MAGO DE OZ – Sábado 24 de enero de 2004, Pabellón Cubierto de San Vicente del Raspeig (Alicante)

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Al leer en los carteles que anunciaban el evento, que la celebración del concierto sería en un pabellón cubierto, supuse que no habría ningún problema en conseguir las entradas en el mismo recinto; aún así compramos 2 entradas días antes; el problema es que al final fuimos 3 personas y sólo teníamos 2 entradas.

Una vez llegamos al Pabellón cual fue nuestra sorpresa que había un cartel grandote con el literal “Entradas agotadas”, efectivamente corroboramos que las entradas se acabaron el día antes; bueno, bueno, bueno… histeria en la cola, gente cabreada y gente que compró en la reventa la entrada al precio de 50€ (cuando su precio anticipada era “sólo” de 17€). Intenté comerle la bola a uno de la organización al que había visto como “invitó” a entrar a 7 personas por su cara bonita, lamentable esa discriminación, o dejas pasar a todo el mundo, o no dejes pasar a nadie, y si lo haces que no sea delante de nuestras narices.

El caso es que habían terminado el grupo Salida Nula y era el turno de Mägo de Oz y nosotros en la cola; por circunstancias de la vida (gracias Jero) conseguimos entrar al recinto cada uno con su entrada; la grada (si, en singular) estaba llena y abajo pues más de lo mismo, lleno absoluto, la media de edad de los asistentes rondaría los 16-17 años, había muchos más jóvenes acompañados de sus padres; hubo a quien los servicios médicos tuvieron que sacar por desmayos, ya que el pabellón completamente abarrotado carecía de la ventilación suficiente.

Logramos ponernos en un lateral a la altura de la mesa de mezclas, el escenario lo tapaba un telón gigante con una cruz roja en el centro, representando una vela de galeón, carabela o lo que sea; al rato se apagan las luces y comienza a sonar la intro de su nuevo disco “Obertura MDXX”. Al final de la intro, se baja la vela y podemos ver el escenario, un galeón, carabela o lo que sea (otra vez), con la batería en un lateral a lo alto del todo y con los teclados en el otro lateral; aparece Txus con una bandera de la Comunidad Valenciana, es coreado por la mayoría de la audiencia y Mägo empiezan el concierto con “Van a rodar cabezas”. Buen inicio, el sonido pecaba de alto y el bombo retumbaba demasiado; aún así me esperaba un sonido peor. Por supuesto se utiliza pirotecnia.

Seguidamente y sin dar un respiro tocaron el coreadísimo “Fiesta pagana”, no me la esperaba tan pronto y la verdad es que me alegré que fuera la segunda (una menos). Aquello se vino abajo, histeria colectiva, música y más fuegos artificiales. Hubo un momento en el que me llegué a asustar por la integridad de los asistentes, ya que el suelo me parecía que se hundía por momentos.

“Una de las canciones que más nos gusta tocar” dijo José para presentar “Jesús de Chamberí”. Es curioso, los mismos que coreaban la canción anterior están más calladitos en esta. “El que quiera entender que entienda” y la gran “Réquiem” fueron las siguientes. José estaba realmente muy bien, si me apuráis incluso sobrado. De las veces que los he visto, creo que esta ha sido en la que mejor ha estado. El que sí se salió fue Kiskilla en “El árbol de la noche triste” y tras cantarles un cumpleaños feliz a Txus y a Frank que cumplían años en días muy seguidos, Kiskilla empezó con las primeras notas de “Gaia”, muy bien tocada y con José en la parte final de la canción sentado en la silla eléctrica simulando la muerte con esos gritos agónicos.

Satania” dio paso a la instrumental “La Leyenda de la llorona” para posteriormente seguir con “Resacosix en Hispania”. Esta canción nunca me ha acabado de convencer, siguiendo con uno de los temas que más me gusta de “Gaia”, llamado “Alma”, con una parte intermedia de fábula (muy, muy heavy) y perfectamente interpretada. Para acabar con esta primera parte una sorpresa muy agradable e inesperada: “Mägo de Oz” menos aclamada por la mayoría de la audiencia.

Y los Mägo desaparecieron de escena. Al rato volvieron con la balada “La rosa de los vientos” con Txus y José a las voces. Realmente es insoportable el egocentrismo de Txus. Los bises los acabaron con dos canciones del Finisterra: “Hasta que el cuerpo aguante” y “La danza del fuego”.

De nuevo Mägo desaparecieron y al rato salió Txus a dar un discursito más bien sobrante y como que no; no entiendo eso que dijo de “para muchos de vosotros este será vuestro primer concierto de Heavy y como veis los Heavies no matamos ni hacemos cosas satánicas…” en fin, lamentable, habló que habían vendido tantos discos más que Café Quijano (absurdo y sin venir a cuento), y que quieren que suene el Heavy en las radios, TV, etc; esto está bien que lo diga en una entrevista, pero no en un concierto; afortunadamente empezó a hablar del que sería el siguiente tema, el single “La Costa del Silencio”. De nuevo aquello se vino abajo y para acabar, “Molinos de viento”, con cañonazos incluidos. De los altavoces sonó “Ancha es Castilla” y se encendieron las luces.

Vi a unos Mägo de Oz que me dejaron un muy buen sabor de boca; quizá hubiera preferido verlos con menos agobios y con una audiencia algo más “selecta”, pero ahora mismo es lo que hay. Es de agradecer el montaje, pirotecnia y vestuario, lo he dicho muchas veces, me encanta ver todo esto en los grupos ya que crean un ambiente genial.

Agustín Galiana “Aguskill”