THE HAUNTED + MASTODON + HATESPHERE – Viernes 11 de abril de 2003, sala Caracol (Madrid)

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Atractivo cartel el que giraba durante el mes de abril por parte de Europa para desentumecer oídos. La entrada (más simple que el mecanismo de un botijo) costaba 13,50 €, buen precio por tres grupos, en contra de los dolores que da rascarse el bolsillo cada vez que se quiere asistir a un concierto internacional tras la entrada del euro.

Con una sala prácticamente vacía arrancaban a las 20:43 los daneses HATESPHERE con la intro de su último y segundo disco, “Bloodred hatred” (2002), tocada en vivo por los guitarristas Peter Lyse Hansen y Henrik Jacobsen, el bajista Mikael Ehlert y el baterista Morten Toft Hansen. Luego seguían con “Low Life Vendetta” y “Hell Is Here”. Despiadado y buen Thrash Metal con toques de Death y la rabiosa y colérica voz del vocalista Jacob Bredahl con recuerdos al Hardcore más metálico.

Ya con algo más de público, pero que se mantenía distante del escenario, quizás por el desconocimiento del grupo, el cantante hacía gestos para que se acercaran más. “Bloodsoil”, único tema que tocaron de su debut de larga duración, “Hatesphere” (2001).

“Do you want more?”, nos preguntaba el potente vocalista dando paso a las últimas de la noche “Kicking Ahead”“Insanity Arise” y “Disbeliever”. Terminando a las 21:18.

A pesar del límite horario y del poco público en su actuación (poco a poco fueron congregando gente al borde del escenario) no se amilanaron y dieron todo encima de las tablas. Creo que convencieron a más de uno con su propuesta de caña thrashera. A mi por lo menos sí.

La banda procedente de Atlanta (USA) MASTODON meses antes había girado por nuestro territorio junto a High on Fire y si los hubiese conocido antes no me los hubiese perdido.

El cuarteto formado por el baterista Brann Dailor (con camiseta del “Somewhere in time”), el guitarrista Bill Kelliher (con sus patillas y tupé a lo rockabilly, apoyando con voces), el vocalista y bajista Troy Sanders y el guitarrista Brent Hinds (apoyo con voces) me dejaron impresionado con su técnica y mezclas de estilos en los temas durante su actuación. Rabia, furia, geniales desarrollos instrumentales (en los que el bajista se encorvaba tocando su instrumento sin pua), psicodelia, ritmos pesados de Doom, utilización de voces en off, voces guturales a veces, melodías mezcladas con caña, Grindcore, cambios de ritmo… me recordaron a los canadienses Voivod, no en su propuesta musical, si no en su forma caótica y demencial de afrontar la música.

En sus cuarenta y cinco minutos basarían su concierto en temas de sus dos únicos trabajos editados, el EP “Lifesblood” (2001) – luego me hice con él en el puesto de merchandising, vendido por el mismo Sanders, que me regaló una pegatina – y “Remission” (2002), utilizando una introducción y cerrando con una “outro” de una niña cantando. Antes de que sonara la música que los despedía daban las gracias a los dos grupos que los acompañaban en esta gira y cerraban con una excelente versión de “Emerald” (Thin Lizzy), cantada por el guitarrista de pelo rizado, Brent Hinds.

THE HAUNTED

Cerca de las 22:45 comenzaba a sonar enlatada la introducción “Privation Of Faith Inc.”. Ya con todos en sus posiciones y después del “Good evening, Madrid!” de Marco Aro (vestido totalmente de negro), al igual que en su último lanzamiento, “One kill wonder” (2003), arremetían con “Godpuppet”, consiguiendo que los de las primeras filas se enfrascaran en hacer pogo.

Continuaban en el mismo orden que en el CD que acababa de salir en Febrero, “Shadow World”, chocando manos de las primeras filas el vocalista y poniendo cuernos. Sin compasión la unieron a “Chasm” (de su primer y homónimo álbum de debut de 1988 en el que cantaba Peter Dolving) y a “Trespass” (del “ The Haunted made me do it” – 2000). Prosiguieron con un bloque de temas del primero y segundo.

El cantante nos hacía la pelota diciendo que éramos los mejores y se marcaba un gracioso “¡Viva España!”, dedicando a nuestro país “Undead”.

Tras música de monjes paso a “Leech”, con luces verdes y la batería aplastante de Per Möller Jensen. El comunicativo y simpático frontman nos preguntaba si queríamos una canción rápida amigablemente violenta, complaciéndonos con “Revelation”. Aquello era un tema tras otro de puro Thrash con riffs frenéticos del activo Jensen y del parado Anders Björler, al igual que su hermano, Jonas Björler. Quizás el sonido estaba demasiado fuerte y no llegaba a oírse con suficiente nitidez, pero apabullaban.

Regreso al primer disco con “In Vein”, moviéndose un poco el bajista hacia los bafles.

El vocalista ex-Face Down nos preguntaba quien tenía el último disco y de este hacían “Shithead”, con apoyo vocal de Jonas.

Nos incitaba a chillar animando aún más a la gente. Dedicaba a las bellas mujeres españolas “Hollow Ground”. En “D.O.A”, lanzamiento al público de un mosher, con un buen efecto de luces rojas hacia el final del tema.

Enlazaban con el sonido de sirenas de la anterior la corta instrumental “Dark Intentions”, con ese deje a Slayer que está presente más de una vez en las composiciones de los suecos. También aquí se lanzó un chaval desde el escenario. Al igual que en el segundo disco le siguió “Bury Your Dead”. Bestial.

Preguntaba si nos queríamos ir a casa, recibiendo los rugidos de la peña en señal de desaprobación, para seguir presentando su último lanzamiento, esta vez con “Bloodletting”, utilizando luces rojas y varilights.

Seguía Marco con su buen sentido del humor empezando a cantar “Should I stay or should I go” de The Clash para sacudirnos con “Bullet Hole”. Un chaval que se subió le dio a la pala de la guitarra de Jensen, menos mal que no pasó nada, pero es que si te subes mira por donde vas y lánzate rápido, sin molestar ni perjudicar.

Acababan su brutal descarga con “Silencer” con Per Möller Jensen en pie. No nos hicieron esperar mucho para el bis, el baterista se marcó un pequeño solo para rematar aquella noche con “One Kill Wonder” y cachondeo al inicio de la última, que era la primera de su debut, “Hate Song”.

Nos podíamos ir a descansar a las 23:53 tras haber sobrevivido a la potencia devastadora de estas bestias.

Texto y fotos: Starbreaker