ANTECEDENTES

Es una lástima que la falta de información de eventos que suceden fuera de los circuitos habituales, en ocasiones, provoque una pobre asistencia de público. Sin embargo, y aunque podía haber sucedido con el Festival Kaña Kazurra, el concierto fue todo un éxito. Pero con algo más de información hubiera resultado aún más exitoso (aunque no sé donde iba a haber entrado más gente…) La escasa información del concierto se mostraba a través de la prensa local y no por medios especializados. Está claro que la propia gente de León era suficiente para sacar el Festival adelante.

Es curioso que un Ayuntamiento dirigido por un alcalde conservador promueva una iniciativa similar, principalmente por dos motivos: El primero, por el carácter tópicamente minoritario y «revolucionario» que tiene el Rock Duro. Y el segundo, porque el objetivo del evento es sacar a la luz un CD interpretado por grupos locales cantando en Llionés (Leonés). No quiero pensar que su organización fue debida un acto electoralista, y sí al buen hacer de la Concejalía de Juventud regentada por políticos regionalistas.

Un tercer apunte antes de iniciar la reseña en sí: la incógnita de si finalmente participarían en la segunda jornada los vitorianos S.A. Al igual que sucedía recientemente en Torrelavega (Cantabria) y el viernes anterior en la capital asturiana, fueron vetados del cartel. Al margen de las connotaciones políticas, con estas iniciativas se está consiguiendo justo lo contrario. Una gran parte del público reivindicó enérgicamente durante todo el festival su presencia. Nunca había visto tantos logotipos y banderas del grupo. De haber participado S.A. probablemente su presencia se hubiera reducido a lo estrictamente musical (en la medida de lo que sus letras lo permiten, claro).

VIERNES

Aproximadamente a las 20:30 de la tarde nos acercamos a la Plaza Mayor de León, escenario donde se estaba ya llevando a cabo el festival. Desde las callejas empedradas de acceso a la plaza podía oírse una versión de «Hell Bent For Leather». Se trataba de los leoneses DAMMIAN LORD, liderados por un guitarra ligeramente «notas» pero muy resultón. En conjunto el grupo sonó realmente compacto, salvando los agudos de la voz y algunos gestos de la guitarra que al intentar ganar notoriedad con ella se perdía en algunas notas. Personalmente preferí sus propias composiciones que las versiones. Intercalando versiones con material propio, sonó «Doctor, Doctor» y «Holy Diver». De esta jornada inaugural lamentablemente me perdí a Santa Ma.No y Derrocktados.

Poco a poco la gente iba acudiendo al concierto. Todavía era de día, y eso de estar a plena luz lo llevo mal. Así que mientras se preparaba el escenario paralelo (uno estaba reservado únicamente para los grupos invitados) hubo que acercarse a los bares colindantes puesto que la organización no había habilitado barra alguna en la plaza. Los precios excelentes (2€ el cachi de cerveza o calimocho para llevar), quizá porque la noche anterior –jueves- otro concierto, también en la plaza, había dejado desértico las tabernas de la zona. Tocando La Pastori, tiene delito –digo el no mamarse para aguantarla-.

El primero de los grupos «profesionales» de la noche fue ANKHARA, bajo una pancarta en leonés que rezaba “Branu Xoven” (Verano Joven). Se pasaron a presentar «Sombras del pasado» e hicieron un repaso a sus dos discos anteriores. El público estaba(mos) más impacientes con la llegada del siguiente grupo y distraídos con cánticos alegóricos a la Anti-criminalización, que el grupo prácticamente pasó sin pena ni gloria. No consiguieron atraer a la gente, que no atendía a sus llamamientos de corear las canciones. No sirvió de mucho que cambiaran de modelo de guitarra tres y hasta cuatro veces… ni la camisa ajustada del vocal y su barriga que intentaba escaparse a otro lugar mejor. Entre otras sonaron «3:40» y «No mires atrás» de su primer trabajo, y la versión de «Hold the line» traducida como «Mantente firme» y que fue de lo mejor del concierto que duró una hora escasa.

Tras un descanso de 20 minutos saldrían al escenario LUJURIA y su polémico cantante. Si bien en cantidad de gente no podían competir con Rosendo, en entrega vencieron al madrileño. Congregarían a unas 1.500 personas con permiso de San Miguel. Resultó curioso que insistiera Óscar en varias ocasiones que allí en León iniciaban su gira por la península, cuando personalmente les vi presentar su nuevo trabajo «a lo vivu» quince días atrás en la localidad barcelonesa de Molins de Rei junto con Red Wine y Dragonslayer (con la colaboración de Lupe de Santgraït). Al margen de este gesto de peloteo con su provincia hermana –que no me oigan los pro-País Llionés, separatistas junto con Zamora y Salamanca del resto de Castilla y León-, si algo sabe Óscar es quedarse con el público, aún a costa de que se mofen de él. Eslóganes como «Cómo tiene el culo Chenoa??? Como un R-12… y ranchera.», «Cómo tiene el cerebro Bisbal??? Noooo tieneeee». «Habría valido más que la madre de Aznar se hubiera metido un botellín de Mahou en vez de la chorra de…» –imagino la cara desencajada del alcalde “pepero” al oír esta frase-. Son un grupo que me agrada por su «Rock raquero» (macarra en Cántabru) y festivo. Su machismo me parece cómico y hasta divertido, porque no creo que a estas alturas alguien se crea sus letras. Insistieron en la Anti-criminalización y en que no se gana nada por no invitar a S.A., dedicando una canción al «H.P. de Ussía». Tocarían sobre hora y cuarto temas nuevos y de discos anteriores, como «Escuadrón 69», «María Martillo», «Larga vida al R’n’R», «Corazón de Heavy Metal», «La favorita del Rey» dedicada al príncipe Felipe, etcétera, junto con un par del nuevo trabajo: «El poder del deseo», «Dejad que los niños se acerquen a mí» dedicada al Papa y «Sólo son rosas» dedicada al amor libre entre el mismo sexo, y «Mozart y Salieri».

Poco a poco se llenó la Plaza Mayor hasta prácticamente completar su aforo de unas 3.000 personas –si Mahou no me confunde- para ver a ROSENDO. ¿¡Qué decir de este tío!? Alucinante, como siempre. Dos horas de caña cazurra de verdad… no se le dejaba marchar, hasta el punto de que hubo tres bises con «Loco por incordiar», «Agradecido», «Pan de higo», «Navegando a muerte», «Maneras de vivir», etc. Se basó más en sus discos clásicos y presentó prácticamente tres o cuatro de su nuevo disco «Veo veo… mamoneo» con «Masculino singular» y «Quincalla o no». Nos dieron las dos de la madrugada y hubo que visitar los garitos de la capital, destacando el Kaos en las inmediaciones de la Plaza, y el de la Policía Local –bueno, no dentro, en frente-.

SÁBADO

Salida del AC-San Antonio sin prisas, a media tarde, que no es bueno un sábado ni estresarse ni madrugar. Hubo cata de tintos del bierzo, de limonada –parecía típico de León-, cervezas varias y algunas tapas, todo por el Barrio Húmedo (casco antiguo). Después de cenar aparecimos en la misma Plaza, con la idéntica pareja de escenarios. Como hay que elegir entre turismo gastronómico y nueva dosis de Rock local, preferimos lo primero a pesar de perdernos a Demodé, Glitch y Karbón 14. Junto con las bandas leonesas del día anterior grabaron un LP del que se editan 3.000 unidades y que se pone a la venta a un precio único de cinco euros. En el Diario de León podía leerse «Cada grupo grabará dos temas, uno en el idioma que utiliza habitualmente para sus composiciones y otro en llionés, una característica esta última con la que se pretende conjugar el fomento de la lengua autóctona al tiempo que se busca la proyección de los mencionados grupos.». En el propio concierto ofrecían el CD más una camiseta conmemorativa por 15€, una cantidad nada desorbitada.

Al llegar ya habían empezado los sustitutos de S.A. y compañeros de gira, los asturianos JACKY TRAP, liderados por una chica vocal de melenas rojas. Su estilo musical es el mismo de sus compañeros de andanzas. Rindieron homenaje a S.A. e incluso versionearon «La aventura del saber / Criminalización». Un grupo muy potente y con los pies sobre el escenario, salvo su front-woman que de vez en cuando rodaba sobre las tablas.

Era turno para la banda madrileña HAMLET, que arrancaron fulminantemente con «Irracional» de su disco «Sanatorio de muñecos». Insistieron sobre todo en sus últimos CDs, y presentaron su último trabajo «Hamlet». Recorrieron su trayectoria repasando “Revolución 12.111”, “Insomnio” y «El infierno». Aproximadamente hora y media donde hubo cabida para que el vocal bajara del escenario a compartir micro con los seguidores, para felicitar con una canción a la vocal de Jacky Trap por su cumpleaños, y para recordar por enésima vez a los Soziedad Alkohólika. El momento álgido de su actuación fue sin duda la canción “JFK (Jodido Facha)”, dedicada a… bueno, todos lo suponemos. También hubo espacio para que dos jóvenes quinceañeros saltaran al escenario para mostrar durante un par de minutos una pancarta de homenaje a S.A. y Libertad. No les corrieron a palos los de seguridad porque el propio grupo dio el visto bueno, y cuando consideraron que ya era suficiente, se lo hicieron saber a los manifestantes que inmediatamente bajaron con educación.

Y finalmente, sobre las 12 y pico de la noche, salieron a escena LOS SUAVES. Con un Yosi pletórico de fuerza y con alguna dosis de alcohol que otra –pero sin pasarse- se marcaron un «Preparado para el R’n’R» ante los casi 3.000 espectadores. Sin parar ni un segundo de vagar de un lado al otro del escenario, y lanzando constantemente al público camisetas del grupo que se ponía y quitaba (todas distintas, unas cinco, debe ser el merchandise completo…) –incluyendo una pareja de maracas-, repasaron sus trabajos principalmente de los ´90. Sonaron «Palabras para Julia» (increíblemente tuvo que leer la letra de una chuleta, y eso que está dedicada a su hija…), «Malas noticias», «Dulce castigo», «Esta noche no se duerme», «Orense-Bosnia», «Antisocial», «El afilador», «Pardao», «Chaquetas de cuero», «Massacre», «Viene el tren», «Baby please don’t go».

En los dos bises interpretaron «Dolores se llamaba Lola», «Corazón de R’n’R», y para cerrar «Atalaya» y «Peligrosa María». Para echarnos «Dios es Suave» para variar.

Después, otra vez de gira por los garitos del barrio Húmedo, y a descansar hasta el día siguiente para recorrer de nuevo la misma zona, esta vez de «blancos» (tomar el vermouth) y de tapas.

Como resumen, un sobresaliente al Ayuntamiento por la organización, pero un suspenso en cuanto a promoción del Festival. Espero que se repita pronto.

Texto: Sunthunder