Editorial Julio 2018 “¿Más discos, señor cartero?”

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Hace unos días me propuse hacer inventario de todo el material promocional (discos, en su mayor parte) que nos llega habitualmente. No voy a hacer públicas las cifras pero os aseguro que es una cantidad abrumadora.

Comprendo y entiendo a los grupos y a todos los músicos que los componen. Soy consciente de la ilusión y el empeño, incluido el sacrificio económico, que supone enviar tu trabajo a los Medios. Al gasto que asumen los grupos en la inversión en la grabación y fabricación de sus discos hay que añadir otras partidas que afectan directamente al bolsillo de los músicos. Si bien hay bandas que se encargan personalmente de su promoción y contactan directamente con nosotros, cada vez es más habitual la gestión por parte de pequeñas empresas que se dedican a poner en contacto a los grupos con Medios como el que estás leyendo en este momento.

Aún en el caso en que el Medio en cuestión no pida nada a cambio por hablar de ese disco, tal y como ocurre en The Sentinel y muchos otros medios hermanos, toda esta suma se suele dar por bien empleada cuando el disco es comentado y, por supuesto, se obtiene una crítica positiva. Lamentablemente esto no siempre ocurre.

Una opinión es, por definición, algo subjetivo del que escribe. Por tanto, no hay que estar necesariamente de acuerdo con lo vertido en cada artículo, siempre y cuando esa opinión se exprese con argumentación y respeto. Es algo que no todos los músicos y/o grupos parecen entender. Es demasiado habitual que una crítica buena sea considerada “objetiva” y en una que no lo es tanto haga surgir las dudas sobre la profesionalidad o interés del redactor.

No debemos confundir una reseña con una hoja de prensa, por mucho que algunos plumillas fusionen una cosa con la otra. Cuando se envía un disco a la prensa para ser comentado, se corre el riesgo de que el disco no guste. Es algo que debería ser aceptado por todos los grupos al enviar sus trabajos. The Sentinel no cobra un céntimo por nada ni exige una publicidad que nunca ha tenido. Así que, para mal o para bien, nuestra opinión es la que es en cada caso, sin condicionantes personales.

En otras ocasiones la queja radica en que el disco enviado no es comentado o aparece publicado con demasiado retraso. En este asunto sólo puedo justificar la imposibilidad de atender todo el material que nos llega. Es totalmente imposible escuchar a fondo, comentar y publicar la gran cantidad de discos que nos llegan. Quizás un medio profesional con una extensa nómina de colaboradores pueda hacerlo, pero no es el caso de The Sentinel. Esto nos obliga a, en la mayoría de los casos, limitarnos a dar salida a algunos de los temas del disco en nuestro programa de radio, una alternativa válida a efectos de promoción que permite esta doble faceta web-radio que tenemos desde hace más de un lustro.

The Sentinel Web Magazine lleva 17 años en la red y The Sentinel Radio pasa de los 5. En este tiempo ha habido etapas diferentes, todas con sus cosas buenas y otras (las menos) que no lo han sido tanto. Cada año la cantidad de grupos eligiéndonos para dar a conocer su trabajo no ha parado de crecer de forma exponencial, lo cual nos enorgullece. Por eso, desde la oportunidad que me brinda este editorial, pido disculpas a quienes esperaban más atención por nuestra parte. Simplemente nos es imposible atender a todos. Yo os entiendo y por eso espero que nos entendáis.

Feliz verano.

Santi Fernández “Shan Tee”