precedente de “Océanos de lágrimas”. La lenta intro hizo que el público coreara las melodías moviendo los brazos. La verdad es que esa intro es muy bonita (y en estudio más, con el sonido del mar…). Cuando ya empezó la caña la gente empezó a dar botes como loca (yo no sabía que a la peña le molase tanto Ankhara…). Me parece muy buena esa canción, con sus cambios de ritmo, el pedazo de estribillo y esa letra que tiene (que Pacho nos explicó que trataba de un problema que él tenía con la bebida…). Lo que no me gusta son los coros, pero bueno, supongo que eso será cuestión de gustos… Aparte de algún acople chungo que sonó por ahí, estuvo bastante bien la canción.

Tras este tema, Cecilio comenzó a hacer un solo precioso, al cual se le unió la batería y comenzó a aumentar la caña. Apareció Pacho con un precioso chaleco de leopardo, pegó un grito que nos dejó atontados y comenzó “3:40”, uno de los mejores temas que tienen (en mi opinión). La peña estaba como loca. La acabaron con un final muy seco que ayudó a que los aplausos fueran estrepitosos. Muy buena. Tras esta descarga se dedicaron a criticar a Manzano y la ley antibotellón (Ay, Pacho, Pacho… es brooooma…) y renovaron energías con “Junto a mí”. Desde mi punto de vista es una balada preciosa. Cuando canta Pacho sólo con el teclado de fondo y esa entrada suave de batería… Muy bonita y más todavía cuando la canta el público.

Luego tocaron “Demasiado tarde”, bailada con los habituales saltitos de Pacho. La gente no paraba de saltar y Pacho nos invitó a cantar con él, repitiendo los típicos tonos. Y entonces nos sorprendieron con “Child In Time”, de Deep Purple. Al son de un bajo penetrante el respetable comenzó a dar palmas. Aquello tenía una potencia tremenda y tanto Cecilio como Antonio se marcaron unos solos que aún estoy flipando. La gente dice que los Ankhara son muy malos, pero yo creo que han mejorado bastante, eh? Sus discos no han tenido la suerte de sonar demasiado bien, pero en directo mejoran notablemente, además de tener muchas más tablas y hacerlo mucho mejor que aquellos Ankhara que actuaron en el Machina 2000. La voz de Pacho sonaba como nunca. Hicieron las presentaciones de los miembros del grupo y con esta mítica canción de nuestros queridos Purple se despidieron. 

Evidentemente no era el final. Hicieron un bis que comenzó con “Jamás”, el primer tema de su nuevo disco. Para introducirla, Antonio se marcó un solo cojonudo. Y, ahora sí para terminar, nos ofrecieron la ya mítica y archiconocida “No mires atrás”, tema más famoso del grupo. No es un tema especialmente bueno, pero es muy fresco y muy directo y creo que ese es su secreto. No estuvo mal y me trajo unos recuerdos… En fin, dejémonos de sentimentalismos… Eran las 21’50h. cuando los Ankhara abandonaban el escenario dejándonos un buen sabor de boca.

En apenas un cuarto de hora (menos mal, porque como no podíamos beber…) aparecieron los escandalosos Lujuria. Bueno, no sé si decirlo en plural o nombrar sólo a Óscar Sancho, que salió vestido de cuero, medio sado y con una gorrita de policía de cuero y unas gafas de sol. Tan showman como siempre, en su línea… Sonó la intro seguida de “Lección de sexo”. Me quedé alucinada al ver un grupo de tíos en las primeras filas que parecían auténticos punkies. Pegando botes y empujones a saco. En fin, mejor apartarse un poco. Tanta caña como siempre y Óscar con sus usuales movimientos pélvicos y gestos obscenos.

Tras este tema, tocaron los insultos a Operación Triunfo y a la ley antibotellón. La verdad es que esos dos temas han causado bastantes estragos, eh? Están en boca de todo el mundo… A lo que íbamos, tocaba “Jekill y Mrs. Hyde”, en la que Óscar se fue al lado del escenario, en lo alto, a animar a la peña, que seguía dando botes como loca. Luego comenzó a sonar un teclado muy a lo Ñu, evidentemente era “La favorita del Rey”. Hay que ver qué temas más heavies que tiene el nuevo disco. Mucho mejor que los anteriores, desde luego, aunque pienso que hay solos de guitarra y pequeñas cosillas que aún pueden mejorar un poquillo.

Tras este tema, Nuria se marcó un precioso solo de teclado y comenzó una intro muy heavy. Era “Cinturón de castidad”, cuyo estribillo fue coreado agritos por todo el respetable (qué bonito es!). Después llegaba la hora de nuestro héroe: “Superman”, una de las favoritas del público. Comenzó a subir notablemente la temperatura: entre los gestos y movimientos de Óscar y la caña que nos estaban metiendo.

Le llegó el turno a mi ídolo: “María Martillo”, en mi opinión, una de las mejores canciones del disco. Ya era hora de que alguien ensalzara a esa “santa mujer”!!!. Hubo un pequeño problemilla con el sonido del teclado, pero solucionado al instante. Y por si no estuviéramos a tono ya, “La dieta del vicio”. A cantar este tema subieron algunos espontáneos al escenario, ¡y no les echaron! Y le dieron a Óscar una botella de J.B, la cual lamió y relamió después de echar un buen trago. (No me extraña que se pille las que se pilla!!…).

Y después llegó la revolución: “No soy carne de cañón”. La gente se volvió loca. Hombre, la verdad es que es un buen tema. Y, cómo no, “¡¡Por el puto heavy metal!!”. Y recordando el festival de porno en el que tocaron en Barcelona, dieron paso a “Vull cardar”. Qué temazo, qué cañero y Óscar orgásmico perdido.

Y por fin llegó mi tema favorito, dedicado “a la parte más bella y más fiera de Lujuria: Nuria. Era “Lilith”. Además de ser un tema súper heavy es que me siento súper identificada con él. Me encanta. ¿Quién dice que Lujuria es machista? Me encanta tanto la letra como la música, además de hacer una parte lenta preciosa.

Después comenzó a sonar un solo de batería (Ese Oso!) y apareció Óscar con la bandera del “Escuadrón 69”, título del siguiente tema. Entonces presentó al tío que, según él, le enseñó a amar el heavy metal (pues no será por edad…): Txus de Mago de Oz. Empezaron a cantar los dos, bueno, lo intentaron, porque el micro de Óscar no iba y Txus no soltaba el suyo ni a la de tres. Fue muy divertido. Y fue muy emotivo el abrazo que se dieron cuando terminó el tema.

Después presentaron a Fernando, el batería que les ayuda de vez en cuando, que tocaría el siguiente tema: “Larga vida al rock ‘n roll”. Ahí casi me da algo a mí, bueno, y al resto del público. Me encanta esa canción, tanto la original como la versión. A los micros estaban nada más y nada menos que Silver de Muro, Pacho de Ankhara y el Oso (batería de Lujuria). Vamos, que en un momento se montaron una juerga en el escenario que no veas… Tras el cahondeo que se había armado, Óscar empezó a criticar a los premios noveles para dar paso a uno de sus líderes: “Mr. Condom”.

Y después llegó uno de los momentos más emotivos de la noche (no todo es el sexo… ¿o sí?). Nombró a todos los grupos que les mandan maketas (entre ellos los Damablanca!!!) y dijo que muchos de ellos les preguntaban si merecía la pena seguir adelante… Entonces Óscar nos preguntó por la música que llevábamos dentro y soltamos un “heavy metal” al unísono que se te ponían los pelos de punta. Fue muy bonito. Y, evidentemente, tocaron “Merece la pena”, una canción preciosa y con un tonillo melancólico que rompe mucho la dinámica del disco, por eso me mola tanto. Bueno, por eso y por la letra… Así que no podían terminar de mejor manera que con “Corazón de Heavy Metal”, que fue un temazo. El respetable estaba que se salía por todos lados. (Yo tengo un dolor de cuello…).

Pero no podían terminar así, así que volvieron y tocaron “Sin parar de pecar” y “Vamos muy bien”, de Obús (no podía faltar!!). Sonó bastante potente y ya os podéis imaginar cómo estaba el público… Lo chungo fue que Óscar llamó a Ankhara para que salieran y éstos no salieron!! (A saber dónde estaban…jeje). Y tras las presentaciones de rigor, a las 23’40 terminó la sesión de sexo y heavy metal. Vale, todos sabemos que no son unos virtuosos, pero reconozcamos que van mejorando con los años, que cada vez son más buenos, que su música cada vez evoluciona más y, ¡qué coño!, que en directo te lo pasas de puta madre!!! No os podéis perder un concierto de Lujuria, os lo aconsejo.

Texto: Clara González Lobo (Kiky)