GIRA DIAMANTES EN BRUTO: SPHINX + FURIA ANIMAL + ABYSS – Viernes 29 de noviembre de 2002, Sala Ritmo & Compás (Madrid)

¡ Comparte esta noticia !

SPHINX

Eran las 22’30h. y ya me temía el habitual retraso que caracteriza a la sala Ritmo y Compás. Contábamos con la presencia de la “élite” de las páginas web (léase Rafa Basa, Paco González, Santiago Barnuevo…), de RockStars como Óscar de Lujuria y, cómo no, del patrocinador del evento, Mariano Muniesa. Me sorprendió gratamente que a escasos 10 minutos de la hora acordada los gaditanos Sphinx hicieron su entrada en el diminuto escenario. Comenzaron con “Ángel sin piedad”. Tras casi un año escuchando el disco pude comprobar que aquella voz no defraudaba. Sin haberse presentado aún, continuaron con “Mundo oscuro”. Mucha caña y mucha fuerza fue lo que desprendía el sexteto por todos sus poros. Tuvieron la suerte de contar con un público bastante animado y entregado. Si no llega a ser porque luego pregunté, hubiera jurado que los que se aglomeraban en las primeras filas eran de Cádiz también.

Por fin, Manuel Rodríguez (vocalista) dio las buenas noches y presentó la banda, así como un tema que estará incluido en su segundo disco, que trataba sobre la inquisición. Diría que sonaba un poco mal y la batería, un poco a lata, pero el tema en sí era muy bueno; muy cañero, con una voz muy aguda que conseguía hacer unos gritos muy rasgados. Además, me agradó comprobar que ya no sonaban tanto a Maiden y que estaban encontrando un estilo más propio y original. Siguieron con temas por todos conocidos: “Condenado a vivir” y la increíble “Muerte sobre un papel”, coreada por el respetable. He de reconocer que el sonido era bastante mejor que algunas de las salas “más importantes” de Madrid, aunque a veces el bajo saturaba demasiado. Aun así, esto tenía su punto, pues el nuevo bajista era bastante bueno y las bases tan a lo Harris eran dignas de ser escuchadas perfectamente. Tras un largo coreo del nombre de la banda, presentaron otro tema nuevo: “Sangre de Egipto”. ¿Un poco típico, quizás? Eso no importa demasiado cuando los teclados iniciales son tan bonitos y la melodía de la voz te llega tanto como era el caso. Además, se hacía más emotiva aún por ser dedicada al antiguo bajista (allí presente).

El cantante fue presentando uno a uno a los miembros de la banda, que respondió con un regalo para nuestros oídos. Era el momento de rendir homenaje a su principal fuente de inspiración: Iron Maiden. Y lo hicieron nada más y nada menos que con “The Trooper”. Tanto los músicos como el público, con los puños en alto, no dejaron de moverse y de cantar durante toda la canción. Una versión muy buena. Lógico, por otra parte, teniendo en cuenta el tipo de música que hacen. Y tras esta descarga, continuaron con “Sueños perdidos”, aderezada con un juego de luces realmente conseguido y uno solo de guitarra y de teclado preciosos. Era el final, así que, tras despedidas y agradecimientos, acabaron con “Alma sin paz”. El público (de las primeras filas) cantaba con todas sus fuerzas y, del mismo modo, la banda estaba entregadísima. Las guitarras dobladas sonaban estremecedoras y el bajo le daba muchísima vidilla al espectáculo. Y con el típico final de guitarras desvariando, bajo disparando al público y gritos del cantante, nos dejaron, sin duda, con ganas de más. Tal fue así, que volvieron a tocar un último tema de su próximo disco: “Momentos de lucidez”. Empezaba ésta con una guitarra acústica y un solo eléctrico, introduciendo lo que parecía ser una hermosa balada. Me equivoqué. La cosa se fue animando por momentos hasta llegar a ser uno de los habituales cortes cañeros de Sphinx aunque, como digo, más personal y original: voces muy agresivas, carcajadas y gritos a mitad de la canción, que la hacían muy tétrica y oscura. Eso fue todo por parte de los gaditanos y espero que no lo último.

FURIA ANIMAL

Media hora después de haber despedido a Sphinx, a eso de las 00’15h. hacían su aparición los alicantinos (y paisanos míos) Furia Animal. Aún no habíamos tenido, en Madrid, la oportunidad de verles con su segundo trabajo en la calle y qué mejor forma de hacerlo que acompañados de esas dos pedazo de bandas que son Sphinx y Abyss. Empezaron, como es natural, con la intro y el primer tema del nuevo disco: “En la oscuridad”. Adolecían del mismo problema que Sphinx (excesivo sonido del bajo), pero aun así, sonaba bastante bien. Continuaron, como en el disco, con “Azotando el destino”. Riffs muy duros y pesados, un solo de Tomás (nuevo guitarrista, procedente de Wolfgang, otra banda alicantina) muy bueno, pero el teclado apenas sonaba. Una cosa que no me gustó, aunque seguramente fuera por carencias de la sala, era que a veces se complicaba tanto la música que sonaba un poco apelmazado. Tras saludar al público que quedaba (que eran menos que con Sphinx, todo hay que decirlo) continuaron con “Dama blanca”, muy heavy y con muchos cambios. Ahora el teclado sonaba mejor y el batería sorprendía por su fuerza y calidad. Los coros tan agresivos le daban al tema un toque muy especial, sin embargo, la voz de Dani me defraudó un poco. En disco me gusta más que en directo. Aunque, claro, un mal día puede tenerlo cualquiera.

Venía ahora un tema que es de mis favoritos del disco “Enseñando a matar”. Evidentemente, no salieron Johnny ni Leandro, pero en su lugar aparecieron Manolo y Jaime, cantantes de Sphinx y Abyss respectivamente. Tema muy cañero en cuyas partes lentas, la guitarra de Pedro te ponía los pelos de punta. Quedaba alucinante el tema cantado por esas tres pedazo de gargantas y os aseguro que quedaba muy gracioso ver al cantante de Abyss leyendo la letra en el suelo… Esa fue la primera sorpresa del show de los alicantinos y la segunda venía a continuación: ¡¡Vaya Medley de Helloween que se marcaron!! Empezaron con las melodías de “Keeper Of The Seven Keys” y el público reaccionó con ovaciones y puños en alto. De repente, enlazaron con “Eagle Fly Free”. Yo, la verdad, es que no daba crédito a lo que oía. Siguieron con “Sole Survivor” y aunque la voz no me convencía demasiado, mejoró muchísimo en “Dr. Stein”. Y con los dos guitarras, el bajista y el cantante en primer plano y una luz tenue, terminaron tocando “How Many Tears”. Increíble. Una sorpresa muy agradable y que, seguro, que fue agradecida por todos los allí presentes.

Yo ya echaba de menos alguna canción de su primer disco y, como si estuvieran leyéndome la mente, la atronadora “Noches amargas” comenzó a sonar. Recordé cuando escuchaba sus maquetas antes de haber sacado su primer disco y canté desde el principio hasta el final totalmente ensimismada. Y tras esa ametralladora había que darle un descansito al cuerpo, con lo que continuaron con “Tan solo tú”, balada muy agresiva y con mucha garra. Las guitarras de Pedro parecía que lloraban y cuando éste hacía los coros quedaba realmente precioso. La cumbre del tema llegó cuando Fernando comenzó a machacar la batería. Sólo decir que, tanto aquí como en algún otro momento del concierto, se produjeron pequeños acoples.

Era hora ya de terminar y cual fue mi sorpresa cuando lo hicieron con “Hotel California”. Se saltaron la intro más lenta y empezaron directamente con la parte más cañera, sin perder este atributo durante toda la canción. Un solo increíble de Tomás y otro de la nueva teclista hicieron que el tema cobrara mucha más fuerza. A mitad del tema, todos los miembros de la banda fueron presentados y así terminaron el concierto, con los desfases de guitarra y los grititos de rigor. Pero la gente se había quedado con ganas, así que decidieron brindarnos una más: “Antes de nacer”, tema que también cierra el disco. El teclado de fondo por fin sonó como tenía que sonar, la guitarra de Pedro lloraba de nuevo, acompañada en algunos momentos por Tomás, y el movimiento y la metralla reinaban en el escenario. Una hora de concierto en la que disfruté como una enana. Como paisanos que son, me creo con el derecho de pedirles algo: ¡¡que toquen alguna más del primer disco!!

Texto y fotos: Clara González Lobo (Kiky)

ABYSS

Segunda vez que visitaban la capital del estado durante este año los malagueños ABYSS. La vez anterior fue abriendo el festival “Tómate un Rockspiro” en junio pasado y comentado también en esta página. En esta ocasión les tocaba cerrar la velada.

Hicieron una pequeña prueba de sonido con el tema “Libertad”, el cual no tocaron dentro del repertorio de esa noche, lástima.

Cuando faltaban alrededor de diez minutos para las dos de la madrugada sonaba grabado el corto tema “Al otro lado del vórtice”, con ruido de tormenta y demás efectos sonoros, que sirve como introducción al que le sigue en el disco, “Otra dimensión”, y que en ese orden interpretaron. Durante el tema introductorio los músicos aparecieron para tomar lugar en escena, siendo el último en llegar a las tablas el cantante Jaime García con un grito: “¡Arriba!” y ataviado con un tres cuartos de cuero que al rato se despoja de él. La canción es de corte progresivo, con bastante predominio de las teclas tanto al inicio como durante la parte instrumental, de los coros se encarga Marcos Escaño con su gran guitarra Gibson, realizando el solo de guitarra el flaquillo y eficiente Adolfo Vergara, en la parte derecha del escenario. El bajista ya se encargaba desde el primer instante de lucir su estupendo bajo de seis cuerdas de color azulado y de menear como un torbellino sus rizadas greñas.

El vocalista nos dice que están encantados de estar allí y prosiguen con el estupendo “El país de la guerra”, con apoyo en las voces de nuevo de Mario Escaño y sucediéndose los solos de los dos guitarristas, con solo también del teclas que ocupaba la izquierda de la escena junto a Mario. Nombrando tras el portentoso y furioso golpeo de la batería al que ocupa el asiento tras los tambores, Raphael Fedriani.

Agradecimientos a la persona que ha hecho posible la gira “Diamantes en bruto”, El Brujo y a los grupos que acompañan a los “boquerones”, los gaditanos Sphinx y los alicantinos Furia Animal. Presentan “La voz de Nostradamus”, que al igual que la mayoría de temas tiene bastantes partes progresivas mezcladas con Heavy actual. Durante la parte instrumental el cantante se retira volviendo al instante con una camiseta de sus compañeros Sphinx. Me fijé en que Jaime cuando le tocaba alargar su voz se alejaba el micrófono de su boca, llegando a veces a no oírse, debería corregir este pequeño defecto. A mitad del tema hacen un pequeño parón para preguntar: “¿Cómo está Madrid?” y jugar con el público con voces de: “yeo…”, continuando con el tema y pidiendo palmas. Al acabar el batería bebe y el cantante le recrimina de cachondeo: “¡No bebas agua, cabrón!”

Momento de presentar a la banda con una “Jam session”, tomando cada instrumentista su protagonismo, como dice el vocalista: “A la guitarra Marcos Escaño por las melodías que hace, Fito Vergara la cosa más chica, Germán el del pañuelo a las teclas, Israel Fuentes “Molinos de viento” al bajo y el último fichaje Raphael Fedriani a la batería”, presentándose Jaime García él mismo.

Vuelven a temas de su único disco en el mercado, “Redención”, con “Lejos de aquí”, sonando las teclas perfectamente al inicio del tema, con un grito alargado y comenzando a cantar arrodillado. Israel y Fito se juntan y tocan durante unos instantes sus instrumentos por la parte superior del mástil. Manolo Rodríguez (cantante de Sphinx) que andaba por la primera fila canta algunas partes al cederle el micrófono. Pidiendo aplausos para Rafa que hace un pequeño solo de batería, animando el simpático Fito y volviendo al tema para finalizarlo.

Comenta el vocalista que está con algo de gripe y presenta un tema especial y no es otro que “Pull Me Under” de Dream Theater. Palmas para el inicio que es cantando por el vocalista de Sphinx. Interpretación muy fiel, a excepción del cantante, que toca una pandereta en un trozo del tema. Juntándose los guitarristas y bajista para moverse al unísono al final. Diciendo Jaime al concluir el tema: “Lo siento”. No pasa nada, hombre, tu trabajo fue muy digno a lo largo de la noche y es de agradecer que aunque estuvieses enfermo salieras a cantar.

Finalizaban con la canción que abre el disco, “Armagedón”, cantando las primeras filas cuando cedían el micro. Y claro, como habían hecho con las otras bandas y por el gran concierto que habían realizado la gente pidió otra y no se pudieron negar. Dedicando la siguiente “copla” a todos los que estaban implicados en la gira, a Carlos (batería de Sphinx),al merchandising (vendían los CDs de los grupos y camisetas), etc. La emotiva “Casino” cerraba definitivamente la descarga de los malacitanos cerca de las 3 de la madrugada.

El grupo cada vez va a más y si siguen progresando (jóvenes y buenos músicos), además de recibir el apoyo necesario, se pueden convertir en uno de los grupos punteros del estado.

Texto: Starbreaker