ARWEN + EBONY ARK – Sábado 6 de marzo de 2004, sala Caracol (Madrid)

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No sabíamos nada de la celebración del concierto de los madrileños hasta que días antes el buen baterista Nacho Arriaga (Arwen) nos lo comunicaba vía e-mail y nos invitaban al evento. Todo un detalle que agradecemos desde aquí a él y a todo el grupo. El compañero residente en Madrid no podía asistir por tener otras cosas que hacer. Así que, el que suscribe, como estaba por la capital durante esos días, aceptó la invitación. Tengo el único disco, “Memories of a dream” (2002), del numeroso grupo, y no me llegan a convencer. Reconociendo que lo hacen bien, pero me recuerdan bastante a Angra, además de no decirme gran cosa la mayoría de las composiciones, que se suceden una tras otra sin nada que llame mi atención. Pero muchas veces se dan los casos que grupos que no atraen en estudio sí lo hacen en directo. Así que era una buena ocasión para comprobarlo.

No sé a qué se debía la celebración del concierto, puesto que en su momento ya se presentó el disco en la sala Ritmo y Compás y tampoco han editado nada nuevo, ¿quizás tomar fuerzas para entrar a grabar un nuevo trabajo?. Ellos mismos se encargaron de organizarlo, con lo que ello conlleva: no mucha publicidad por el coste de cartelería y demás… ¿llevaría eso consigo falta de afluencia de público?, como se pudo comprobar…ascendieron un escalón llegando a casi llenar una sala más grande que la de su presentación (poco hueco por llenar quedó). Gracias también a la masiva afluencia de familiares de los componentes de la banda, que apoyaron como enfervorecidos fans tema tras tema. Y bien lo puedo contar por encontrarme situado (escorado en la parte derecha, pegado a la pared, de las primeras filas) junto a familiares jóvenes y menos jóvenes que ponían todo su empeño cuando se trataba de aplaudir, gritar, vitorear…

Invitaron a un grupo desconocido hasta ese día para mi, EBONY ARK. Banda que tiene una muy buena relación con el grupo principal de la noche, ya que músicos de estos han participado en la primera maqueta de la novel formación (grabación que será comentada próximamente por aquí).

El gran telón rojo se iba corriendo, momento en que sonaba “Open The Ark (Overture)”, el humo invadía el escenario y los jóvenes músicos hacían acto de presencia (21.22).

Después de la introducción, y como en su demo, enlazaban con “Night´s Cold Symphony”. Ya nos percatábamos de la línea que siguen estos madrileños, Heavy Metal técnico (ahora lo llaman Metal Progresivo, hay que reinventar etiquetas para el mercado) comparable, principalmente a unos Symphony X o Fates Warning, Dream Theater…, pero con el atractivo y particularidad de contar con una vocalista femenina que lo mismo canta en plan operístico, que con suavidad, garra… y que en repetidas ocasiones cantaba apoyando su pie derecho en uno de los “chivatos”.

Tras el buenas noches de rigor dado por Beatriz Albert y decir el nombre del grupo, continuaban en el mismo orden que su maqueta editada a principios de este año, “Stones In The Way”, que me sonó a una mezcla de Heavy técnico y Metal Gótico, especialmente por la buena voz de la atractiva vocalista.

Primera versión de su repertorio (a lo largo de la noche cayeron bastantes), la emotiva “The Show Must Go On” (Queen) que no fue muy conseguida, en parte por los coros del bajista (que se ocupó de ellos en la mayoría de temas). Beatriz alargaba el final con su voz.

En “Farewell” el apoyo vocal de Daniel Melián seguía sin convencerme. Con “Dreaming Silence”, la gente se animó un poco más. Al concluir, la cantante le daba las gracias a Arwen por haber contado con ellos y a Javi Díez por hacerse cargo de las teclas (haciendo doblete).

El público gritaba “¡Bea, Bea…!”, diciendo esta: “¡la de Symphony X!”, supongo que versión de los americanos, pero que como uno está pez en el grupo de Michael Romeo (poco me gustan) no os puedo decir de qué canción se trató, pero tras una parte tranquila la gente acompañó con palmas. Presentando la morena a sus compañeros durante el tema: Rubén Villanueva a la guitarra (situado a la derecha según mirábamos a escena), Javier Jiménez a la otra guitarra (a la izquierda), al bajo Daniel Melián, Javi Díez a las teclas (invitado como ya se ha dicho) y el baterista Jorge Sáez (que cumple también con Dreamaker, ex Dark Moor).

Terminaban a las 22.04, pero la gente quería más, así que según Beatriz no estaba previsto y tocaron extra “What A Feeling”, versión a la copla de Irene Cara que se hizo muy popular con la película “Flashdance” y que les queda genial en su adaptación, con coros del bajista y del guitarrista Javier (como en el primer tema). Al dar por terminada su actuación (22.08) una chavala hizo entrega de un gran ramo de flores a Beatriz que agradecía emocionada el detalle y marchándose el quinteto más Javi con una gran ovación y convenciendo a más de uno/a.

Creo que era el primer concierto de la hermosa vocalista con la banda y cumplió a la perfección, sin vérsela nerviosa y cantando muy bien. Eso es lo que más destacaría, la buena voz y las trabajadas composiciones con buenos músicos que ojalá sigan creciendo como tales, trabajando duramente y consiguiendo su lugar en el complicado panorama nacional, y ya puestos hasta en el extranjero. No tienen que envidiar nada a muchas bandas de fuera de nuestras fronteras. Fue una grata sorpresa descubrirlos.

P.D.: Espero que el orden de los temas sea el correcto. Lo digo especialmente por los de cosecha propia, ya que tomé unas escuetas notas al no conocerlos (solucionándolo a la conclusión comprando el CD).

No llegando a esperar ni veinte minutos (22.26) los dos teclistas de ARWEN se situaban a ambos lados del escenario: Rosalva Alonso a la izquierda, según observábamos, y Javi Díez al lado opuesto (hasta esa noche no sabía que Jonathan Zapatero, teclista que grabara con Rosalva el disco, ya no pertenecía al grupo).

Dieron comienzo con “Transcendental Overture”, permitiendo durante la intro instrumental que tomaran posiciones los seis miembros restantes y unir (como en su disco) con “Dreamland”, apoyando a Nacho y a Mamen con sus coros el guitarrista José Garrido (atrás quedó su estancia en Dark Moor) y el bajista Luisma Hernández. Las palmas, gritos y silbidos de aprobación fueron bien sonoros, a lo que el vocalista Nacho Ruiz con una gran sonrisa agradecía y comentaba el montón de almas que había allí metidas.

Continuaban desgranando su único disco y por el mismo orden que en la grabación, “Between Love And Pain”, con algún otro problemilla en la guitarra de Alberto Avilés, muy activo durante el concierto, lo que el espacio le podía permitir y es que con tantos que son no les sobraba mucho escenario precisamente. ¿Cómo se las apañarían cuándo tocaron en Ritmo y Compás?, aunque después de ver en esa sala a los también numerosos malacitanos User Ne me puedo hacer una idea. José y Alberto realizaron sus solos cara a cara el uno con el otro y la gente entregada palmeando al ritmo del tema.

La batería de Nacho Arriaga daba inicio a “So High” y a esta le sucedió “una canción que algunos conocen”, como dijo el cantante, “Make Believe” (Angra), no extrañándome nada que hagan una versión de los brasileños y es que como ya he dicho en el inicio de esta reseña les encuentro muchísimo parecido y Nacho Ruiz debe admirar a André Matos (ahora en Shaman), Llevando el público el ritmo del comienzo con sus palmas.

El frontman seguía con su gran sonrisa, preguntando por dos veces “¡¿cómo estáis?!” y diciendo que eran horas de cruzar las puertas del tiempo, “Time´s Gate”, con tapping por parte del bajista que seguía la música con movimientos de cabeza, como sus compañeros. Desapareciendo Nacho y Mamen durante la parte instrumental. Concluyendo el tema el vocalista manteniendo el agudo final, arrancando una gran ovación del respetable. Daba las gracias por el gran apoyo, en especial a Alfonso de la discográfica Red Dragon Records, Ebony Ark y a las páginas webs (gracias a vosotros por tenernos en cuenta).

Después de los agradecimientos, según palabras del cantante, ahora le tocaba el turno a un pequeño homenaje a la Madre Tierra (que nos la estamos cargando a pasos agigantados, digo yo): “Once Upon A Time”. En los primeros pasajes, con los vocalistas sentados en la tarima de la batería, para después los dos estar en primera línea del escenario (Mamen, imagino, por el escaso espacio, casi siempre se mantuvo en segunda línea a lo largo del show) durante la interpretación de la canción que me recuerda al sonido más festivo de los Helloween. Dejaron en solitario a Rosalva y a Luisma, que hizo un solo de bajo acompañado por las teclas. Volviendo al rato todos para concluir el tema y Nacho en pie tras sus tambores.

“¡Está caliente el ambiente!”, soltaba el otro Nacho y ascendió más la temperatura con la versión de “Bright Eyes” (Blind Guardian), percibiendo al principio un poco baja la voz del cantante, con coros de José y Luisma una vez más.

En el lado donde estaba, los familiares hacían de las suyas, apoyando hasta la extenuación, llegando a gritar una y otra vez que saludara Javi, iniciando este con sus teclados una pieza instrumental en la que sólo estaban en escena él y José sentado en la tarima de la batería contemplándolo, pasando después a realizar un solo magnífico con recuerdo a Pink Floyd. Saliendo luego el bajista y el baterista y seguir con la instrumental. Nacho nos pedía un aplauso para José y Javi y bien que se lo merecieron.

Con “Alone”, para mi una de las pocas canciones que destacaría entre sus composiciones, el dúo de vocalistas estuvieron perfectos, situados a la par, y siguiendo con palmas en las melodías el público. Posteriormente, el teclista con sus oscuras gafas que no se quitó en las dos actuaciones, hizo una pequeña instrumental acompañada por el chocar de manos.

Mamen daba las buenas noches, diciendo que hasta ahora no nos había dicho nada y nombrando al teclista, que daba comienzo a la melosa “Carrie” (Europe). Yo hubiese elegido otra de los suecos que vuelven al negocio, pero imagino que decidieron tocar esta porque queda perfecta en la voz de la vocalista, además de dar un momento “tienno” a la gente. Apoyando al final Nacho y nombrando este a la guapa vocalista, además de preguntarnos que si estábamos cansados, para que rugieran las criaturas asistentes. La rápida y potente “At The End” cerraba el principal bloque de su actuación, con Arriaga machacando su batería con energía, ganando bastante la canción en directo. Correspondiendo los congregados de nuevo con sus cantos y palmas.

El reloj marcaba las 23.36 y el nombre de Arwen se gritaba una y otra vez (eso es apoyo). Era el turno del lucimiento del baterista, golpeando su kit con gran potencia y marcándose ritmos tribales. Lanzando sus baquetas al terminar. José Garrido (uno de los fundadores del grupo, junto a Luisma) comentaba las ganas que tenían de tocar en Madrid pasando a marcarse un tema instrumental de ambiente celta con su parte calmada y marchosa que me encantó y que puso a muchos/as a danzar.

“Tras el viaje por tierras irlandesas… canción especial de Mamen”, la buena “Eternally” que el grupo interpreta de maravilla comandado por la voz de la vocalista. Creo que hubo gente que terminaría con las palmas de las manos en carne viva porque no se paraba de aplaudir, tanto acompañando a las canciones, como cuando se terminaban.

Nacho nos informaba que se empezaba a acabar y el último cartucho fue “New Life” (como concluye su disco) al que unieron sin parar “Eagle Fly Free” (Helloween). Dando por finalizada su actuación con un “¡gracias a todos!” en la media noche y saliendo como triunfadores para la gran mayoría.

Bajo mi modesto punto de vista lo que tocan lo tocan de maravilla, pero como en disco, sus temas no me convencen. Deberían buscar algo más de originalidad (si hay algo en el manido mundo de la música). Eso sí, las versiones les salen redondas.

Texto y fotos: Starbreaker