MICHAEL SCHENKER GROUP + VIGA – Jueves 26 de febrero de 2004, sala Divino Aqualung (Madrid)

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Día frío en Madrid, en el momento que parto hacia el concierto parece salir el sol, vaticinando una buena tarde-noche, algo que más tarde quedaría confirmado.

Rumbo a la Sala Divino-Aqualung, que debo confesar no conocí hasta ese jueves, iba pensando en lo que me habían dicho unos y otros con respecto a la Sala. Unos, (los más), que era “rara”, que era “muy pequeña”, de “difícil accesibilidad” a los puntos de reunión: Bar y Servicios principalmente. Otros, (los menos), me decían que era “acogedora”, que tenía una “buena acústica”, que me iba a gustar. Pues bien, me quedo con un poco de cada uno: La Sala me gustó más que Macumba por ejemplo, pero cómoda, no es una Sala cómoda la verdad sea dicha, pero este es el tema de siempre, mucho Madrid Olímpico, y las inversiones en Música (cultura) para crear una Sala digna en una Ciudad como Madrid son efímeras y esto no parece alcanzar una rápida solución.

Suena mi teléfono móvil, es Alvar de Flack, que me cuenta que ya está “en ruta”, camino de la Nacional V y con algo de lío en la carretera. Sobre las 19.30 horas tengo mi coche bien aparcado y encima cerca de la entrada principal del Centro Comercial “La Ermita”.

Apurando una cerveza, oigo de nuevo el teléfono, es Shan Tee, me dice que ya está por allí y que dada la hora, lo mejor es disponernos a entrar. También está Mr. Trabuco, nos saludamos todos, y pasamos al recinto.

20:17 horas. Sin sobrepasar en ese momento de la tarde del centenar de personas allí presentes, todo hacía presagiar que la Sala no iba a llenarse. Otra cosa a la que no me acostumbro es a que los conciertos comiencen a las ocho de la tarde ¡Si es que no son horas!. Los conciertos a partir de las 22 horas, que es mucho más razonable para un concierto de Rock and Roll.

20:30 horas. Primera aparición del “manipulador-comunicador de masas” Mr. Mariano García, preguntándonos si es que estábamos muertos y alentándonos para recibir a una banda poderosa. Esa banda era ni más ni menos que Viga.

Clásico trío, liderado por Julio Viga al bajo, con una estampa de hombre de las cavernas, y un estilo en la voz, que hacía recordar a Yosi (Suaves) en sus peores momentos. El guitarra parecía el más joven de la formación, luciendo una camiseta de Obús y poniendo empeño dentro de tanta simplicidad.

Nos anuncian que estarán dándonos el tostón durante media hora, antes de subir al escenario el bueno de Miguel. El primer tema es ensordecedor, y estoy escuchándolo sentado en uno de los peldaños de escalera. Siguen cayendo temas: “Vuelve ya”, “A cualquier cosa le llaman Rock and Roll”, hasta llegar al más conocido de todos: “24 horas de Rock and Roll” que es la cuña del espacio radiofónico Rockservatorio, que dirige y “maneja” Mariano García.

El sonido sigue siendo ensordecedor, los temas se suceden; “Loco peligroso”, “El día que me cabré”… miro el reloj, se están haciendo un poco pesados, más que una Viga, llevan exactamente una media hora, ojeo el horizonte, y esto está tomando color, poco a poco se está llenando de público. En ese momento, la banda se toma un respiro, y aprovechan para hacer una presentación de los componentes.

Finalizan su actuación sobre las 21.10 de la noche con una versión de Moris titulada “Preparado para el Rock and Roll”. Este momento es aprovechado para correr a la barra, ó al servicio antes de que aparezcan los verdaderos protagonistas de la noche.

Nueva aparición de Mariano García para anunciar la descarga de Michael Schenker Group, y para pedirnos que le diéramos una ovación como se merece. No se hace rogar mucho la espera, y sobre las 21:35 horas parece salir la banda, digo “parece” porque todo está oscuro, sólo las luces de los pocos focos que en ese momento están encendidos, nos hacen adivinar la figura de Schenker en el escenario, donde incomprensiblemente está ajustando el sonido de su maravillosa “Flying V” Black and White.

Momentos de desconcierto… (¿no han tenido tiempo o se debe a un problema de última hora?) pero casi sin darnos cuenta nos están preguntando si estamos preparados para el R&R “Are You Ready To Rock?”, madre mía, ¡que comienzo!, uno de los temas que más enganchan en directo sirve para abrir su puesta en escena.

Michael Schenker aparece completamente de negro, con un gorro de lana calado hasta las cejas, gafas deportivas, pantalón llamativo de Moto-Cross y una camiseta sin mangas que nos descubre sus numerosos tatuajes, entre el que figura el “anagrama” de “Mercedes-Benz”, curioso ¿verdad?, ¿hasta tal punto llega el sentirte orgulloso por una marca?, ¿os imagináis a alguien en España tatuándose el “anagrama” de Seat?, aunque supongo que no se trata de lo mismo si hacemos la comparativa. Pero la imagen más extravagante de la noche era sin duda, la del bajista Rev Jones que salió con un gorro que debió dejárselo prestado un teletubbie, creo que se trataba de “Dipsy”. Este sí que estaba lleno de tatuajes, cabeza rapada con tres coletas “rasta” y un meneo de cabeza que parecía que iba a desencajarse. Al principio las miradas se centraban en el bajo, pero pasados unos minutos, ni me acordaba de él, entre otras cosas porque es que ni sonaba, estaba totalmente apagado por los demás,. Su imagen no me gustó, no estaba acorde al sonido clásico de la banda, y sus extravagancias eran propias de sonidos más industriales.

El resto de la formación me gustó, estuvieron equilibrados y en perfecta armonía, destacando por encima la voz de Chris Logan, que en pocos minutos estuvo a una gran altura, interpretando temas desgarradores de su último trabajo, como los clásicos de la formación, o los más clásicos aún de UFO.

Siguen cayendo temas: “Mother Mary”, “Assault Attack”, “Let It Roll” donde a partir de este tema la voz y resto de sonidos (batería, bajo y guitarra rítmica) parecen recobrar tono dejando la guitarra de Schenker de estar por encima de los demás.

“Fat City”, y mi canción preferida por encima de las demás de la era UFO: “Lights Out”. El público está totalmente volcado, y cantando la canción de principio a fín… “¡Lights out, Lights out in Madrid…!” Llegó a gritar Chris Logan, los “rifs” de guitarra cortaban como cuchillos y el solo que se marcó en esta canción fue un entrenamiento para lo que vino más tarde.

Finalizada la canción y con todos los allí presentes gritando y aplaudiendo, Michael Schenker toma un trago de Coca-Cola y sonríe al personal, esta noche es feliz, se le ve contento y simpático al mismo tiempo, eso sí, se mueve menos que una estatua de mármol, parece como si alguien le acote el espacio y el tío no sale de su metro cuadrado de escenario, tampoco es una persona que tome protagonismo y deja campar libremente al resto de la banda, haciendo lo que a cada cual le viene en gana, porque viendo al bajista la manera de moverse, parece que el líder de la banda sea él, salta, brinca, alienta, y se recorre las tablas de punta a punta, ahora, el metro cuadrado de Mr. Schenker ni lo pisa, ahí no se anda con tonterías, lo tiene claro.

Antes de conocer el set-list previo al concierto deseaba que tocaran su mejor canción del LP “Be aware of Scorpions”, una canción poderosa y cargada de buena melodía, me refiero a “Because I Can”, interpretada magistralmente y sirviendo un poco de meridiano al concierto.

Seguidamente llegan los temas de su último trabajo “Arachnophobiac”, pequeño descanso de Michael dando un trago de agua mientras comienza a sonar “Rock and Roll Believer”, aquí se sale la voz, es interpretado magistralmente por el también hombre de negro. Haciendo referencia a las arañas mientras gesticula haciendo honor al arácnido entra el tema que da título al trabajo “Arachnophobiac” donde se enganchan algunos acoples de sonido que hacen distorsionar a los agudos.

Otro del último trabajo: “Fatal Strike”, nos abre el camino para la mejor y más poderosa interpretación de la noche “Into The Arena” (espectacular). Sólo por este momento vivido mereció la pena el estar allí presente en cuerpo y alma. Esta canción sirvió para los ya clásicos (pero en esta ocasión breves) solos de batería y bajo, destacando el ejecutado por un estupendo y contundente baterista Peter Holmes (ex Malmsteen), fueron breves porque el sonido Flying les barrió con el enganche que tiene esta canción, pasando de una melodía rítmica a un riff que te hace despegar del suelo… ¡ESE BUDOKAN! ¡Cuantos recuerdos! ¡Que no se acabe nunca pensé!, no sé lo que duró este glorioso tema, pero aún siendo extenso, no nos hubiese importado que lo tocaras otra vez Sam, digo Michael. Todos estábamos volcados y la conexión banda-público era plena, en muchos rostros se reflejaba satisfacción y alguna lágrima contenida, acordándonos de que tiempos pasados fueron… ¿mejores?, dejémoslo en… distintos.

Otra vez UFO a la carga “Only You Can Rock Me” terminaba por dar ese carácter de fiesta, invitando a mover las caderas al personal. “On And On”, maravillosa interpretación, y cada vez me gusta más el sonido de la batería, suena con fuerza y la pegada es perfecta.

Otro clásico, “Too Hot Too Handle”, menuda noche, y no me quito de la mente que dentro de siete días estaré viendo a UFO, pues tienen el listón alto de narices, y lo mejor de todo esto aún no ha acabado. Ahora le toca el turno a otro espléndido tema de la casa “Attack Of The Mad Axeman”, y ahora merece resaltar a Wayne Findley el acompañamiento de la otra guitarra que también incorpora el teclado en muchas canciones, pero en esta deja demostrada por encima de las demás su buena labor a las teclas.

Saludan al personal, y desaparecen del escenario, entre el ruido del personal, que ante un no muy insistente pero sonoro reclamo de vuelta al escenario, se consigue que salgan raudos y veloces interpretando “Armed And Ready”, iluminación plena de la sala y sigue la fiesta, todo parece que se acaba y… preparados… listos… YA!: “Doctor, Doctor” cantada de principio a fin con ese comienzo que a muchos de nosotros (lo reconozco) nos hizo tragar saliva y contener una emoción que no sentía hace, pero que hace, mucho tiempo.

Finaliza “Doctor, Doctor” y allí ya no hay quien pare de alegría, la sala aplaudiendo en su totalidad (llena) y como premio, ahí tenemos otro temazo: “Rock Bottom”. Seguimos dejándonos la garganta y acompañamos al unísono a Chris Logan que parece estar como al principio, lleno de energía y sin un ápice de cansancio en su voz.

23.15 horas Se despiden de todos nosotros, se retira la banda y ¡tachán! Un espectáculo que no entraba con la entrada, subida de Mariano García al escenario fundiéndose en un abrazo con Schenker, (para mí que estaba un poquitín entonao de algún brebaje) y se dirige al respetable, lanzando el mensaje de “Soy el mejor, estoy consiguiendo traer bandas a este país y os pido un fuerte aplauso para este maravillosos guitarrista”… bueno, hasta ahí pues vale, puede pasar, pero de pronto dice: “¡Venga! Que no se os oye… ¡Aclamemos a Miguel! ¡Migueeeeeeel! ¡Migueeeeeeel!”, os juro que pensé por unos momentos: Este tío salta aquello de: “No te arrimes a la pared que te va llená de cal” (bochornoso), no sé que le dice al bueno de Schenker a la oreja y este como no entendiéndole sonríe y se pira. Pero no contento con esto J.B, digo M. García termina pidiendo un aplauso para él por lo bien que lo había hecho (vaya resaca que vas a tener mañana, majete).

El detalle por parte de Michael Schenker fue que terminado el concierto estuvo como una hora firmando autógrafos, discos, etc, a todo aquel que quisiera acercarse. Resaltar también su buen estado de forma y alegría personal por encontrarle de nuevo feliz y con ganas de continuar por muchos años en este rollo. ¡Enhorabuena!

Gran concierto el vivido, ha merecido la pena, lleno absoluto, casi dos horas de actuación, no podíamos traicionarte, teníamos que estar allí presentes después de tantos años, por estar, estaban hasta los Barones entre el público, pero eso es otra historia.

Texto: Carlos Guillén “Dioforever”

Fotos: Santi Fernández «Shan Tee»